Carme Miralles (1961), catedrática de Geografía Humana en la UAB, encabeza una de las tres candidaturas que aspiran al rectorado de la Autònoma en las elecciones de los próximos 29 y 30 de este mes. Desde los años ochenta, ha ocupado distintas responsabilidades en el departamento de Geografía y en el ICTA y recientemente fue vicerrectora de Campus, Sostenibilidad y Territorio. Fue concejal de Urbanismo en su ciudad natal, Reus, y diputada en las Cortes por el PSC.
¿Qué le motiva para presentarse a rectora?
Me motiva mi compromiso hacia la UAB, es una gran universidad, diversa y plural que necesita tener un liderazgo más comprometido con la institución, para que crezca la comunidad y estar en los lugares correctos fuera de la universidad. Nuestro emplazamiento nos convierte en un campus con muchas ventajas, pero a la vez nos aísla de los municipios del entorno. Por lo tanto, hay que ser la parte activa que busque las relaciones institucionales, ya que nuestros proyectos no se pueden realizar si no tenemos la financiación adecuada procedente de las administraciones que nos rodean. Necesitamos aportaciones para hacer nuevos e interesantes proyectos, ya que con la financiación de la Generalitat no podemos hacer nada fuera de nuestro presupuesto basal.
¿Qué grandes proyectos necesita la UAB?
Más que grandes los necesita estratégicos. Tenemos que redefinir los otros campus que tenemos más allá de Bellaterra. Sin ir más lejos, el Parc de l’Alba es uno de ellos, ahí es donde está el sincrotrón y ahora que hay un proyecto de desarrollo urbanístico, donde la UAB debe tener equipamientos para tener un papel importante en investigación. Se han perdido unos años para definir estos proyectos. Hay que aplicarle gestión a nuestro trabajo cotidiano.
¿Cómo se afronta el reto del talento?
Este es uno de mis compromisos. Aquí generamos talento y debemos hacer lo posible para lograrlo. En los últimos años, lo hemos perdido, tanto el que se forma aquí como el que viene de fuera. Incluso tenemos valúa que se ha generado aquí y ha sido captada por universidades próximas.
Su especialidad es la movilidad. ¿Qué queda por resolver en cuanto a ello?
Nos hace falta incrementar el servicio de buses interurbanos hacia zonas que en estos momentos no tenemos, como el Baix Llobregat y el Maresme. Los buses son un transporte que nos ofrece capilaridad para llegar a los sitios donde el tren no puede llegar. Sin olvidarnos de la sostenibilidad: la universidad tiene que ser un líder social porque el ejemplo que demos será importante.
¿Cómo es su equipo?
Me puse una condición a mí misma y es que tenía que rodearme del mejor equipo, porque gestionar y liderar una universidad solo lo hace posible un trabajo colaborativo. Salí de mi zona de confort y busqué más allá de mis amistades y de mi entorno, que era lo fácil, para apostar por las personas que creí que eran más adecuadas para unos cargos que representen la diversidad de la universidad. Hay que integrarlo todo.