El RACC pide que se permita la actividad de los VTC en Barcelona

El sector de los vehículos de alquiler con conductor (VTC) ha sumado un importante aliado en la guerra que mantiene abierta con los taxistas de Barcelona. El presidente del Reial Automòbil Club de Catalunya (RACC), Josep Mateu, se ha posicionado hoy a favor de “abrir a la competencia el sector del taxi”, el cual considera que “tiene una regulación del siglo XX”.

El RACC aboga por facilitar la entrada de plataformas como Uber y Cabify con una legislación clara y concreta que marque las reglas de juego. “Los negocios que han nacido en la no regulación se deben igualar a los existentes y tener unas normas de funcionamiento comunes”, ha valorado el presidente del RACC, defendiendo una norma homogénea para taxis y vehículos de alquiler con conductor en lugar de medidas como los 15 minutos de precontratación obligatorios para los VTC que ha establecido la Generalitat y que el Àrea Metropolitana quiere ampliar hasta la hora.

En cambio, sí que ve con buenos ojos la intención del Gobierno catalán de recuperar las licencias de los taxistas cuando estos se jubilen o dejen la actividad para poder traspasarlas a un precio regulado. La Generalitat anunció su intención de afrontar este tema tan delicado cuando solucionó la crisis del taxi el pasado mes de enero pero no se ha vuelto a saber nada más. Es algo que requiere tacto para no provocar una nueva rebelión entre los taxistas y presupuesto para poder adquirir paulatinamente las más de 10.000 licencias que a día de hoy cuando salen a la venta lo hacen por más de 130.000 euros en un mercado entre particulares.

El RACC apoya la propuesta de la Generalitat de recuperar las licencias de los taxistas para traspasarlas a un precio regulado

Una de las opciones planteadas por el RACC sería la creación de un suplemento en los trayectos de Uber y Cabify que se repercutiría en los usuarios para que la administración pudiese crear así una bolsa que le permitiese adquirir las licencias de taxi.

El posicionamiento del RACC ante el fenómeno de los VTC lo ha explicitado Josep Mateu durante una conferencia en la Pedrera en la que el RACC ha presentado un plan de 45 propuestas para mejorar la movilidad de Barcelona. Entre ellas se encuentra la petición de una línea de ayudas a los propietarios de vehículos sin etiqueta ambiental que se verán afectados por las restricciones de circulación a partir del 1 de enero del 2020 para que puedan adquirir vehículos nuevos menos contaminantes. La fórmula económica sugerida por el RACC se sustenta en el impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono que la Generalitat ha prometido empezar a cobrar a finales de este mismo año o principios del que viene.

El conjunto de propuestas incluye también la creación de una red efectiva de aparcamientos disuasorios en ciudades del entorno de Barcelona, la mejora de los accesos a las rondas y el impulso al coche compartido. También propone un plan de la moto que se marque como objetivo la reducción de la accidentalidad en este colectivo ya que el 48% de las víctimas mortales en accidentes de tráfico desde el 2010 eran motoristas. En cuanto a las bicis, el RACC pide “mejorar la calidad por encima de la cantidad” y de una manera más global reclama visión metropolitana.

La entidad propone la creación de una agencia público-privada sobre movilidad al estilo de Turisme de Barcelona

Con la presentación de esta especie de carta a los Reyes a las puertas de las elecciones municipales, el club automovilístico insta a los candidatos a la alcaldía de Barcelona a comprometerse con la creación de una agencia público-privada de movilidad a imagen y semejanza de los modelos de Fira de Barcelona y Turisme de Barcelona. Sería un formato en el que los actores privados también tendrían poder de decisión para planificar, sugerir y acordar el futuro de la movilidad en Barcelona, un aspecto que cada vez tiene más peso y, a la vez, un mayor número de aristas por pulir.