La guerra comercial abierta por Estados Unidos contra sus vecinos y, hasta ahora, socios comerciales es una maniobra de negociación para forzar a México y Canadá a ceder en cuestiones económicas, por mucho que se esté poniendo la inmigración y el fentanilo como el principal elemento de fricción entre estos países.
La firma de la aplicación de los nuevos aranceles a México y Canadá y su posterior aplazamiento durante un mes ha abierto un tiempo para que Trump consiga compensaciones de sus homólogos mexicana y canadiense con las que presentarse ante la opinión pública norteamericana como el vencedor de esta guerra.
El redactor jefe de Internacional, Ramon Aymerich, explica en el vídeo que precede a este texto, las claves de esta negociación y lo que puede conseguir Trump. En conversación con el vicedirector de La Vanguardia, Enric Sierra, Aymerich considera que hay mucho de teatralización por parte del presidente de Estados Unidos que busca demostrar que manda, aunque los resultados de esta estrategia están por ver.
Es curioso recordar que fue Trump, en su anterior mandato, quien firmó el vigente tratado de comercio con México y Canadá, que ahora quiere romper o renegociar. Aymerich apunta que estos dos países son más asequibles para Trump y que China, que también ha recibido el castigo arancelario, podría verse beneficiada de la estrategia norteamericana.
Aymerich señala que, una vez pactada una solución con mexicanos y canadienses, los europeos serán los siguientes en recibir la andanada amenazadora de Trump. El presidente de Estados Unidos está obsesionado con que la balanza comercial se equilibre con la UE.