Loading...

“La Iglesia aporta su belleza a toda la humanidad”

Tengo 57 años. Nací en Buenos Aires y vivo en Roma. Soy teóloga, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina. Estoy casada y tengo dos hijos, Tomás (27) y Wlliam (20). ¿ Política? Combatir el sufrimiento. ¿ Creencias? Soy católica. El Papa no toma posturas partidarias. (Foto: Joan Mateu Parra / Shooting)

Emilce Cuda,primera mujer laica en la curia vaticana

Cómo es el papa Francisco?

Una persona tranquila, amistosa, coloquial, de humor fino.

¿Cómo anda de salud, tras su operación hospitalaria?

Una intervención rutinaria, nada de que preocuparse.

¿Desde cuándo trabaja usted con él?

Hace cuatro años me llamó por teléfono a mi casa de Buenos Aires, de madrugada. Lo hizo a través del cardenal Wallet, que me hizo una sola pregunta: “¿Quieres venir a Roma?”.

¿Para hacer qué?

Para conectar, desde la curia vaticana, con las comunidades de América Latina y llamar a la conversión y a caminar juntos.

¿Es verdad que crecen las comunidades protestantes en América Latina?

Ni esto es una competición deportiva ni veo amenaza alguna para el catolicismo.

Es algo novedoso que el Vaticano confíe en una mujer y laica.

Esto es una señal elocuente de que el papa Francisco está enraizado en el mundo.

¿Qué pensó usted ante su propuesta?

Pensé en mi padre, fallecido siendo yo adolescente. Mi padre era muy creyente, era latinista, y soñó con tener un hijo varón y que un día se ordenase sacerdote.

Su padre iba fuerte...

Mi padre lo tenía claro: “¡No existe una carrera más completa que esa!”, sostenía.

Quizá su padre soñó con un hijo Papa.

“No hay que correr, la vida es muy larga”, repetía ante las ambiciones.

Pero le nació una niña.

Al morir él, para costearme los estudios que elegí, las carreras de Filosofía y de Teología, tuve que ponerme a trabajar como costurera... ¡Ay, si me viera hoy!

¡Le vería despachando hoy con el mismísimo Papa, en la curia vaticana!

Soy doctora en Humanidades y soy doctora en Teología. Presido la Pontificia Comisión para América Latina. Y soy miembro de la Pontificia Comisión de Ciencias Sociales. Ah, y también de la Pontificia Comisión ProVita.

¿Habrá mujeres sacerdotes algún día?

Este asunto interesa mucho aquí en Europa, pero le aseguro que no es tema en el resto del mundo, en el que resultan imperativas necesidades mucho más básicas.

¿Cuál es el tema importante, entonces?

La encíclica papal Laudato sia (alabado seas) lo resume bien: su enfoque social pone al pueblo trabajador en el centro de todo para poder superar un día la actual crisis civilizatoria, que es ecológica y es socioambiental.

Descríbame el calado de esta crisis.

El mundo actual está inmerso en una productividad extractiva que nos destruye, que es contraria a los pobres y contraria a la Tierra: debemos atender a su clamor.

Muchos opinan que si el Vaticano vendiera sus tesoros, podría repartir riqueza.

Dígale a esos muchos que esa mirada suya es de carácter capitalista.

¿Ah, sí?

Claro, la Iglesia católica no está aquí para andar mercadeando. Lo que hace la Iglesia es aportar belleza al mundo, es para todos, para el alma de toda la humanidad.

Del problema de la gestación subrogada, ¿qué opina hoy el catolicismo?

No puedo responder a eso, puesto que no soy doctora en bioética.

Pero está en una comisión ProVita...

Entendemos que la vida es la que se extiende entre el propósito de aborto y el propósito de eutanasia.

La vida humana entera.

Eso es, y nos corresponde organizarla sindicalmente para que sea una vida humana digna. Y aquí entra en juego el papel de la política, el imprescindible y necesario papel de la política.

Ay, los enredos de la política...

Está clarísimo que en los países en que los trabajadores están bien organizados sindicalmente, emigran menos trabajadores.

¿El papa Francisco es peronista?

No.

¿Seguro?

Y si lo fuera... ¿qué tendría eso de malo?

Buena pregunta: ¿tendría eso algo de malo?

Tanto si dijese que el Papa es populista como si dijera que no es populista se desprendería una toma de postura partidaria. Y el Papa no toma posturas partidarias.

¿Y por qué no?

Porque el Papa procura la conciliación entre todas las partes y defiende los valores de todos los trabajadores, como establece la doctrina social de la Iglesia.

Es discípula de Ernesto Laclau, inspirador de varios fundadores de Podemos...

No me corresponde hablar de esto.

¿Qué consigna les imparte el Papa a ustedes en el Vaticano?

“O nos unimos o nos hundimos”. Y es cierto: durante dos mil años ha sido así.

Apúntate aquí a la newsletter de La 'Contra', cada domingo en tu buzón