Contra otros gigantes

Boadella, que se enfrentó a un consejo de guerra franquista, se fugó de la Modelo y se mofó del auge del pujolismo, ahora no se pasa ni un pelo con el virus. Y hasta lo veo un poco hipocondriaco (dice, preocupado, tener algo de fiebre). Por lo demás, sigue embistiendo gigantes, ahora tras los molinos del culto vacuo a la modernidad, o el papanatismo de la corrección política de las caballeras feministas que le exigen cuotas en el teatro, que siempre fue último refugio de la equidad y la diversidad. También reivindica la ejemplaridad y, cuando aspira a ella, la aristocracia, otra manera de hacer teatro como es el de la tradición, al cabo. Y le basta con deslizar un par de nombres de posibles presidentes de la república para lograr que la monarquía parezca de sentido común.

Se alegra de haberse ido a Madrid?

Me fui a Madrid, porque en Catalunya no me daban trabajo.

Es que usted no paraba de meterse con Pujol.

Aparte del enanito en Catalunya, la verdad es que en Madrid me lo pusieron fácil para hacer lo que realmente me interesa que es la lírica.

¿Por qué?

Porque el teatro hoy se ha vuelto sociología y ha renunciado a la estética. Y a mí me interesa la representación y la música, que son el arte más directo.

¿Madrid rimaba con lo suyo?

Me dieron la dirección de los Teatros del Canal con la orquesta y coros de la comunidad.

¿Y la corte da para la lírica? ¿Una ópera?

El emérito más que una ópera tiene una zarzuela, pero una zarzuela con enjundia. Y con Corina en la Zarzuela...¡Qué gran libreto!

Ya tarda, porque "The Crown" es un plúmbeo y superable subproducto del "Hola" .

No me interesan las pantallas.

¿Por qué?

El teatro en pantalla es un teatro con preservativo, como la conversación por pantalla.

¿Le asusta el virus?

Me asusta, porque no soy político. Si se fija, todos los políticos pasan la covid sin fiebre ni dolor ni nada: Bolsonaro, Trump, Macron, Sánchez, Iglesias... Y muchas ministras.

En cambio, el teatro casi se muere de esta. ¿Ya agonizaba?

El teatro sufre la competencia de los políticos, que cada vez venden más ficción. Y los humanos necesitamos ficción, porque sin ficción no podrías ni enamorarte ni ilusionarte ni vivir.

¿Pero hoy la política nos da demasiada?

También, porque a mucha gente le gusta ser engañada; pero con el abuso habíamos llegado a la enfermedad mental colectiva. Antes era la religión la que servía ficción a las masas para calmar ansiedades y vender sueños, hoy la sirve la política.

¿Por eso la política ha dejado de ser gestión para ser gesticulación?

Ha perdido la ejemplaridad. Los políticos han renunciado a ser ejemplares. Y los que se dicen alternativa al régimen del 79 ya han demostrado que solo saben hacer tuits.

¿Las confesiones del emérito y de Pujol son su renuncia pública a ser ejemplares?

La religión enseñaba ejemplaridades y el pueblo trataba de imitarlas. Pero esas dos confesiones fueron diferentes, porque Pujol, en comparación, carecía de proyección internacional.

¿Cómo ve Catalunya?

Catalunya siempre se aleja de la realidad para luego volver al sentido común: desde finales del XIX Catalunya es ese ir y volver.

¿Siempre delante o siempre detrás de España?

En los ochenta y parte de los noventa marca el camino al resto de España en cultura, reivindicaciones, asociacionismo… Catalunya siempre es locomotora de España mientras mantiene cierta lealtad a las estructuras del Estado.

¿Con una república nos iría mejor?

Si usted piensa en los personajes que podrían llegar a presidentes de esa república, llegará a la conclusión de que cuesta menos mantener cierto decoro con la monarquía.

¿Por qué?

El problema de una república es precisamente lo que se considera su mayor virtud: que el presidente pueda ser cualquiera.

Dedica un libro al duque de Segorbe. ¿Por qué le interesa su genealogía y no la de su propia familia?

Porque me fascina que alguien se sienta obligado, como se siente el duque de Segorbe, a estar a la altura de sus antepasados, que se remontan hasta el 711, la marca hispánica y Hugo I, el primer conde de Empúries. Los demás hemos perdido ese incentivo para la ejemplaridad.

Muchos apenas sabemos quién era nuestro bisabuelo.

Es lo que me pasa a mí, pero admiro la devoción del duque por la belleza y por preservar su enorme patrimonio histórico para todos. Y yo le enseñé catalán a su hija Sol, actual condesa de Empúries, para que se dirigiera a su pueblo, Empúries.

¿La genealogía más rancia es la del duque de Segorbe junto a los Alba y los Borbones?

El caso es que el duque, aun casado con una prima de Juan Carlos, no quiso unirse al círculo de aduladores del emérito, porque en él se respetaba más el dinero que la cultura.

¿Dinero y cultura no son inseparables?

Al dinero le interesa dominar el presente e hipotecar el futuro, pero al arte le interesa muy poco el futuro.

¿Por qué?

Por lo mismo por lo que niego la creación.

Yo creí que usted era un creador.

Ningún artista puede decir que es creador, porque todo el arte vive del pasado. Y tenemos a nuestras espaldas 2.500 años de historia del arte bien conocida para revivirla.

Le van a llamar viejuno.

A los 40 años ya me insultaban así. Y es un honor. Porque hoy ya nadie usa ya la palabra maestro, solo los toreros. Los artistas quieren darte lecciones a los 20 años. Y hacen basura.

¿Las feministas también le insultaron?

Querían imponer cuotas feministas en el teatro, que siempre ha tratado y pagado igual a las actrices igual que a los actores. Esas caballeras que me olviden.

¿Y Anson le vetó de académico en la RAE?

Para “no provocar a los catalanes”. Y me hizo un favor, porque así ya no tengo que molestarme en ir a sus sesiones.