Catalán y universal

“Es un diseño insuperable, merecería un gran premio de diseño industrial”, dijo del porrón Agustí Altisent, abad de Poblet. Y es verdad. Me lo cuenta Josep Maria Rovira i Valls, enamorado del porrón, que dedica todo un libro, El porró (Cossetània), a documentar “el largo viaje del recipiente catalán más universal”. Rovira es publicitario (en la agencia TGD), activista cultural (editor y director de la revista Cultura i Paisatge de la Ruta del Císter ), comprometido con la promoción de Valls y del Camp de Tarragona: calçots , castells y porrón son una tríada catalanísima con la que hermanar Valls y el mundo. Rovira colecciona doscientos porrones de todos los tipos, y cada uno cristaliza la historia de una búsqueda.

Cuándo vio su primer porrón?

Mi madre alzaba el porrón y vertía un chorrito de tinto en la hogaza de pan de la merienda...

“Fa sang”, nos decían...

Pan con vino tinto y azúcar: ¿usted también?

Sí, en el pueblo de mi abuelo paterno.

En la mesa de mis abuelos, en Cabra del Camp, el porrón presidía la mesa. Y había porrón en casa de mis padres, también.

¿Le dejaban beber del porrón?

Los niños practicábamos con uno de plástico, pequeño. Yo veía a mi padre beber vino en porrón. Y, en las calçotades y en las sardinadas, ¡corría el cava en porrón!

¿Lo hacía bien, su padre?

¡Sí! Ni una gota iba a la pechera. Así se bebe: se levanta el porrón, se aleja a un palmo de los labios... o más... y nada se derrama. Hoy hay concursos de beber en porrón.

No lo sabía.

El campeón actual aguanta siete minutos, porrón en alto, bebiendo. Un porrón muy calibrado: mana muy bien.

Mi tío Víctor, chorro en la frente...

...le bajaba hasta la boca: estilo libre. Si el vino va a la boca, no al suelo o a la ropa, ¡bien!

¿Desde cuándo tenemos porrones?

Hubo en Roma recipientes de vidrio con forma de porrón, pero eran perfumarios o ungüentarios: no para beber vino.

¿No es porrón, pues, si no es para vino?

¡Eso! La palabra “porrón” viene de una medida fija de vino en un pote cerámico: “¡dame un porrón!” era pedir una medida de vino.

¿Y cuándo nace el porrón actual?

En el siglo XVII, en Barcelona. O quizá en Mataró. ¡El porrón es catalán, eso es seguro!

¿Cómo lo sabe?

Porque sólo había hornos de vidrio en Mataró y en el Pla d’en Llull, Barcelona (hoy Poblenou) desde el siglo XIV... Por eso.

¿Desde ahí se expandió por Catalunya?

Sí. Hasta Mallorca (Algaida) con la familia Gordiola: dominan la técnica. Y a Altare (Savoya), a Valencia, Cartagena... y a Venecia.

¡Venecia!

Los porrones à la façon de Venice son de técnica catalana, asevera Jaume Barrachina.

¿Hay varios tipos de porrones?

El valenciano, barral : parece una setrillera , para beber cerveza o clara . El mallorquín, ambarino, ornado de cordones de vidrio. Y de vidrio de color rojo rubí, o azul...

Preciosos, los veo... ¿Hay más tipos?

El rosellonés. Y el de barco o de carro, amplio de culo. Y el de nevera, más bajo. Y el de segador... Y los hay con decoraciones talladas a la piedra, o esmeriladas al ácido...

¿Qué tipología es su favorita?

El porrón suntuoso, decorado por artistas modernistas o noucentistas, como Ginés Cirera: aquí lo tengo, mírelo... Pero me cautiva también mucho este porrón de duelo, ¿ve?

¿De duelo? Veo que es de vidrio grisáceo, como ahumado...

Porque es un porrón para velatorios. Es una rareza. Lo hallé en Fraga. Hubo vajillas con ribetes negros: el que tenía una, la alquilaba.

¿Qué rasgos caracterizan al porrón catalán clásico?

Es un vaso de vidrio compuesto de buc (cuerpo del recipiente, esferoide), broc (cilindro superior, para llenarlo), también llamado coll (cuello)...

Por ahí se empuña, claro.

Sí, con una mano, y el codo en ángulo recto: alzas y decantas el porrón, que puede ser de coll recte o de coll tort (levemente inclinado atrás, para evitar derrames). Y entonces el vino brota por el galet , pitorro con forma de cuerno de toro.

¡No había reparado en tal semejanza!

¡Pues Picasso sí reparó! De hecho, él veía en el ritón grecolatino (cuerno de toro para libaciones) el ancestro del porrón: vertían un chorro al suelo, siempre,¡tributo al dios Dionisos! Para Picasso es un símbolo erótico.

Tiene mucho sentido.

Picasso pintó, en muchos de sus cuadros, un porrón. ¡Para Picasso, el porrón es el gran símbolo de Catalunya! Y otro pintor, Joan Miró, tuvo siempre un porrón en su estudio.

¿Algún otro artista?

Gaudí coloca uno en la cripta de la Colonia Güell. Bigas Luna comparó el porrón con el pecho femenino en su película La teta y la luna . Veía en el porrón, los calçots y loscastellstres miradas al cielo de los catalanes.

¿Hay porrones en la literatura?

Alexandre Dumas describe un porrón..., con menosprecio. Y Narcís Oller, enalteciéndolo. Y Josep Maria de Sagarra. Y Rusiñol...

¿Y en la historia?

El general Prim envió a Puerto Rico como gobernador de la isla a su amigo el general Baldrich, que se fue allá ¡con su porrón!, que usaba en las fiestas que montaba.

¿Para qué vino es ideal el porrón?

Vinos frescos y jóvenes. ¡Pero pruebe a beber cava! O un vino de reserva: ¿por qué no?

¿Está el porrón en retroceso?

No. El franquismo llegó a prohibir el porrón, por catalanísimo. ¡Pero el porrón resiste! Tiene futuro: de vidrio, sostenible, no lo limpias, ecológico... Enseñé a mis hijas a beber en porrón, y también enseñaré a mi nieta.