Al lado de las vías por las que aún circulan los trenes de Rodalies, ha ido tomando forma durante los últimos meses el túnel que algún día esconderá el ferrocarril a su paso por Sant Feliu de Llobregat. El futuro túnel de cerca de tres kilómetros ya está excavado por ambos extremos y ahora se aborda el tramo central con la intención de tener la galería transitable de punta a punta a principios del año que viene.
El administrador de infraestructuras ferroviarias (Adif) sitúa en un 65% el porcentaje de ejecución de unas obras que empezaron en el verano del 2021 y cuya finalización está prevista para finales del 2025 con el objetivo de que los trenes puedan pasar por el tramo soterrado con la nueva estación también soterrada antes de que acabe el 2026. En el lado hacia Molins de Rei se ha excavado más de la mitad del túnel que se ejecuta en mina. La otra parte, hacia Sant Joan Despí, se construye mediante pantallas, de las que ya se han instalado más del 90% de pilotes y micropilotes previstos y se han construido unos 500 metros de la losa superior.
Uno de los hitos más complejos de la obra se aborda esta misma semana: la construcción del túnel bajo un colector y una canalización de Agbar rodeados de otros servicios que el director de integraciones en ciudades de Adif, Juan Antonio Hermoso, no duda en calificar como “el nudo gordiano de la obra”. Las complicaciones encontradas han llevado a los responsables de la obra a reformular el proyecto y hacer pasar el túnel a mayor profundidad de la planteada inicialmente, lo que ha retrasado el calendario de trabajos unos seis meses e incorporado un desnivel que probablemente ponga en apuros a los trenes de mercancías si algún día son desviados por esta línea.
En cambio, la modificación del proyecto ahorrará a los vecinos el corte al tráfico de una de las dos salidas que tiene la ciudad ahora por carretera y que sufren importantes congestiones cada día por las importantes alteraciones derivadas de las obras. Lo que sí que no se ha podido evitar es el corte del único paso subterráneo que quedaba habilitado para cruzar de un lado a otro de las vías. Desaparecerá así otro paisaje cotidiano para los vecinos, como en su momento sucedió con una de las tres estaciones más antiguas de España, que sucumbió a la piqueta pese al movimiento que trató de salvarla hasta el último momento.
Una nueva pasarela peatonal provisional permite conectar ambos lados de las vías durante el tiempo que duren las obras
Como alternativa al corte del último paso subterráneo, este jueves ha abierto sus puertas una pasarela provisional construida por Adif con unas largas rampas para superar el gran desnivel que hay entre ambos lados. La alcaldesa de Sant Feliu, Lourdes Borrell, lo ha estrenado junto a los responsables de la obra y ha comprobado como, además de resolver la movilidad a pie, es un fantástico mirador de la evolución del soterramiento.
Se suma a los otros cuatro puentes que conectan los dos lados de la ciudad, históricamente divididos por las vías del tren y que aspiran a unirse cuando el soterramiento –en el que se invierten más de 120 millones de euros– sea una realidad y en su lugar pase el tranvía por una amplia avenida.