“Somos abogados que actuamos en nombre del planeta”

Tengo 68 años. Nací en Nueva York y vivo en Londres. Estoy casado con Martin Goodman. Llevamos problemas medioambientales ante los tribunales. El gran tema que no se está tratando políticamente es el cambio climático y la pérdida de la naturaleza, porque la vida humana depende de ello. Soy sacerdote zen. (Foto: Ana Jiménez)

James Thornton,abogado ambiental, fundador de Client Earth (cliente tierra)

Su cliente es el planeta Tierra?

Sí, somos abogados que actuamos en nombre del planeta y por tanto en nombre de cualquier ser que vive en él. Todos ustedes son clientes míos, lo que pasa es que no lo saben.

Empezó siendo el llanero solitario que litiga por la salud de la Tierra.

Mi primera gran tarea a los 22 años, en la época de Ronald Reagan, fue hacer el trabajo del gobierno federal y conseguir que se cumplieran las leyes ambientales. En seis meses tuve 60 casos por contaminación del agua y los gané todos. Pronto pasé a más de cien. Avergoncé al gobierno de Reagan.

Cuénteme un caso.

Pocas empresas muy grandes tenían los derechos de propiedad de la costa desde Los Ángeles hasta la frontera mexicana y querían edificarlo todo. ¿Cómo paraba yo eso?

La ley las emparaba.

Un día en mis meditaciones me vino la imagen de un pequeño pájaro. Busqué alguna especie en esa zona costera en peligro de extinción y ese fue mi cliente.

Se convirtió en un caso modelo de cómo proteger la biodiversidad.

Y permitir de paso que la economía siga desarrollándose. Grandes zonas de la costa quedaron protegidas y en otras construyeron y crecieron en valor, se triplicó.

Su oenegé Client Earth se enfrenta a gobiernos; ¿cómo gana?

Aplicando la ley. Le daré un ejemplo: el Reino Unido tiene una ley que dice que debe eliminar sus emisiones de carbono en el 2050 y se deben ir reduciendo año a año.

Una buena ley que nadie cumple.

Exacto, así que llevamos a juicio al gobierno en sus propios tribunales y los ganamos, los obligaron a presentar un plan realmente bueno que nos lleve a emisiones cero.

Bravo y gracias.

Es la segunda vez que ganamos al gobierno británico, y le explicaré otro caso muy bueno relacionado con toda Europa, el primer caso realmente grande cuando éramos todavía muy pequeños, en el 2009.

Cuénteme.

Llevamos a juicio al gobierno de Alemania porque de allí salen los coches diésel, pleiteamos en Stuttgart, Düsseldorf, Munich, los ganamos todos y la gente dejó de comprar coches diésel, hemos mejorado la salud de cientos de miles de personas, es fantástico.

Pero ¿cómo ha llegado hasta aquí?

Dejé Nueva York y me fui a Los Ángeles porque mi maestro zen me lo pidió, me dijo que allí había muchos problemas ambientales y que debía ocuparme de ellos, ¡como si fuera tan fácil! Pero bueno, era mi maestro.

¿Qué hizo?

Creé una compañía de abogados y seguimos ganando casos. Cuando me trasladé a Inglaterra, hace 15 años, quise crear una asociación sin ánimo de lucro europea, Client Earth, y fui abriendo despachos en distintos puntos. Ahora también estamos en Pekín, en Los Ángeles y en Tokio.

Está montando una gran red.

Somos 300 abogados de 30 países diferentes. y la mayoría mujeres, más del 70%. ¡Brillantísimas! Y ya que estoy aquí, en España, déjeme hablar de la oficina de Madrid.

Adelante.

Está litigando para que no se construya un aeropuerto en el estuario del Tajo, la mayor zona de nidificación de aves migratorias en Europa occidental.

Hay que ser tocho.

Y trabajamos para que se respeten las zonas marinas protegidas por ley. Además, la pesca sale ganando porque se cría más vida, ¡es loco que no se haga desde el Gobierno! Y que seamos los ciudadanos los que les obligamos a cumplir la ley, pero funciona.

¿Va a llevar a juicio a la Comisión Europea?

Es probable, por etiquetar el gas como energía verde cuando es una anergia fósil como el petróleo.

¿Dónde nacerá la civilización ecológica?

Debe abarcar todo el planeta, pero por el momento este concepto está surgiendo en China y es profundo, están planificando cómo transformar el sistema. ¿Sorprendida?

Sí, solemos pensar que China contamina.

Trabajamos con ellos y con los mejores cerebros internacionales para proyectar una civilización verde, que implica cambiar desde los transportes hasta el sistema agrícola, el económico y el sistema judicial.

¿A cuántos gobiernos ha sentado en el banquillo?

Al británico, belga, alemán, polaco y cientos de empresas. Hemos formado a 1.500 jueces y 1.000 fiscales en China para que puedan plantear más y más casos de litigación ambiental en el interés público y llevan 80.000.

Dicen que tienen ustedes a los mejores abogados.

Jóvenes brillantes y despiertos que prefieren salvar al planeta, ser sus defensores, que triplicar su sueldo. Y colaboramos en países africanos, enseñándoles a ganar casos.

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