Netanyahu busca deshacerse del jefe de la inteligencia interna de Israel

Crisis en Oriente Medio

Ronen Bar sería el primer director del Shin Bet en ser despedido por un premier

Israel vuelve a la guerra en Gaza y bombardea la franja en el mayor ataque desde el alto el fuego

(FILES) This handout picture released by the Israeli army shows (L to R) Israeli army Chief of the General Staff Lieutenant-General Herzi Halevi and Israel Security Agency (ISA, also known as Shin Bet) director Ronen Bar at the Hostages and Missing Persons situation room during the return of the four hostages from Gaza on January 25, 2025. Israeli Prime Minister Benjamin Netanyahu said on March 16 that he was seeking to dismiss the head of Israel's internal security agency, who swiftly called the move political and said the premier expected

Ronen Bar (derecha), el pasado 25 de enero junto al entonces jefe del ejército israelí, Herzi Halevi

- / AFP

Nunca en la historia de Israel un primer ministro ha despedido al jefe del Shin Bet, la agencia de inteligencia interna. Pero Beniamin Netanyahu está decidido a ser el primero, a pesar de la crisis institucional en ciernes.

Así lo dejó claro el domingo por la noche, cuando el premier israelí se reunió con Ronen Bar para comunicarle que esta semana presentará una propuesta al Gabinete para su destitución. Una medida que la oposición denuncia que es una represalia por la investigación de la agencia contra asesores del mandatario y cuya legalidad ya ha sido cuestionada por la fiscal general, Gali Baharav-Miara, otra funcionaria crítica que está en la mira del Gobierno.

Lee también

Estados Unidos asegura haber eliminado a diversos líderes hutíes de Yemen

Helena Pelicano
Horizontal

El primer ministro presentará esta semana su propuesta al Gobierno para destituir a Bar

En un mensaje de vídeo, Netanyahu justificó su controvertida decisión en la “desconfianza” hacia el jefe del Shin Bet, un sentimiento “constante” que “ha crecido con el tiempo”. Para el primer ministro, la maniobra es “necesaria” para conseguir “los objetivos de la guerra y para prevenir el próximo desastre”, algo solo alcanzable, afirma, si no existen recelos entre ambos cargos.

La respuesta de Bar fue casi inmediata. En un extenso texto, el jefe de los servicios secretos internos de Israel –que se encargan de la seguridad de los funcionarios del gobierno y de operaciones de “contraterrorismo”, entre otras tareas– acusó a Netanyahu de esperar una “lealtad personal” que es “fundamentalmente errónea” porque “el deber de confianza del director del Shin Bet es, ante todo, hacia los ciudadanos de Israel”.

Al cruce de la intención de Netanyahu salió también Baharav-Miara, que le envió una carta advirtiéndole de que no puede “iniciar el proceso de despido” de Bar “hasta que se examinen plenamente las bases fácticas y jurídicas que fundamentan su decisión, así como su autoridad para abordar el asunto en este momento”. La fiscal general también expresó su “preocupación de que el proceso pueda verse contaminado por la ilegalidad y el conflicto de intereses”. Y es que las diferencias entre Netanyahu y Bar son profundas y de larga data, aunque la tensión ha escalado tras el caso del Shin Bet, que sospecha que varios asesores del premier podrían haber cobrado dinero de Qatar a cambio de favorecer su imagen. Fue el último episodio de varios choques, que incluyen las filtraciones de documentos clasificados por parte de miembros de la oficina de Netanyahu y la pesquisa interna publicada por el Shin Bet sobre sus fallos en los ataques de Hamas del 7 de octubre, en la que también señaló errores del Gobierno.

Por ese motivo, no ha sorprendido que varios ministros del Ejecutivo hayan respaldado el deseo de Netanyahu de cesar a Bar, que se sumaría a otros altos mandos de defensa que han abandonado sus cargos desde noviembre, como el exministro Yoav Gallant y el exjefe del ejército Herzi Halevi.

Lee también

Además, han criticado la advertencia de Baharav-Miara, la fiscal general, contra la que también se prevé un próximo proceso para destituirla. “¿En qué país normal se necesitaría siquiera una razón especial para destituir al jefe de una organización de inteligencia, personalmente responsable de un terrible error de inteligencia que condujo al mayor desastre en la historia del Estado de Israel?”, subrayó el colono ultranacionalista Bezalel Smotrich, titular de la cartera de Finanzas.

En contrapartida, la oposición cargó con dureza contra Netanyahu. “Durante un año y medio no vio motivos para despedirlo, pero cuando comenzó la investigación sobre la infiltración de Qatar [en su oficina] sintió de repente la urgencia de despedirlo de inmediato”, aseveró Yair Lapid, líder de Yesh Atid, quien, tras una reunión de los cuatro partidos judíos opositores, anticipó que presentarán una petición ante el Tribunal Supremo contra el eventual despido de Bar. Por su parte, Benny Gantz, del partido Unidad Nacional, acusó al primer ministro de tomar la decisión por “motivos políticos y personales” y de dar un “golpe directo a la seguridad nacional”.

Según medios israelíes, el voto del Gobierno, inicialmente previsto para el mañana, se producirá hoy. Aunque no han trascendido los motivos del adelanto, para mañana estaba convocada una gran movilización en Jerusalén en paralelo a la reunión.

“No podemos permitir que la coalición cumpla su visión y destruya por completo a Israel –alertó Eran Schwartz, líder del grupo Hofshi B’Artzenu (Libres en Nuestra Tierra)–. La mayoría comprende que lo que está en juego es el futuro de la coalición o el futuro del Estado”.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...