Reinas juegan y ganan
Si desde niño todos me hubieran dicho que las mujeres eran mejores en ajedrez por ser físicamente más fuertes, hoy me resignaría a no ganarlas. Y me temo que eso les suceda hoy a las ajedrecistas como Muzychuk, quien explica que los varones copan los podios por tener “más histamina”. Apunto que tal vez lleguen menos chicas a la cumbre del ajedrez simplemente porque hay menos en la base. Del mismo modo, los hombres copaban antaño la élite de la ciencia y para explicarlo circulaban peregrinas teorías de superioridad intelectual, hoy desmentidas por los hechos después de que millones de mujeres se hayan incorporado con brillantez a la investigación a todos los niveles. Y un día igualarán en número a los ajedrecistas y, al cabo, también en títulos. No es cuestión de género, sino de porcentaje.
Quién le enseñó a jugar?
Mis padres tenían 23 años y aún estaban en la universidad cuando nací mientras estudiaban para ser entrenadores profesionales de ajedrez.
¿A qué edad jugó por primera vez?
A los dos años. Mi hermana y yo apenas sabíamos decir algunas palabras, pero fuimos aprendiendo a mover las fichas. Las lecciones duraban apenas 15 minutos, porque no aguantábamos más quietas.
¿Y ya empezó a ganar campeonatos?
Empecé a ganar campeonatos locales a los 5 años, pero la verdad es que yo no los recuerdo: me lo han contado mis padres.
¿Ya era usted famosa en Ucrania?
No había cumplido los 10 cuando gané el campeonato de Ucrania y así pude disputar ya campeonatos internacionales y ser la primera en el europeo infantil, luego en el juvenil, quedé segunda en el mundial...
¿Jugó también para Eslovenia?
Me apoyaron y jugué con ellos unos años, pero ahora sólo juego con la selección de Ucrania.
¿Por qué mujeres y hombres compiten en categorías separadas?
Hay una categoría para mujeres y otra en la que juegan mujeres y hombres; pero los mejores jugadores son hombres.
¿Por qué?
Porque, aunque el ajedrez parezca solo mental, en realidad la fortaleza física marca la diferencia y también la bioquímica: los hombres tienen más histamina.
Algo parecido decían antaño para justificar que hubiera menos científicas.
El hecho es que los varones aguantan mejor los largos entrenamientos de ajedrez gracias a su mayor fortaleza física.
¿No será porque hay más ajedrecistas varones, ergo, también más campeones?
No creo. Tal vez reduzcamos esa diferencia entre hombres y mujeres ajedrecistas, pero no creo que lleguemos a superarlos.
¿Usted perdió un título por negarse a ponerse velo?
Rechacé jugar en Riad, porque para poder defender mi título mundial me exigían que me pusiera el velo. sí. Y por esa razón me privaron del título.
¿Le apoyaron los demás jugadores?
Algunos y algunas sí; otros, no.
¿Se ha arrepentido alguna vez?
En absoluto. Lo volvería a hacer.
¿La invasión de Ucrania también afecta a su carrera ajedrecística?
Mi hermana y yo abandonamos nuestra casa después de que cayeran misiles cerca. Ahora vivimos en València; pero nuestros padres y amigos siguen en Ucrania.
¿Mantienen alguna relación con ajedrecistas rusos?
Nuestra relación con los jugadores rusos me temo que ha empeorado.
¿Les atribuye alguna responsabilidad si no condenan la invasión de su país?
No dejo de pensar, al jugar contra ellos en los campeonatos, que sus familiares no están en peligro como los nuestros.
¿Por qué el ajedrez sigue siendo el juego de mesa más popular del mundo?
Porque cada partida es diferente. No importa cuantos miles de partidas hayas jugado. Cada vez que te pones delante de un tablero todo vuelve a empezar.
¿Enseñará a jugar a sus hijos?
A mover las fichas, sí; a ser profesionales, no.
¿Por qué no? A usted y a su hermana Maria les ha ido muy bien.
Pero no quiero para mis hijos ese tipo de presión de los campeonatos. En cambio, sí que recomiendo a todos los padres que enseñen ajedrez a sus hijos.
¿Por qué?
Porque mejora el rendimiento escolar al aumentar la capacidad de concentración y memoria; enseña a seguir unas reglas y a respetar al adversario; y cómo gestionar tu tiempo; a diseñar estrategias...
¿Las habilidades ajedrecísticas mejoran con la edad?
Me temo que no. Después de los 40 es más difícil concentrarse y te cansas antes al tiempo que la memoria empeora. Y hoy el ajedrez exige memorizar muchísimo.
¿Por eso nos ganan las máquinas?
En 1997 ya ganaron a Kaspárov y, además, las máquinas han mejorado mucho desde entonces. No sé si el cerebro humano también.
¿Su jugador favorito?
Judit Polgár. Además mi hermana y yo la conocemos. De pequeña me gustaban las jugadas brillantes con sacrificios astutos y combinaciones deslumbrantes como las de Kaspárov.
¿Y ahora?
Soy más pragmática. Y eso nos permite a mi hermana y a mí estar entre las diez mejores jugadoras del mundo hace años.
¿Cómo puedo mejorar mi juego?
Diviértase y ya habrá ganado.