Trump firma tres órdenes ejecutivas con aranceles demoledores a México, Canadá y China

Segundo mandato de Trump

El presidente gravará en un 25% las importaciones de sus vecinos norteamericanos y en un 10% a las chinas

FILE - National flags representing the United States, Canada, and Mexico fly in the breeze in New Orleans where leaders of the North American Free Trade Agreement met on April 21, 2008. (AP Photo/Judi Bottoni, File)

Banderas de Estados Unidos, Canadá y México en una cumbre del Tratado de Libre Comercio de América del Norte del año 2008 

Judi Bottoni / Ap-LaPresse

El presidente Donald Trump ha declarado la guerra comercial a los tres mayores socios comerciales de Estados Unidos. Después de jugar al golf en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, ha firmado tres órdenes ejecutivas con las que ha impuesto aranceles del 25% a todos los productos procedentes de Canadá y México –con la excepción del petróleo canadiense, del 10%– y a las importaciones chinas del 10%. La decisión, que entrará en vigor la madrugada del martes día 4, supone un freno en seco a la integración de los tres vecinos norteamericanos y expande el proteccionismo frente al gigante asiático. 

Los líderes de Canadá y México han reaccionado horas más tarde con medidas recíprocas: Justin Trudeau ha anunciado un arancel del 25% a productos americanos por valor de 155.000 millones de dólares y Claudia Sheinbaum ha dicho que México responderá con “medidas arancelarias y no arancelarias” que no ha concretado.

Los aranceles, una de las principales promesas de campaña de Trump, persiguen ejercer presión para frenar la entrada irregular de inmigrantes en ambas fronteras de Estados Unidos y para que China corte el tráfico de sustancias precursoras del fentanilo. Trump amenazó con aplicarlos si eso no sucedía, y no parece satisfecho con los esfuerzos de los tres países. La política proteccionista también busca priorizar la propia industria, aunque podría suponer en el corto plazo un fuerte aumento de la inflación, contra la que prometió luchar el presidente.

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La orden incluye un mecanismo que permite a Trump subir los aranceles en caso de que los países afectados tomen represalias. Los gravámenes se imponen bajo la declaración de una emergencia nacional que le permite usar la ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, que permite al presidente implementar esta política comercial sin pasar por el Congreso.

Después de firmar las órdenes ejecutivas, Trump ha dicho que su interpretación de esta ley se justifica por “la gran amenaza de extranjeros ilegales y drogas mortales que matan a nuestros ciudadanos, incluido el fentanilo”. Y añade: “Necesitamos proteger a los estadounidenses, y es mi deber como presidente garantizar la seguridad de todos. En mi campaña, hice la promesa de detener la avalancha de extranjeros ilegales y drogas que se vierten a través de nuestras fronteras, y los estadounidenses votaron abrumadoramente a favor de ella”. El presidente, que tomó posesión el lunes, ganó las elecciones en noviembre por un 1,6% de los votos e imponiéndose en los siete estados clave.

En su primer mandato, Trump ya impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio de México y Canadá, y amenazó con gravámenes adicionales si no frenaban la entrada irregular de inmigrantes. Sin embargo, finalmente llegó a un acuerdo por el que los países se comprometían a reforzar la seguridad fronteriza y los retiró. También amenazó repetidamente con abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, firmado en 1990 con ambos países vecinos, argumentando que era perjudicial para los trabajadores estadounidenses. Pero, en lugar de retirarse, optó por renegociarlo, lo que resultó en el tratado T-MEC. El nuevo acuerdo incluyó varias disposiciones diseñadas para fortalecer la industria manufacturera estadounidense, particularmente en los sectores siderúrgico y automovilístico.

Estados Unidos impone aranceles demoledores del 25% a México y Canadá y del 10% a China

Esta vez parece que no hay marcha atrás. Trump considera que no se han cumplido las expectativas, que ambos países se “aprovechan” de la industria americana y que no se ha logrado frenar la entrada migratoria. Por eso, a pesar de los esfuerzos de las delegaciones canadiense y mexicana en Washington para evitar lo ineludible, el viernes el presidente ya avisó que no se esforzaran, que no había nada que hacer. Los nuevos aranceles estaban anunciados para hoy, pero Trump ha mantenido a sus vecinos en vilo, sin actos públicos en su agenda, mientras jugaba al golf en Mar-a-Lago.

Los mercados financieros cerraron a la baja el viernes por la incertidumbre de los aranceles y abrirán el lunes en la víspera de la entrada en vigor de los nuevos gravámenes.

La guerra comercial hará saltar por los aires tres décadas de acuerdos de integración en Norteamérica y podría tener un fuerte impacto sobre las tres economías, interdependientes en la producción de automóviles, así como de múltiples productos agrícolas, que se espera que lleven a aumentos en la cesta de la compra del consumidor final. En el 2023, según los datos más recientes del gobierno estadounidense, cruzaron ambas fronteras productos por valor de más de 1,5 billones de dólares.

La presidenta mexicana, Clauida Sheinbaum, ha dicho que no le preocupa la medida, pues “la economía de México está muy fuerte, muy sólida”, aunque las exportaciones de su país a EE.UU. supusieron en 2023 casi el 30 % del PIB mexicano, según el Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO). Los aranceles del 25% a Canadá, tercer socio comercial de EE.UU., tienen una exención en el petróleo, puesto que el 60% de las importaciones estadounidenses de esta fuente de energía provienen de su vecino del norte.

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Aunque México y Canadá son más dependientes del comercio que Estados Unidos, la primera potencia mundial no quedará exenta. Su Cámara de Comercio advirtió que “los aranceles no resolverán nuestros problemas fronterizos y, en cambio, harán que los precios se disparen, costando a la familia estadounidense típica más de 1.000 dólares al año, con un daño significativo para los fabricantes, agricultores y ganaderos estadounidenses”. Lo mismo reiteraron 16 premios Nobel de economía en una carta abierta.

El presidente avanzó el viernes que en un futuro ampliará los aranceles a nivel internacional para proteger ciertos sectores como los microchips, los hidrocarburos y las farmacéuticas. “Ocurrirá bastante pronto, creo que alrededor del 18 de febrero”, dijo, “y también vamos a implantar muchos aranceles sobre el acero. Ya tenemos aranceles sobre el acero, y hemos salvado nuestra industria siderúrgica, pero eso fue relativamente pequeño en comparación”. 

Trump dijo que el 18 de febrero impondrá aranceles globales al acero, los microchips y el petróleo

En la misma comparecencia, mientras firmaba órdenes ejecutivas desde el despacho oval de la Casa Blanca, confirmó que la Unión Europea puede esperar también aranceles, aunque no especificó porcentajes: “¿Qué si voy a imponer aranceles a la Unión Europea? ¿Quiere la respuesta sincera o prefiere una respuesta política? Absolutamente, nos han tratado muy mal”.

Además, también los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, entre otros) están avisados. En repetidas ocasiones, incluida aquella en que confundió a España con un país de esta alianza económica, Trump amenazó con implantar un gravamen del “100%” a todos los países que formen parte de ella por su intento de contrarrestar al dólar en el comercio internacional.

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