Von der Leyen fecha en el 2030 el rearme de la UE: “Europa debe prepararse para la guerra”
El futuro de Europa
Bruselas quiere impulsar la industria militar del continente mediante la simplificación de las normas y las compras conjuntas de los Estados miembros
Von der Leyen fecha en el 2030 el rearme de la UE: “Europa debe prepararse para la guerra”
Poco a poco Bruselas va desgranando más detalles de su plan para aumentar el gasto en defensa. Después de haber anunciado la movilización de 800.000 millones para el aumentar el gasto militar y de haber propuesto que la Comisión Europea pueda hacer compras conjuntas de armas de parte de los Estados miembros, tal y como hicieron con las vacunas durante la pandemia, ahora la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya fija una fecha: Europa debe estar preparada y rearmada en el 2030. Es decir, que da cinco años al continente para lograr una base industrial de defensa sólida y haber desarrollado capacidades de disuasión creíbles.
La presidenta dela Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante su discurso en la Real Academia Militar de Dinamarca, este martes en Copenhague
“Si Europa quiere evitar la guerra, Europa debe prepararse para la guerra”, ha advertido Von der Leyen durante un discurso este martes ante la Academia Real Militar de Dinamarca. “Europa no tiene elección y está lista para dar un paso al frente –ha prometido–. Porque no podemos permitirnos ser atropellados por la historia. Actuar ahora es una obligación, actuar a lo grande es una condición sine qua non para tener velocidad, escala y fuerza en el 2030".
Potenciar la industria del continente
Von der Leyen apuesta por “comprar europeo” y lamenta que ahora la mayoría de inversión se hace fuera de la UE
Von der Leyen ha puesto fecha al plan de rearme europeo en vísperas de que la Comisión Europea presente su Libro Blanco sobre el Futuro de la Defensa Europea, una estrategia que va más allá de la financiación y define cómo deben gastarse estos recursos millonarios, que se recaudarán a través de un instrumento de hasta 150.000 millones de euros en préstamos y de dar manga ancha fiscal a los países, con lo que la Comisión espera que gasten hasta otros 650.000 millones.
Según un borrador del documento, al que ha tenido acceso este diario, el Ejecutivo comunitario asegura que la colaboración la hora de lograr material de defensa es la ruta más “efectiva” para construir el rearme de Europa, por lo que propone compras conjuntas para los Estados. Además, el texto también sugiere una preferencia para las empresas continentales en los contratos públicos: “Debemos comprar europeo”, ha dicho Von der Leyen, lamentando las debilidades estructurales de la industria de la defensa europea, que sigue demasiado fragmentada, por lo que “la mayoría de la inversión en Defensa se marcha fuera de Europa”.
“En otras palabras, buenos trabajos fuera de Europa, investigación, desarrollo e innovación fuera de Europa. Esto no es sostenible”, lamenta la presidenta del Ejecutivo comunitario. Por eso, ha avanzado que crearán un mecanismo de ventas militares europeas para unificar la demanda y hacer estas compras conjuntas. Las empresas necesitan tener pedidos a largo plazo para aumentar las inversiones e incrementar sus capacidades, argumenta la Comisión Europea.
Además, en la línea de cruzada contra la burocracia que está llevando a cabo el actual Colegio de Comisarios, presentarán un “ómnibus de la Defensa”, un paquete para simplificar las regulaciones y normas, desde las concesiones de permisos a la adhesión de contratos existentes. También lanzarán, tal y como han hecho con la industria automovilística, un diálogo estratégico con los principales actores del mercado de la industria militar comunitario para escuchar sus necesidades específicas.
La advertencia de la UE
“La arquitectura de seguridad en la que confiábamos ya no puede darse por sentada”, avisa la popular alemana
El Libro Blanco de la Defensa, que será analizado durante cumbre de líderes de los Veintisiete prevista para el jueves y el viernes, tiene unas veinte páginas y sitúa las siete necesidades críticas que debe resolver la defensa europea a medio y largo plazo. Comenzando por un escudo aéreo y de misiles que proteja a Europa a todos los niveles y que esté integrado bajo el mando de la OTAN.
También habla de sistemas avanzados de artillería; misiles de largo alcance para ataques precisos; un abastecimiento estratégico de munición, misiles y componentes con una producción industrial suficiente para asegurar que se mantengan en el tiempo; drones y sistemas anti-drones, incluyendo vehículos sumergibles que puedan ser controlados en remoto; una red europea para favorecer la movilidad militar; el desarrollo de herramientas defensivas utilizando la inteligencia artificial; y la protección de las infraestructuras críticas, incluyendo un escudo terrestre en el flanco este.
“La escala, el coste y la complejidad de los proyectos en estos ámbitos superan con mucho la capacidad de un solo Estado miembro. Pero juntos, como europeos, podemos dominar este reto. Por eso debemos desarrollar proyectos a gran escala e intensificar la contratación colaborativa en estos ámbitos. Eso significa poner en común la demanda, acortar los plazos y garantizar la interoperabilidad”, considera Von der Leyen.
Todo, porque “la era de los dividendos de la paz ha quedado atrás y la arquitectura de seguridad en la que confiábamos ya no puede darse por sentada”, ha avisado la alemana citando el caso ruso, que tiene una economía orientada a la guerra al invertirel 9% de su PIB en Defensa. La Comisión Europea, que ve que ahora Estados Unidos gobernado por Donald Trump no tiene ningún interés en garantizar la seguridad europea, tiene prisa: ya recomienda a los estados que activen la cláusula nacional de escape, uno de los instrumentos encima de la mesa para aumentar las partidas militares, antes del mes de abril. Este mismo jueves podría también explicar las condiciones de los préstamos para el gasto en defensa –avalados por el presupuesto comunitario– o definir lo que engloban estas partidas. En cuestión de semanas, Europa quiere demostrar que se ha puesto en marcha.