“O Estado judío o democrático”
Una de las contradicciones seminales de Israel es que si se concibe como un Estado confesional judío, apunta Grinberg, no puede ser democrático, como tampoco lo son otros estados donde solo los creyentes tienen plenos derechos. De ser confesional, añade, sería un Estado de supremacía judía, como el que defiende Netanyahu. Para ser democrático debería dar los mismos derechos a todos sus ciudadanos de cualquier origen o creencias. Hoy, concluye, el hábil Netanyahu vuelve a utilizar la guerra como su mejor arma política y pone su talento táctico al servicio de los objetivos de una minoría ultraortodoxa y mesiánica que ha logrado destruir, frente a un Hamas cada vez más parecido al Estado Islámico, los puentes de entendimiento entre israelíes y palestinos que podrían dar seguridad y estabilidad duradera a Israel y Oriente Medio.
¿Puede Israel ganar esta guerra?
Netanyahu es un genio táctico, pero con el objetivo supremacista de un líder mesiánico que está arrastrando a Israel, a los judíos del mundo y a Oriente Medio al desastre. Frente a él, Hamas, tras su ataque terrorista del 7-O, se ha convertido en una versión del Isis condenada al fracaso...
¿No ve ninguna salida al conflicto?
...Hoy solo hay esos dos extremistas frente a frente abocados a la guerra total y convencidos de que Dios está con ellos y que este es su momento de la redención.
¿Por qué la comunidad internacional no pone límites a su empecinamiento?
Es lo que esperamos y por lo que desesperamos la mayoría de israelíes: que actúe la Corte Internacional y se aplique la ley, pero nadie frena la dictadura de Netanyahu. Occidente le sigue apoyando con armamento y diplomáticamente. Y la UE ni siquiera amenaza con un boicot comercial.
¿Por qué no pone límites a Netanyahu?
Nadie se atreve a frenarlo ni a controlarlo. Esperan que solucione militarmente la situación; pero el ejército israelí le hace saber que no es posible ganar esta guerra.
¿Netanyahu no cuenta con el ejército?
El ejército israelí por su historia y tradición no es de derechas, sino la concreción de la voluntad sionista, que era un movimiento socialista, de defender a los judíos mediante un estado y un ejército.
¿Y ahora no obedece a Netanyahu?
El ejército es un reflejo de la sociedad israelí mucho más realista que los ultraortodoxos y los mesiánicos que apoyan a Netanyahu, quien ahora ha vuelto a enfrentarse a los militares al ordenarles que sigan ocupando el corredor Filadelfia, que separa a Gaza de Egipto, provocando así que Hamas asesinara a los rehenes, lo que ha llevado a la huelga a los israelíes.
¿Por qué juzga tan hábil a Netanyahu?
Más que creando situaciones es imbatible manipulando a su favor con sus fines supremacistas las heredadas. Tras inspirar el asesinato de Rabin en el 95, por haber pactado con los palestinos, muchos no podíamos creer que ganara las elecciones...
Es el primer ministro más duradero.
Que nos impide convertirnos en un país democrático normal al poner al establishment rabínico por encima del Estado y de toda la sociedad israelí.
Al desmantelar los acuerdos con los palestinos, ¿qué alternativas les dejaba?
Luchar hasta la muerte, autoexiliarse, o rendirse. Netanyahu siempre ha sabido usar la guerra como su gran arma política.
¿Siempre fue así?
A partir del 2017 recordará que empezó una especie de intifada en la que jóvenes palestinos aislados atacaban de forma suicida a colonos con cualquier arma...
¿No fue otro capítulo más de la guerra?
Para Netanyahu fue la gran oportunidad de deslegitimar a los palestinos y demostrar que son incapaces de ser parte en cualquier negociación. Antes varios gobiernos israelíes estrangulan Gaza y la convierten en una prisión.
¿Los gazatíes se someten y él gana?
Con aquellos ataques de puñal cundió el pánico entre los israelíes y se acabó matando también a palestinos inocentes. El ejército quiso impedirlo y juzgó a un soldado israelí que había sido grabado en un vídeo matando a un palestino sin motivo. Netanyahu apoyó al soldado.
¿Netanyahu otra vez contra el ejército?
Al final, entre complejas maniobras políticas, es procesado por corrupción, pero desde el 2019 negocia con habilidad a múltiples bandas elecciones tras elecciones siendo siempre el hombre clave en ellas para formar gobiernos. Genio táctico al servicio de un destino mesiánico: lo que de verdad cuenta es cada palmo de tierra arrebatado a los palestinos.
¿Su objetivo final?
Un Estado de Israel de supremacía judía sin territorios palestinos; pero esa supremacía condena a los ciudadanos a no serlo con todos los derechos si no son judíos.
¿Por qué no puede ser un Estado judío y democrático a todos los efectos?
Si es un Estado judío con derechos reservados para los judios no es democrático.
¿Por qué no hay más conversiones al judaísmo para tener todos los derechos?
Ahora se intenta convertir por ejemplo a inmigrantes de la URSS que no eran judíos, pero llegaron a Israel porque tenían parientes que sí lo eran. Y quieren todos los derechos. Son muy nacionalistas, aunque tienen un partido de rusos considerados izquierdistas, porque son seculares. Ellos, por ejemplo, sí pueden servir en el ejército; los árabes israelíes, no.
¿Ser o no un Estado democrático es relevante para la mayoría de israelíes?
No para los ultraortodoxos y mesiánicos aliados de Netanyahu.