El presidente del Banc Sabadell, Josep Oliu, cree que “el Gobierno tiene que ser claro sobre sus intenciones de si va a haber fusión o no” con el BBVA. Y opina que debería pronunciarse tras la decisión de la CNMC sobre la opa hostil del BBVA al Sabadell. Lo dijo en en encuentro con la prensa este miércoles previo a la junta general de accionistas que hoy se celebra en Sabadell por primera vez después de siete años.
“El Gobierno debe velar por el equilibrio financiero en el país”, añadió ayer antes de precisar que el Ejecutivo “debe pensar si la operación le conviene al país o no”. Hasta el momento, el Gobierno siempre ha dicho que está en contra de la operación e incluso el presidente Pedro Sánchez ha alegado razones como la “cohesión territorial” como alguno de los elementos que deben tenerse en cuenta. Preguntado sobre esta cuestión, Oliu vinculó la cohesión territorial con la garantía de que en comunidades como Catalunya, Valencia o Murcia se garantice la competencia si desaparece el Sabadell absorbido por el BBVA.
En cuanto a los riesgos de la operación, el presidente destacó especialmente el de la posible pérdida de clientes durante los dos o tres años que dijo duraría la integración. A su juicio, la competencia -especialmente CaixaBank y el Santander- aprovecharían para robar clientes en el “caladero de la fusión”.
En el encuentro también estuvo presente el consjero delegado, César González-Bueno, quien insistió en que “la operación ha descarrilado hace tiempo”.
“La operación ha descarrilado hace tiempo”, según César González-Bueno
Ayer mismo, desde Londres opinó que el escenario con el que trabaja hoy el BBVA es el de comprar una parte del banco catalán en el marco de la opa hostil pero sin llegar a fusionar ambas entidades. La razón serían los problemas de autorizaciones y el previsible rechazo a la unión de los dos bancos que desde el primer momento ha sugerido el Gobierno de Pedro Sánchez.