“Sacaré del Valle a mi abuelo para enterrarlo junto a mi abuela”

Tengo 56 años. Soy de Capellades (Anoia). Soy catedrático de instituto de enseñanza secundaria de lengua y literatura catalana y escritor. Estoy casado, tengo dos hijos, Bernat (12) e Itzel (9): lograré un funeral para su bisabuelo. ¿ Política? Escéptico. ¿ Creencias? Creo en la vida

Joan Pinyol,catedrático de instituto y escritor, autor de ‘Avi, et trauré d’aquí!’

Cómo se llamaba su abuelo?

Joan Colom Solé. Era el padre de mi madre.

¿Su madre vive?

Laura Colom, en Capellades. Tiene 92 años.

¿Recuerda ella a su padre?

Sí, tenía ocho años al ser él reclutado por el ejército republicano, octubre de 1938.

Poco tiempo le quedaba a la guerra...

No hubiese sido reclutado si los franquistas hubiesen avanzado rápido. Pero Franco avanzó despacio para ir aplastando.

¿Qué edad tenía entonces su abuelo?

40 años. Teresa, su esposa, quedó en la casa con tres hijos: Laura era la pequeña.

¿Enviaron a su abuelo al frente?

A retaguardia, y el frente le atrapó a él.

Llegaron las tropas franquistas.

Así es, y fue hecho prisionero y hacinado en el claustro de la Seu Vella.

Lleida.

Sí, un campo de concentración. Se carteaba con su Teresa.

¿Conserva usted las cartas?

Sí, tranquiliza a su esposa y espera avales que le liberen: nunca estuvo en política.

¿A qué se dedicaba Joan Colom?

Albañilería, construcción: con su padre hicieron la gran piscina de Capellades, aún en uso. Fue inaugurada en 1934, pero llegó la guerra y jamás cobraron la obra.

¿Consiguió su abuelo los avales?

Contrajo un tifus y en marzo de 1939 moría en la enfermería de la Seu.

Pobre Teresa.

Fue a recuperar el cuerpo de su marido: ya estaba enterrado, le ordenaron largarse.

Inhumano... ¿Dónde lo enterraron?

Fosa común, en el cementerio de Lleida.

¿A cuántos kilómetros de su casa?

Cien kilómetros. Mi abuela los recorrió toda su vida para dejar flores en el suelo.

¿En el suelo?

Nunca hubo monolito alguno que honrase a los muertos allí enterrados. Me chocaba de niño, hasta que entendí la guerra.

¿Iba usted también allí a dejar flores?

Con mi abuela, luego con mi madre. La abuela murió en 1977... sin saber la verdad.

¿La verdad?

Que llevaba flores a una tumba vacía.

¿Vacía?

Mi abuelo estuvo enterrado ahí de 1939 a 1965: ese año se llevaron en secreto sus restos, profanando a esos muertos.

¿Quién los sacó? ¿Adónde los llevaron?

Lo supe en el 2008: hasta entonces mi madre y yo llevábamos flores a esa fosa...

¿Y cómo lo supo?

Cayó en mis manos un ejemplar de la revista Sapiens , hablaba de una investigación de la historiadora Queralt Solé.

Investigación sobre...

El secreto del Valle de los Caídos. Los nombres de los miles de muertos trasladados por Franco desde las fosas catalanas . Eso.

Glups...

Revisé la lista de nombres, por el morbo de ver si figuraba alguien de Capellades...

Sin pensar en su abuelo.

No, a mi abuelo le creía en Lleida, claro. Y veo ahí que figura uno de Capellades...

Y su nombre era...

Joan Colom Solé. ¡Mi abuelo! Ver su nombre fue un shock para mí.

¿Por qué Franco exhumó el cuerpo de su abuelo, entre otros, y se los llevó?

Por llenar su mausoleo: le faltaban muertos, pues las familias de su bando se negaban a cederlos al Valle de los Caídos.

¿Y se puso a robar muertos enemigos?

Tal cual, sin informar de nada a los familiares de esos muertos.

¿Cómo se lo dijo usted a su madre?

Esperé un día tranquilo, ella sentada, atenta... Y yo le dije: “Tu padre está enterrado al lado de Franco”.

¿Cómo reaccionó ella?

“¿Justamente ahí?”, dijo con pena infinita. Y fue a su habitación y me trajo las cartas de su padre a su madre, cartas que hasta ese día yo desconocía que existían.

¿Qué sintió usted entonces?

Que mi obligación familiar era sacar a mi abuelo del Valle de los Caídos.

Ya han pasado 14 años desde que lo supo en el 2008...

Y sigo luchando para sacarle de allí.

¿Tan difícil es eso?

Hay avances y retrocesos. Al menos ya he podido ver y casi tocar la caja que contiene los huesos de mi abuelo Joan.

¡Oh! ¿Cómo fue eso?

En el 2010, el gobierno socialista permitió a un grupo de familiares ver el estado de las criptas: por una obertura vi columbarios de madera, rehechos en 1990, uno el de mi abuelo. Grité con desgarro: “¡Abuelo, te sacaré de aquí!”. Y lloré.

¿Qué hará el día en que consiga sacar a su abuelo? Y le deseo que sea pronto.

Quiero que repose eternamente junto a su esposa Teresa en el cementerio de Capellades. Y que mi madre viva para verlo.

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