Un pacto entre generaciones

Es falso el malentendido de la sustitución generacional: el paro juvenil no se soluciona jubilando a más trabajadores mayores para que los jóvenes hereden sus sueldos y cargos. O para que el joven produzca más por menos sueldo. No hay una suma cero entre jóvenes y mayores en el mercado laboral, sino que cuantas más personas de todas las edades trabajan, más empleo y riqueza crean para todos. Lo demuestra Demarco con estadísticas con las que el Banco Mundial hace años que aconseja a los gobiernos que flexibilicen el acceso a la jubilación para que quien quiera seguir trabajando pueda hacerlo con incentivos. Se pide un pacto intergeneracional para que la mayoría trabaje en la medida en que pueda y quiera, porque la Europa de los jubilados –y pronto América– es insostenible.

Hacen caso al Banco Mundial los gobiernos?

No le decimos a nadie lo que tiene que hacer, pero sí aconsejamos a todos sobre envejecimiento y pensiones.

¿Qué aconsejan?

Las personas con más de 65 años se van a duplicar en el mundo, y los países hoy más jóvenes son los que van a envejecer más.

¿América?

Latinoamérica va a envejecer mucho y se va a aproximar a Europa pronto.

Todos los humanos vivimos más años: ¿no es una gran noticia?

Es un triunfo de la humanidad y también un desafío que exige un cambio de mentalidad global: es un error económico, no solo ético, jubilar a una persona mientras se sienta y sea útil. Y a veces se promueve más a los jóvenes cuando las personas nos diferenciamos por más características que por la mera edad.

Los séniors votan más y ya son muchos.

Hay que eliminar prejuicios edadistas del pasado, porque ya no solo se trata de una cuestión ética o estética sino de pura racionalidad y sostenibilidad económica.

¿Trabajar más años o no hay pensión?

No solo eso. Me refiero a que los mayores generan más empleo que los más jóvenes.

No sé si le entiendo...

El empleo juvenil no aumenta cuando aumenta la población que se jubila, sino que el empleo juvenil y las jubilaciones aumentan o menguan en igual proporción.

¿A más viejos jubilados no hay también menos jóvenes parados?

No.

¿No hay una suma cero joven-jubilado? ¿No sustituye cada empleo joven al viejo?

No.

Pues el contrato de reemplazo se basa en esa convicción: un joven por cada jubilado.

Pues no es correcta. En realidad, cuantas más personas hay trabajando, más empleo generan a su vez para todas las edades.

Parece lógico: más trabajadores son más impuestos, consumo, riqueza, empleo...

Con una salvedad: en la Administración sí se observa esa suma cero y a cada jubilado sí le sustituye un funcionario joven.

¿El joven no es más productivo?

Falso: mandar a una persona de 60 años a la jubilación es perder una oportunidad de aumentar la productividad de una empresa.

¿El mayor ya quemado no se cansa antes?

Depende de las tareas. El joven es más productivo en ciertas tareas y menos en otras. Y lo más productivo para todos es la diversidad de edades. La productividad conjunta es más alta en los mayores que en los más jóvenes.

¿Se contrata jóvenes que cobran menos para sustituir a mayores que cobran más?

Cierto. Y por eso aconsejamos a los países formas de retiro gradual que reducen el coste de la masa salarial de los veteranos sin reducir la productividad.

¿Es sostenible el sistema de pensiones si los mayores así aportan menos?

Todo es sostenible o no es sostenible: depende de los parámetros. Y el retiro gradual también es sostenible si se aplica bien.

¿Pero los empresarios lo quieren?

Los empleadores están respondiendo con interés si tienen algún incentivo. Así pueden mantener la productividad con grupos mayores de trabajadores mayores.

¿Y si tú te quieres jubilar cuanto antes?

En los países en desarollo los que más trabajan son los que menos cobran y no tienen pensiones. Los profesionales más cualificados entienden mejor la necesidad de estar activos después de los 60. Pero todo, de nuevo, depende de incentivos y desincentivos.

¿Y si quieres trabajar en otra profesión?

Es otro de nuestros consejos recurrentes: formación continua a todas las edades. Así se prolonga la vida laboral y la prosperidad. Y no se consigue por un mero decreto. Hay que planificar, pactar, seguir y cumplir.

¿Por qué cuesta tanto reformar pensiones, contratos, mentalidades?

Tiene usted razón: hace medio siglo del baby boom y que veíamos venir esta jubilación masiva de millones de personas.

¿Por qué el susto llega ahora?

Al final son siempre cuestiones de incentivos y desincentivos... y ¿quién los decide?

¿Los políticos?

Los políticos tienen un horizonte en el cargo en general limitado y esas reformas tan complejas para hacerlas bien hay que planificarlas, pactarlas, consensuarlas durante muchos años... No basta con un decreto un día.

¿Y a menudo con fases de acierto-error?

En el Banco Mundial los analistas llevamos décadas advirtiendo de esa necesidad, pero los gobiernos van cambiando y no duran todo lo que exige planificarlos.

¿Los mejores países logran pactos transversales más allá del gobierno de turno?

Y se trata de tener la madurez de alcanzarlos. Si se logran esos pactos, los desafíos se convierten en oportunidades y hacen que todos vivamos más y mejor.