Más vida universitaria en los campus: la voz de los estudiantes
UPC
El Consejo del Estudiantado acaba de cumplir 30 años y es el órgano máximo de representación en la UPC
Escuchar la voz del colectivo más numeroso de la universidad para recoger sus demandas y poder incorporar su visión en las políticas que se ejecutan y les afectan. Eso es lo que hace el Consejo del Estudiantado de la Universidad Politécnica de Cataluña - BarcelonaTech (UPC), que acaba de cumplir 30 años. Es el órgano máximo de representación de todos los estudiantes de grado y máster que cursan algún programa en la universidad a través del cual pueden vehicular reivindicaciones, propuestas y acciones para mejorar. Actualmente, el órgano representa a 30.000 estudiantes de las 17 escuelas de la UPC en el Consejo de Gobierno, en el Claustro Universitario, en el Consejo Social, en el Consejo del Estudiantado de las Universidades Catalanas (CEUCAT), en el Consejo Interuniversitario de Cataluña (CIC) y en el Consejo de Estudiantes Universitario del Estado (CEUNE).
La Mesa del Consejo del Estudiantado, renovada el pasado mes de septiembre, está formada por Paula Gutiérrez, que se encarga de la Política Universitaria; Álex Cerrato, que coordina la Secretaría; Guillem Altimiras, coordinador de Tesorería; Gerard Bosch, coordinador de Política Externa, y Esteve Torrents, coordinador de Comunicación. A través de estas coordinaciones, el Consejo vehicula su actividad, que va desde apoyar a las diferentes delegaciones de estudiantes en escuelas y facultades en la organización de actos (que son muy activas), a participar en los órganos externos e internos de la Universidad donde tienen representación, pasando por la gestión de las Becas de Aprendizaje, un sistema para apoyar a los estudiantes que, a cambio de la dedicación al Consejo, pueden recibir una remuneración económica que les ayuda a seguir con los estudios.
La aplicación de la LOSU y las afectaciones a los estudiantes, las condiciones de las becas o el seguimiento de la aplicación de la legislación de los convenios de prácticas son otros frentes donde el Consejo del Estudiantado tiene mucho que decir y se estudia para hacer llegar su voz a los órganos pertinentes.
Estos son sólo algunos ejemplos, porque de temas surgen muchos y diversos. Recientemente, en una de las sesiones del Pleno afloraron inquietudes de los estudiantes como son la necesidad de cuidar en la docencia de los primeros cursos, el valor de la ética que hay que trasladar al colectivo o la necesidad de aumentar la presencia de mujeres en los grados y másteres de la UPC. En este último ámbito, el Consejo ya ha hecho propuestas concretas para implicarse en las actividades que la Universidad lleva a cabo para fomentar vocaciones tecnológicas entre las chicas. Por ejemplo, han propuesto que las profesionales de ámbitos tecnológicos que participan en el programa Aquí STEAM UPC, ideado para acercar las carreras tecnológicas a las chicas a través de las escuelas, puedan ir acompañadas de estudiantes para que el salto generacional sea menor.
Las inquietudes de los estudiantes
Como son la necesidad de cuidar en la docencia de los primeros cursos, el valor de la ética que hay que trasladar al colectivo o la necesidad de aumentar la presencia de mujeres en los grados y másteres de la UPC
Gutiérrez, Altimiras, Cerrato, Bosch y Torrens hacen este trabajo de manera voluntaria y convencidos de que es necesaria e importante. Aunque les quita horas de estudio en carreras que son exigentes creen que la participación les aporta más que los toma. "Estoy interesado en la política y la universidad, es como una población con un minialcalde y miniregidores que la quieren hacer mejores", dice Bosch. A Altimiras también le gusta esta vertiente política de formar parte del grupo que se interesa por la vida universitaria fuera de las aulas. "Ir a clase está muy bien, pero necesitamos otros puntos de vista de la universidad", dice. Cerrato no tiene tanta vocación política, pero lo satisface participar en el Consejo, al igual que en la Paula Gutiérrez, que ya había experimentado la representación estudiantil en el instituto. "Mi motivación es que los estudiantes puedan tener una experiencia mejor en la universidad", dice Gutiérrez, que lo ve como una buena manera "de hacer vida universitaria".
La vicerrectora de Docencia y Estudiantado, Anna Mujal, desde su posición, trata precisamente los temas relacionados con el estudiantado. Se reúne de manera habitual con la Mesa de Coordinación del Consejo, formada por los cinco estudiantes elegidos por el Pleno de este órgano de representación. En estos encuentros, que se complementan con comunicaciones más informales y más frecuentes, los representantes de los estudiantes exponen las peticiones y se procura irlas resolviendo de manera ágil. "Valoro mucho que el estudiantado forme parte de un órgano de representación como este, porque creo que complementa su formación, les permite ver la universidad desde otras perspectivas, construir colectivamente y formarse". Asimismo, afirma: "la relación institucional de la Universidad con el Consejo del Estudiantado es muy importante", y explica que, sin ir más lejos, últimamente se habían encontrado con dificultades para organizar las actividades al aire libre que proponen los universitarios. A partir de estas reuniones se analiza conjuntamente la situación, se detecta el cuello de botella y se trabaja con una alternativa para superarlo.
Valoro mucho que el estudiantado forme parte de un órgano de representación como este, porque creo que complementa su formación, les permite ver la universidad desde otras perspectivas, construir colectivamente y formarse.
La vida universitaria, que se perdió relativamente a raíz de la pandemia por la COVID, es uno de los retos compartidos entre el Consejo de Dirección y el Consejo del Estudiantado. Mujal, que había formado parte del Consejo cuando ella era estudiante, defiende que el estudiantado es clave para conseguirlo. "No podemos hacer políticas sin tener en cuenta su opinión", añade la vicerrectora, "nosotros podemos tener ideas, pero ellos conocen los lenguajes y los códigos de comunicación actuales para incentivar la vida universitaria". El Consejo también va detrás y por eso está pendiente de todo lo que hacen las delegaciones de estudiantes y las escuelas y facultades para tener campus activos. "Que la UPC tenga diferentes campus también es un reto", dice Gutiérrez, "pero queremos que el estudiantado pueda hacer vida en la universidad con la universidad".
Para conmemorar este 30º aniversario del Consejo del estudiantado, se ha organizado un acto el 19 de abril, en el salón de actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona (ETSEIB), en el que revivirán algunos de los hitos que ha alcanzado este órgano de representación a lo largo de su recorrido, como la creación de las delegaciones de estudiantes, la adaptación al Plan Bolonia y la LOU, o la definición del protocolo de los puntos lilas en los campus. Cada uno de estos hitos se representará con una pieza que formará parte de un rompecabezas del logotipo del 30 aniversario del Consell, impreso en formato 3D por el FABLab de la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT). Se hará también un reconocimiento a la labor de los excoordinadores y las excoordinadoras que han representado al Consejo durante estos años y se contará con testigos que harán revivir la experiencia. En el acto participarán también la vicerrectora de Docencia y Estudiantado, Anna Mujal, y el director de la ETSEIB, Enric Fossas.