Concejales de Pineda niegan haber coaccionado al hotel para echar a los policías alojados
Política. Crisis catalana
Cuatro ediles han declarado ante la Policía Nacional por orden de la Fiscalía en base a diligencias previas por la denuncia de un particular
Cuatro concejales de Pineda de Mar (Maresme), tres del PSC y uno de ERC, han negado este jueves ante la Policía Nacional adscrita a Fiscalía haber coaccionado a la cadena Check-in Hoteles para que echaran a los policías desplazados a Catalunya para el operativo del referéndum del 1-O, que se alojaban en dos hoteles del municipio.
En una declaración ante la prensa en la que se ha negado a admitir preguntas, la tercera teniente de alcalde de Presidencia de Pineda, Sílvia Biosca, ha asegurado que han venido a dar las explicaciones necesarias para aclarar los hechos que sucedieron en su municipio, donde tuvieron que "intermediar para buscar una solución al conflicto". "Nos hemos ratificado plenamente en todas las declaraciones que hemos hecho hasta ahora de que no hubo ningún tipo de amenaza ni coacción al hotel que finalmente tomó la decisión", ha afirmado.
Además de Biosca, han comparecido este jueves ante la unidad de Policía Nacional adscrita a la Fiscalía de Barcelona, investigados por un delito de coacciones y amenazas, la primera teniente de alcalde, Carme Aragonès; el concejal de Urbanismo, Jordi Masnou, y la concejal de ERC Mònica Palacín; anteriormente lo hizo el jefe de la Policía Local.
Se trata de unas diligencias previas abiertas a raíz de la denuncia de un particular respecto a las protestas contra los policías alojados en el hotel Mont-Palau contra las cargas policiales que hubo en varios puntos de votación el 1-O.
En Pineda de Mar, dos hoteles alojaban a policías nacionales, el Mont-Palau y el Check-in Pineda, ambos de la misma cadena, aunque las principales protestas --que llegaron a concentrar a unas 1.800 personas en su momento más álgido-- ocurrieron en el primero, situado en el centro.
La dirección del hotel emitió un primer comunicado el 2 de octubre para decir que se veían obligados a desalojar al contingente de la policía "bajo amenaza de cerrar los hoteles durante cinco años", aunque posteriormente tanto el hotel como el Ayuntamiento negaron este extremo en otro comunicado conjunto. Los policías se quedaron en el hotel hasta la fecha prevista de salida el 5 de octubre y posteriormente el hotel cerró sus puertas por el final de la temporada de verano.