Las Cortes de Aragón votaron este jueves en contra de un posible trasvase de aguas del Ebro a tierras catalanas. En el primer pleno del año, la mayoría de grupos del hemiciclo regional se posicionaron en contra de cualquier tipo de transferencia de caudales a otras comunidades, incluida la vecina Catalunya, desde donde diferentes voces han sugerido en las últimas semanas posibles conexiones (Camp de Tarragona con red metropolitana de Barcelona o ‘minitrasvase’ al Priorat) por la falta de agua.
Pero el rechazo al trasvase no se tradujo en una imagen de unidad. En un pleno bronco y plagado d reproches, la Cámara consideró hasta cuatro proposiciones no de ley contra del trasvase del Ebro, de las que dos fueron rechazadas (Chunta y PSOE) y otras dos aprobadas (Partido Aragonés y PP-Vox).
Esta última, que se limitaba a rechazar la propuesta de la Generalitat de “sacar agua” de la cuenca del Ebro para nuevos regadíos en Catalunya, es la única de las cuatro que contó con el favor de la extrema derecha, que se desmarcó del resto de partidos con su discurso sobre la necesidad de lograr un pacto hidrológico nacional.
Poco antes, su líder nacional, Santiago Abascal, había criticado que la culpa de que no se conecten las cuencas de España para transferir agua es de “la izquierda, el separatismo y la derechita autonomista”. Con este último término aludía precisamente al presidente de Aragón, Jorge Azcón, el único barón del PP que se ha opuesto a las reiteradas reivindicaciones trasvasistas de otros compañeros de partido como los presidentes de Valencia (Carlos Mazón), Juanma Moreno (Andalucía) o Fernando López Miras (Murcia).
Desde las filas populares, volvieron a insistir en que “no sobra agua en Aragón” y cargaron contra la utilización del Ebro y del posible trasvase en las negociaciones políticas del Gobierno de Pedro Sánchez con los independentistas de Junts. “Buscan la independencia del Ebro en el tramo catalán”, aseguró su portavoz, Fernando Ledesma.
Además, el popular aseguró que “lo que diga el PSOE-Aragón respecto al trasvase no vale nada, porque ha dejado de pertenecer a la ‘Sanchosfera’”, en referencia a los sonados desencuentros entre la dirección socialista en Madrid y la rama regional liderada por Javier Lambán.
Por su parte, los socialistas le reprocharon al PP la posición a favor del trasvase del Ebro que mantuvo el expresidente José María Aznar durante sus mandatos y las declaraciones recientes de los presidentes de Valencia, Murcia y Andalucía a favor de transferir caudales. “Son un partido trasvasista que pone en riesgo el futuro de Aragón”, apuntó el socialista Marcel Iglesias.
Los únicos partidos que aparcaron cualquier diferencia para respaldar las cuatro proposiciones no de ley fueron los parlamentarios de Aragón-Teruel Existe y el PAR en pos del que consideran el objetivo superior: oponerse a cualquier cesión.