Reino Unido y Francia han asumido el liderazgo de la estrategia europea en Ucrania.
La próxima semana, el primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron, viajarán a Washington para reunirse con Donald Trump: primero lo hará Macron, el lunes; y luego, Starmer, el jueves, según comunicó la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. En ese encuentro presentarán un plan para crear una “fuerza de seguridad” europea destinada a prevenir ataques rusos en territorio ucraniano si se alcanza un acuerdo de paz.
Según avanzó este miércoles el diario británico The Daily Telegraph, la propuesta involucraría a menos de 30.000 soldados y se concentraría en la defensa aérea y marítima de Ucrania. El despliegue de tropas terrestres sería mínimo y serviría para controlar ciudades, puertos y otras infraestructuras críticas, como las plantas nucleares. En cualquier caso, se evitarían las aproximaciones a la línea de frente.
En palabras de un funcionario conocedor del plan , la misión europea se basaría fundamentalmente en el “monitoreo técnico”, con aviones de vigilancia, drones y satélites encargados de proporcionar una “imagen completa” de lo que sucede en Ucrania. También se enviarían buques al Mar Negro para evitar amenazas rusas a las rutas de navegación comercial. Asimismo, el plan contempla que Estados Unidos disponga de aviones de combate y misiles en Europa oriental para responder con contundencia si Rusia ignora el alto el fuego. Se cree que Trump accederá a este requisito, ya que eso le evitaría desplegar tropas estadounidenses en Ucrania.
Misión de paz
El despliegue de tropas en el terreno sería mínimo, ya que el plan se centra en la defensa aérea y marítima
Starmer y Macron discutieron este plan en la cumbre de emergencia celebrada el lunes en París, a la que acudieron los líderes de Alemania, Polonia, España, Italia, Holanda y Dinamarca, así como el secretario general de la OTAN y los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea.
La reunión, convocada por Macron como respuesta a la decisión de Trump de marginar a sus socios europeos en las negociaciones con Rusia, evidenció las divisiones existentes en torno a una intervención militar en Ucrania para garantizar la paz. Aun así, Starmer y Macron parecen decididos a sellar un compromiso que implique la movilización de tropas.
De hecho, los últimos movimientos de Estados Unidos invitan a pensar que el despliegue de soldados europeos es inevitable. El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, aseguró la semana pasada que la presencia militar norteamericana en Europa “no durará para siempre”, y que la responsabilidad de cualquier operación de mantenimiento de la paz en Ucrania debería recaer en los países del Viejo Continente. Unas palabras que se hacen eco de una idea en la que Trump ha insistido desde que regresó a la Casa Blanca: Europa debe hacerse cargo de su propia seguridad. Así pues, la posibilidad de que Estados Unidos se desentienda de Ucrania una vez llegue a un acuerdo con Rusia resulta muy real.
Según The Economist, Washington da por hecho que el mantenimiento de la paz en Ucrania irá a cargo de tropas europeas, aunque quiere involucrar también a otros países, como China y Brasil, que podrían desplegar sus fuerzas alrededor de una hipotética línea de alto el fuego. La Administración estadounidense considera que ese refuerzo es esencial para disuadir a Rusia de nuevos ataques.
Rechazo ruso
El Kremlin se opone a cualquier plan que incluye el envío de soldados de países pertenecientes a la OTAN
El Kremlin ya ha expresado su oposición a cualquier plan para enviar tropas europeas a Ucrania. “Esto nos preocupa, porque estamos hablando del posible y eventual envío de contingentes militares de países de la OTAN”, dijo este jueves el portavoz del Gobierno ruso, Dmitry Peskov. El martes, durante la cumbre de Estados Unidos y Rusia en Arabia Saudí, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, aseguró que un despliegue de tropas europeas sería “inaceptable”, y que constituiría “una amenaza directa” a los intereses de Rusia.
Para Ucrania, el plan franco-británico también puede resultar insatisfactorio. El pasado enero, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo que su país necesitaría al menos 200.000 soldados europeos para garantizar un acuerdo de paz estable con Rusia. Muy lejos de la cifra que ahora barajan Londres y París.