Benditos analgésicos
Escribo esta Contra atiborrado de analgésicos, porque una piedra en el riñón ha empezado a darme guerra. No lo sospechaba el día que conversé con el doctor Julius, autoridad mundial en el campo del dolor. Ahora le preguntaría cómo se las apañaban nuestros antepasados cuando todavía no existía la amplia panoplia de analgésicos sintéticos que están salvándome transitoriamente de un dolor incapacitante. Ha dictado conferencia magistral para la Acadèmia de Ciències Mèdiques i de la Salut de Catalunya i Balears (en su 150 aniversario) , en colaboración del CIBER. Sus estudios inspiran las investigaciones del catalàn Pere Clavé.
Qué es el dolor?
La alarma que tu sistema nervioso envía de que algo lesivo amenaza tu organismo.
Una protección, pues.
Y puede devenir insufrible. Nos conviene aprender a conocerla bien y regularla.
¿Y ese es su cometido, doctor?
Sí, estudio los mecanismos del dolor.
¿Le han premiado con el Nobel por eso?
Por mis experimentos con la capsaicina.
¿Qué es la capsaicina?
¿Le gusta la comida picante?
Moderadamente.
La capsaicina es la molécula causante de la pungencia de chilis o guindillas.
¿Pungencia?
Sensación de ardor. Desde grados leves hasta elevadísimos. La capsaicina les evita ser devorados por algunos herbívoros.
¿Y de qué nos sirve a nosotros?
He descubierto que tenemos neuronas sensoriales receptoras de capsaicina.
Ah.
Las llamo nociceptores.
¿Y en qué me ayudan mis nociceptores?
Te insensibilizan ante ciertos dolores. Mediante aplicación de capsaicina, al captarla el nociceptor se interfiere la transmisión neural del dolor, aliviándolo.
¿Una suerte de analgesia?
Así es, resulta útil en casos de neuralgias, neuropatías, dolores y picores cutáneos...
¿Mejor que otros analgésicos?
No tiene indeseables efectos secundarios.
¿Podremos dominar el dolor, doctor?
Podemos interferirlo allá donde se origina o allá donde el cerebro lo interpreta. Con una precisión que debo hacer: el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.
Explíquese.
En todo dolor hay un componente objetivo y otro subjetivo, que es el sufrimiento.
O sea, depende de cada persona.
No hay un umbral universal del dolor: su percepción es subjetiva, es muy variable.
¿Puede medirse el grado del dolor?
Aún no. Pero un día conseguiré mediciones por neuroimagen: ya estamos viendo cómo se activan áreas del cerebro ante ciertos receptores electroquímicos.
¿Aplacaremos un día todos los dolores?
Los fármacos analgésicos han evolucionado mucho: hoy permiten vivir a personas antes torturadas. Hay margen de mejora.
¿Hacia dónde?
Evitar adicciones a fármacos opiáceos.
¿Vivimos entre el placer y el dolor?
¿Me obliga a filosofar? Es muy fina y sinuosa la línea entre dolor y placer. Un placer intenso puede hacerte llorar de dolor.
¿Hay sesgos culturales en la percepción dolor/placer?
Parece que sí los hay.
¿Hay distinta percepción del dolor en mujeres y hombres?
Observamos entre mujeres una prevalencia mayor de ciertos síndromes dolorosos de tipo gastrointestinal, como el síndrome del intestino irritable, o fibromialgias...
¿Hay dolores particulares de hombres?
Los relativos a la próstata.
¿Qué dolor es el más intenso que ha sentido, doctor?
El de apendicitis, que padecí de muy niño: no olvido aquel dolor ardiente. Fue el primero y el más intenso de mi existencia.
Quizá aquel recuerdo doloroso le ha traído hasta aquí.
No sé... Es curioso que para verbalizar dolores recurramos a palabras como fuego, ardor, quemazón, hielo, pinchazos, cuchilladas, cortes, presión, golpes...
Dicen que nada más doloroso que un parto, o quizá un cólico nefrítico...
No olvide el cáncer de huesos.
Iba a hablar de caries, pero me callo.
Debemos investigar más y más sobre el dolor y sus tratamientos: fisioterapias, osteoterapias, ejercicio físico, estilo de vida, dieta, meditación, contemplación...
¿Podría así reeducar mi umbral y sufrir menos?
Conviene investigarlo y testarlo, hay que ir por ahí.
Doctor: ¿el dolor es de pobres?
¿Perdón?
Supongo que los ricos tienen más recursos para paliar sus dolores.
Es básico disponer de un buen sistema sanitario de acceso lo más universal posible a todos los tratamientos médicos.
Claro.
Hay actualmente en Estados Unidos una epidemia de muertos por sobredosis a causa de la automedicación con opiáceos, que son tan adictivos... Eso podría evitarse si lográsemos extender una atención médica más amplia y cuidadosa, usar fisioterapias...
Del 0 al 10: evalúe el sistema sanitario estadounidense.
No puedo: debería compararlo a los del resto del mundo. Lo que yo sí querría es que todos accediesen a la mejor medicina.