En vez de hablar largo y tendido de Ucrania, como se esperaba, el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, utilizó ayer su discurso en la Conferencia de Seguridad de Munich (MSC) para acusar a los líderes europeos de socavar los valores democráticos y la libertad de expresión por sus intentos de regular la incitación al odio y la desinformación en las redes sociales, y por “tener miedo de sus votantes”, en clara alusión a las acciones en varios países europeos para frenar el acceso de la ultraderecha al poder.
Más tarde, Vance se reunió en los márgenes de la conferencia con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien aseguró que Washington quiere “una paz duradera” para Ucrania. Zelenski le pidió “garantías de seguridad” para su país frente a Rusia en el plan de Donald Trump para acabar la guerra.
La andanada ideológica de J.D. Vance contra Europa, aliada histórica de Estados Unidos, dejó anonadados a los ministros, diplomáticos y militares del público, de quienes no recibió apenas aplausos. La brecha entre Washington, Bruselas y el grueso de las capitales europeas se agranda. Según Vance, “hay un nuevo sheriff en la ciudad”, es decir, Donald Trump.
La jefa de la diplomacia europea, la estonia Kaja Kallas, también presente en Munich, replicó: “Escuchando ese discurso, parece que intentan buscar pelea con nosotros y nosotros no queremos buscar pelea con nuestros amigos”. Kallas añadió que los aliados deberían centrarse en amenazas mayores, como la agresión rusa a Ucrania, de la que Vance habló relativamente poco en el atril. También el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, mostró su rechazo: “Si le he entendido bien, está comparando partes de Europa con regímenes autoritarios; eso no es aceptable”.
Vance sostiene en la Conferencia de Munich que la libertad de expresión está en retroceso en Europa
Vance sostuvo que “el mayor peligro para Europa no es Rusia, China u otro actor externo, sino que viene de dentro, el retroceso en algunos de sus valores más fundamentales, valores compartidos con Estados Unidos como la libertad de expresión”, y enumeró varios episodios que él considera contrarios al respeto al derecho de voto y al derecho a la libre expresión.
El mandatario estadounidense se explayó en Rumanía, donde el Tribunal Constitucional anuló la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Contra todo pronóstico, el candidato de la extrema derecha, Calin Georgescu, se impuso con más del 20% de los votos, tras hacer campaña sobre todo en la plataforma china TikTok, entre sospechas de manipulación. Según Vance, la decisión de anular las elecciones se tomó “sobre la base de las débiles sospechas de una agencia de inteligencia” y por “la enorme presión de países vecinos”. Y apostilló: “Si la democracia en tu país puede verse comprometida por unos cientos de miles de dólares de publicidad digital de un país extranjero, entonces es que no es una democracia tan sólida”.
“Con ese discurso parece que buscan pelea con nosotros”, dijo Kallas, jefa de la diplomacia de la UE
Los ataques del alto cargo de la Administración Trump retumbaron en la clase política del país anfitrión de la conferencia, un foro anual de debate sobre defensa y seguridad al que en esta edición –que empezó ayer y acaba el domingo– acuden 60 jefes de Estado o de gobierno y un centenar de ministros de Defensa o de Exteriores del mundo, excepto Rusia.
Vance nunca mencionó por su nombre al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), pero su discurso fue una defensa a ultranza de la visión del mundo de los ultras, y lo pronunció a pocos días de que Alemania celebre las elecciones generales anticipadas del 23 de febrero. Además, criticó explícitamente el cordón sanitario ( Brandmauer , cortafuegos, como le llaman los países germanohablantes) con el que los partidos alemanes excluyen a la ultraderecha de los pactos de gobierno. El visitante se reunió por separado con la ultraderechista Alice Weidel y con el conservador Friedrich Merz, pero no con el canciller socialdemócrata, Olaf Scholz.
“No hay lugar para cortafuegos; a lo que la democracia alemana, ninguna democracia, ya sea estadounidense, alemana o europea, puede sobrevivir, es a decirle a millones de votantes que sus pensamientos y preocupaciones ni siquiera merecen ser tomados en consideración”, afirmó. También defendió el apoyo explícito de Elon Musk, aliado de Trump, a la AfD, afirmando en tono burlón: “Si la democracia estadounidense puede sobrevivir a diez años de regañinas de [la activista climática sueca] Greta Thunberg, vosotros podéis sobrevivir a unos meses de Elon Musk”.
Su discurso situó la “inmigración masiva” como un desastre para Europa, que atribuyó a la supuesta decisión de líderes europeos de “abrir las puertas a millones de inmigrantes no controlados”. Vance se refirió al atropello múltiple en Munich del jueves, perpetrado por un solicitante de asilo afgano, que causó 36 heridos. “¿Cuántas veces debemos sufrir estos atroces reveses antes de cambiar de rumbo y llevar nuestra civilización en una dirección diferente?”, dijo desde el atril.
En suelo alemán, el visitante se vio con la ultra Alice Weidel y con el conservador Merz, pero no con Scholz
Tras el discurso, llegó el encuentro con Zelenski y la delegación ucraniana, en el que participó también por parte estadounidense el secretario de Estado, Marco Rubio. Antes del encuentro, Vance dijo que Estados Unidos, Rusia y Ucrania podían llegar a un “acuerdo razonable”. En el encuentro, Vance aseguró a Zelenski que Estados Unidos quiere lograr “una paz duradera” en Ucrania, “una paz que no hunda a Europa del Este en un conflicto en pocos años”. A la salida, en sus respectivas declaraciones a periodistas, ambos dijeron que habían tenido “una buena conversación” y que habrá otras “en los próximos días, semanas y meses”.
Sometido a la máxima presión diplomática y con una situación militar en el frente que sigue deteriorándose, Zelenski pugna por influir en las conversaciones para poner fin a la guerra de defensa que su país libra contra la Rusia de Vladímir Putin, de cuyo inicio se cumplirán tres años el próximo 24 de febrero. La iniciativa de Trump hace temer a Kyiv y a los países europeos que el conflicto sea zanjado a sus espaldas, en un intercambio de concesiones entre la Administración Trump y el Kremlin. Las tropas rusas ocupan una quinta parte del territorio ucraniano, y el ejército de Kyiv afronta graves dificultades en el frente del este, donde el avance ruso prosigue.