La Policía de Oviedo investiga un posible caso de suicidio asistido en un hotel
Eutanasia activa
Se trata de un mujer de 35 años cuyo cadáver fue encontrado junto a un bote de medicamentos, una tarjeta de vídeo y una carta que exculpaba a dos amigas que estuvieron junto a ella
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han abierto una investigación para esclarecer la muerte de una mujer de 35 años, natural de León y vecina de la localidad asturiana de Cangas del Narcea. Su cadáver fue hallado el pasado miércoles en una suite de un céntrico hotel de Oviedo, junto a un bote de medicamentos, una tarjeta de vídeo y una carta donde exculpaba a dos amigos que habían estado con ella durante sus últimas horas de vida. Todo apunta a un caso de suicidio asistido.
Las pruebas halladas durante el registro policial de la habitación y el informe forense sobre la autopsia serán puestas a disposición del juez, una vez la Policía concluya su informe. El magistrado encargado del caso ha decretado el secreto de actuaciones durante un plazo de 30 días, prorrogables. La mujer tenía una enfermedad incurable y pertenecía a la delegación en Asturias de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD). Padecía desde hace años esclerosis lateral amiotrófica. Según la reconstrucción de los hechos que han realizado los investigadores, la mujer acudió junto a una pareja el pasado martes a un céntrico hotel de la capital asturiana. Había reservado una suite. Al día siguiente sus amigos avisaron a los agentes de su muerte.
La mujer padecía ELA, defendía la eutanasia y grabó un vídeo exculpando a los amigos que la ayudaron
Cuando la Policía se personó en la habitación encontró el cadáver tendido en la cama junto a un bote con medicamentos, según han indicado las mismas fuentes. Los agentes recogieron además un sobre que contenía una carta dirigida al juzgado para exculpar de la muerte a la pareja de amigos que le habían acompañado en sus últimas horas de vida. Los encargados del caso también han analizado la grabación de un vídeo donde al parecer podrían verse los momentos previos al suicidio.
Estos hechos recuerdan notablemente al caso protagonizado por el gallego Ramón Sampedro, un exmarinero que quedó tetrapléjico en su juventud, al lanzarse de cabeza al mar y golpearse contra una roca. Estuvo postrado en una cama durante 30 años, reclamando sin éxito la aplicación de la eutanasia. Su dramática historia fue llevada al cine por Alejandro Amenábar en Mar adentro . Ramón Sampedro también grabó en 1998 un vídeo sobre su suicidio para exculpar a quienes le ayudaron.
España aprobó en marzo la eutanasia activa, es decir, la que es consecuencia de la acción de una tercera persona. Se convierte así en el octavo país del mundo que adopta esta ley, después de Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Colombia, Nueva Zelanda, y algunos estados de Australia.