Reconstruyen las condiciones ambientales y las prácticas en cultivos del Neolítico, cuando surgió la agricultura en Europa Occidental

Investigación UB - UAB

También utilizaban abono de origen animal para aumentar la calidad de la producción

El trigo era una de las especies que ya se cultivaba en la península Ibérica entre el 5200 y el 4800 aC

El trigo era una de las especies que ya se cultivaba en la península Ibérica entre el 5200 y el 4800 aC

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Una interesante investigación desarrollada principalmente en el yacimiento de la Draga, en Banyoles (Girona), ha revelado que hace siete mil años, los primeros agricultores de la Mediterránea occidental ya seleccionaban los suelos más fértiles que tenían a su alcance para conrear variedades de cereales con muchas similitudes a los actuales. El trigo duro y el cascajo son las especias que se cultivaron principalmente, así como la cebada y la espelta. El estudio incluso aporta evidencias de que se utilizaba abono orgánico de origen animal para una mejor producción de la cosecha.

Se han utilizado técnicas de reconstrucción paleoambientales y arqueobotánicas para identificar las condiciones del poblado de la Draga en el momento del surgimiento de la agricultura. Este prehistórico poblado está considerado uno de los asentamientos de agricultores y ganaderos más antiguo del noreste de la península Ibérica, entre los años 5200 y 4800 antes de Cristo, y un testigo extraordinario de las primeras sociedades agricultoras y ganaderas de la Península.

Josep Lluís Araus, catedrático de la Facultad de Biología de la UB

Josep Lluís Araus, catedrático de la Facultad de Biología de la UB

UB

Las evidencias de unas condiciones más húmedas en la época neolítica y, por lo tanto, más adecuadas para la agricultura, hacen sospechar que “la agricultura no sería adoptada como una respuesta a unas condiciones ambientales negativas, sino a la necesidad de asegurar el alimento a la población y aumentar los recursos y hacerlos más estables”, explica Josep Lluís Araus, responsable de la investigación y catedrático de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona y miembro de Agrotecnio, Centro CERCA de Investigación en Agrotecnología.

En la Draga, las buenas condiciones ambientales favorecieron la práctica de la agricultura cuando esta población neolítica se asentó a la orilla del lago de Banyoles. “El estudio isotópico de la madera carbonizada y las simientes de cereales confirman que la disponibilidad de agua en el entorno era mayor que en la actualidad” y que el entorno natural era algo diferente a la actualidad, con tipos de vegetación que requería condiciones climáticas más húmedas que las actuales, explica la catedrática Raquel Piqué, del Departament de Prehistoria de la UAB.

Recreación del poblado neolítico de la Draga (Banyoles, Girona)

Recreación del poblado neolítico de la Draga (Banyoles, Girona)

Raül Soteras (Institut Arqueològic Alemany/Universitat de Basilea)

En la investigación también han participado expertos en la Universitat de Lleida y la unidad de investigación conjunta CTFC-Agrotecnio, la Universitat Autònoma de Barcelona, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universitat de València, la Universidad de Basilea, el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón y el Instituto Arqueológico Alemán. Las excavaciones en la Draga están coordinadas por el Museo Arqueológico de Banyoles dentro del merco de los proyectos cuadrianuales de excavaciones arqueológicas del Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya.

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