“La mitad de mi vida he sido Toni Alcántara”

Tengo 44 años. Soy de Madrid. Soy actor y escritor de novela negra. Estoy casado y tengo un hijo. ¿Política? Bien común, sentido común. ¿ Creencias? No practico ninguna religión, las respeto todas. Mi ocio es la familia y dibujar al carboncillo. La serie ‘Cuéntame’ es ya historia de nuestra televisión. (Foto: Xavi Jurio)

Pablo Rivero,actor y autor de novelas negras

Usted, para mí, es Toni Alcántara de Cuéntame .

Bonito trabajo para televisión: una parte de lo que soy.

¿Está orgulloso?

Crecí con mi personaje; una experiencia profesional y humana memorable.

¿Qué otras cosas es usted?

Amigo, hijo, pareja, padre... y escritor.

¿Qué escribe?

Novelas, he publicado la sexta.

¿Qué tienen en común?

El género negro, el thriller. Quiero aportar algo distinto.

¿Es el reto?

Sí, y el de contener la realidad: la realidad es tan excesiva que conviene limitarla.

¿Una vocación juvenil?

Creo que empezó todo con Twin Peaks .

La serie de David Lynch.

Me tuvo obsesionado. Llegué a pedir a mi madre que no me dejase mirarla...

¿Qué detonó en usted?

El gusto de inventar historias. “De mayor quiero contar historias”, me dije. Llevaba una grabadora en el bolsillo.

¡Como el agente Cooper!

Sí, iba grabando lo que se me ocurría... Pero también me atraía el cine.

¿Ser actor?

Me presenté a castings de anuncios, actué en algunos. Y en el 2001 me cogieron para Ciudad sur , serie para Antena 3.

¿Y ahí le vieron los de Cuéntame?

Sí, me vieron aire setentero, me ficharon... y empecé a ser Toni en el 2001, y hasta el 2024.

Veintitrés años de un personaje.

La mitad de mi vida he sido Toni.

¿Le ha marcado?

Le he regalado mi yo, he trabajado sin miedo, con generosidad y honestidad. ¡Y junto a actores buenísimos!

Ana Duato, Imanol Arias, Galiana...

Aprendí mucho. Yo ya sabía que “rodar es esperar”, que decía Fernán Gómez. He escrito capítulos de novelas en las esperas.

¿Y qué decía Imanol Arias?

El personaje de Imanol, Antonio Alcántara, era mi padre... ¡y ya el padre de todos!

Un retrato de la historia de España.

Cuéntame es ya parte de la historia de nuestra televisión. Y con un homenaje al papel de la mujer, mediante Ana Duato.

¿Cómo está Imanol Arias?

¿Lo de su acuerdo con Hacienda? No he hablado de eso con él, no lo he seguido.

¿Qué quiere contarnos en sus novelas?

Que nos devoramos en este mundo, que nadie está a salvo, ni niños ni ancianos.

Su última novela arranca con el suicido de una anciana...

En un inmueble administrado por la octogenaria Felicidad, una Angela Lansbury.

¿Por qué Angela Lansbury?

¡Porque mi abuela se le parecía muchísimo! Veíamos Se ha escrito un crimen .

¿Le gustaba a usted?

Sí, mucho: era una suerte de Hitchcock pero con humor, una persona normal involucrada en un misterio.

Una persona anciana.

Con la pandemia supe de cómo morían en hospitales, residencias, pisos... y me entristeció muchísimo eso.

¿La vejez?

El paso del tiempo. Y la vulnerabilidad.

¿Cómo se imagina usted de anciano?

¿Yo? Ante un gran ventanal con luz, con buenas vistas, rodeado de mucha familia, viendo películas y escuchando audiolibros si la vista me falla para leer, lo que para mí sería una gran putada.

Lo tiene todo muy pensado, veo...

Nuestros ancianos están demasiado desamparados, descolgados por la brecha digital... Deberían estar bien acompañados y cuidados, y más si han cotizado...

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¿Cómo ve la gestión de las residencias de Madrid por Isabel Díaz Ayuso?

Me falta información, me disculpará.

Veo también ancianos en redes...

Si, reels graciosos, y me pregunto si estamos riéndonos con ellos... o riéndonos de ellos. ¡Respetémosles! Me inquieta también la vulnerabilidad de los niños. He escrito unthriller sobre niños atrapados por las redes sociales.

Me llama la atención el título de su primera novela...

No volveré a tener miedo , sí, sí... Es algo que me dije a mí mismo en mi juventud, hacia mis 20 años...

¿Y Las niñas que sueñan con ser vistas ?

Recreo el entorno de una agencia publicitaria, y ahí una chica modelo desaparee durante una fiesta...

Y, por ahora, La matriarca.

Una historia de ancianos, sí. Vino a la presentación una buena mujer que me rogó: “¿Me lo firma para mi madre muerta?”.

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