Lo que debe preocuparnos del Mobile
Videoanálisis
Más allá de la afectación de la pandemia, a Barcelona le queda mucho por recorrer como ciudad de tecnología
Ericsson abrió la puerta y Nokia, Sony y Facebook han seguido sus pasos. El Mobile World Congress vuelve a estar en cuestión por culpa de la pandemia. La organización hace probablemente lo que está en sus manos para garantizar un congreso híbrido con todas las medidas de seguridad, pero el ritmo lento de la vacunación juega en contra del regreso a la normalidad.
No queda otra opción que seguir intentando organizar un congreso lo más parecido a lo que que fue en 2019. Hasta que sea posible. La apuesta barcelonesa debe ser por un congreso híbrido, pero muy presencial. ¿Por qué? Porque su principal baza en el competitivo mundo de los eventos es el atractivo de la propia ciudad. En el ciberespacio hay decenas de ciudades más calificadas que la capital catalana para impulsar un congreso como el MWC.
En este sentido, lo que debe preocupar a la ciudad no es solo la dificultad para celebrar un congreso presencial como el MWC, sino aprovechar al máximo todo el potencial de desarrollo que genera la presencia en Barcelona, desde hace tres lustros, del gigante de los eventos tecnológicos. Queda mucho por hacer.