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"El arte salvará la economía del país, ¡el arte nos salvará!"

Tengo 66 años. Soy de Sant Cugat de toda la vida, de varias generaciones. Soy galerista de arte desde hace 40 años. Estoy casado y tengo tres hijos, Àlex (31), Cristina (28) y M. Àngels (26). Soy de centroizquierda. Soy creyente no practicante. Apoyemos a los nuevos artistas

Josep Canalsgalerista de arte

Cómo se hace uno galerista?
Soy de familia campesina de Sant Cugat, pero mi padre tenía inquietudes artísticas: leía, escribía poemas...

¿Y usted?
La sensibilidad paterna me llevó a cursos de arte en el casal parroquial... Descubrí el arte de vanguardia: salía de su santuario y grandes artistas se implicaban en artes populares como cerámica, tapiz...

¿Qué artistas?
Miró, Picasso, Dalí, Ràfols-Casamada, Subirachs, Muixart... y se acercaban a la Escola Catalana del Tapís, que estaba en Sant Cugat.

¿Qué escuela es esa?
Puntera del arte del tapiz en España, creada a principios de los sesenta por Josep GrauGarriga, por encargo del empresario textil Miguel Samaranch. Injustamente olvidada.

¿Qué aportó?
Renovó la artesanía y el arte del tapiz a escala nacional e internacional. Tuve la fortuna de asistir a ese florecimiento...

¿Quiso ser usted uno de esos artistas?
Estudié Artes y Oficios, y en la facultad de Bellas Artes conecté con la sensibilidad artística del momento y quise difundirla.

De ahí lo de galerista.
Sí, para sembrar y cultivar: como un campesino, pero de artistas. Artistas de vanguardia. Fomenté la emergencia de jóvenes artistas y valores locales, porque Sant Cugat ha tenido siempre gran potencial artístico.

¿Desde cuándo?
¡También el arte románico fue vanguardia en su momento, aquí! Y en 1977 fundé la Biennal Mostra d'Art Contemporani Català.

¿Y a quiénes ha dado a conocer?
A Pep Agut, Ignasi Aballí, Tom Carr, Lluís Lleó, Sergi Barnils, Susana Solano... Su obra giraba. ¡El galerista araña el territorio para sacar artistas y proyectarlos!

¿Sigue hoy con eso?
Por desgracia, lo que arrancó hace 36 años hoy se trunca: faltan 10.000 euros para llevar adelante la Biennal 2013-2014..., y mi esposa no me deja ponerlos.

Algún mecenas saldrá.
He hecho todo lo posible para ayudar a las nuevas generaciones. Pero este bache no podrá con nuestra creatividad. ¡Catalunya es la cuarta potencia artística del mundo!

¿En crisis?
La crisis depura y tonifica, no tengo miedo. Es económica, pero la historia dice que el artista sigue reflexionando y modificando el mundo. ¿Quién hubiese dicho que el arte hablaría por una mancha? Miró, Tàpies...

¿Hacia dónde va el arte?
Imprevisible, pero seguirá iluminándonos. Precisamos de galerías para mostrar el arte, o quizá por las redes sociales... Pero ¡la vibración de la obra presencial es única!

¿Cómo era el panorama en 1977?
Desde entonces he visto brotar museos comarcales, salas, galerías, circuitos artísticos... Y, ahora, cerrar... Pero soy optimista.

¿En qué sentido?
Vengo de la cultura hippy: si no hay dinero, ¡habrá siempre un rayo de sol y un pan con tomate! La espiritualidad y lo humanístico nos salvarán siempre.

¿Y la política?
Los políticos no responden a nuestras necesidades. Los medios sí estáis atentos y ayudaréis a volar a los artistas de vanguardia.

¿Sí?
Los políticos prefieren montar una gran exposición de Dalí -que está muy bien- a apoyar a nuevos artistas de aquí y de ahora.

¿Qué tenemos a favor?
El Mediterráneo, el paisaje, el clima, el sol, la luz, el color... y la capacidad de soñar. Con una servilleta, Picasso inventaba un mundo. Eso sigue. Hay imaginación. Catalunya es una explosión de arte, y Barcelona demuestra lo que la cultura puede mover.

¿Qué nos falta?
Mayor implicación de la sociedad civil. Compromiso institucional. Y creérnoslo. A Copenhague le basta con una sirenita para estar en el mundo y generar riqueza. ¡No me dirá que nosotros no tenemos más...!

Sí.
Nos sobra talento para dar y vender. Vi cómo la ilusión de finales de los sesenta cambiaba el mundo. ¡Lo cultural es la gran palanca!

¿Qué pasará con los galeristas?
Somos apasionados: moriremos de pie en nuestras galerías, aunque no venga nadie. Las galerías de arte crean red espiritual.

¿El arte nos salvará?
¡No lo dude! El arte es básico para salvar el país. ¡Salvaremos la economía del país por el arte! El arte sabe ilusionar. ¿O queremos emigrar todos al norte de Europa?

No.
Mi hija ha tenido que hacerlo, está en Londres estudiando y trabajando, se maravilla de lo eficientes y organizados que son, pero... ¡añora la atmósfera mediterránea!

Esto del arte ¿no es mero mercadeo?
Me indigna que las artes plásticas sean vistas como inversión especulativa. Detrás hay espíritu, hay pasión y hay fe, todo virgen.

Buena prédica, señor galerista.
Mire, Picasso, antes de ser el que fue, cuando no era nadie, ¡tuvo detrás a un galerista que creyó en él, alguien modesto y anónimo que se la jugó! Esta es mi poética.