Los acrónimos confunden. Incluso al mismo presidente de Estados Unidos, Donald Trump que anoche incluyó a España en esta organización de países emergentes, bajo la amenaza de elevar los aranceles al 100%. ¿Dónde está el error? A veces una simple consonante hace la diferencia. Veamos.
¿Qué significa el acrónimo BRICS?
Pocos saben, pero el creador del acrónimo fue el entonces economista jefe de Goldman Sachs, Jim O' Neill. Fue a principios de este siglo. Era el título de un estudio del banco de inversión estadounidense. Lo presentó a un grupo de periodistas reunidos en Davos, durante una de las reuniones anuales. En origen se llamaba BRIC. Dónde B se referia a Brasil, R a Rusia, I a India y C a China.
El ensayo se titulaba e“Building Better Global Economic BRICs” (“Construyendo mejores 'bloques' para la economía mundial” y la s pequeña indicaba el plural). El término se utilizó para referirse a estas cuatro economías emergentes que, según las proyecciones, tenían un gran potencial de crecimiento económico y se esperaba que desempeñaran un papel cada vez más importante en la economía global en las décadas siguientes.
El éxito del concepto fue inmediato y, gracias también a la caja de resonancia de los medios de comunicación, el acrónimo adquirió una gran popularidad. Pocos podían imaginar en aquel entonces que un documento de un banco estadounidense se transformaría, años después, en una organización geopolítica.
¿Qué países forman parte en la actualidad de los BRICS?
Con el pasar del tiempo, el bloque ha ido ganando adeptos. La incorporación más significativa fue la de Sudáfrica, en el 2010, de allí la entrada de la letra 'S'. En tiempos recientes, el bloque se ha institucionalizado y ha aumentado a desmesura. Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán entraron en 2024. A estos habría que añadir otros 12 estados asociados: Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria,Tailandia, Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam. Argentina fue invitada a unirse en 2024, pero el nuevo presidente Javier Milei decidió no ingresar. Asimismo, Arabia Saudita también barajó sumarse pero al final no completó las formalidades de ingreso.
¿Qué peso tienen los BRICS en la economía global?
El grupo BRICS+ (el extendido) ahora representa el 40,4% de la riqueza producida (en paridad de poder adquisitivo) en el mundo y el 51% de la población mundial. Se reúne por lo menos una vez al año. La primera cumbre fue en el 2009, justo después del estallido de la Gran Recesión. La número 16, la última que tuvo lugar, fue en Rusia. Hay que precisar que no se trata de una organización supranacional, como puede ser la UE, ni tiene una secretaría permanente (como el Mercosur). Es más bien un foro o una asociación de cooperación. Lo único que tiene es una presidencia rotatoria.
¿Qué pretende esta organización y cuáles son sus objetivos?
Non hay que confundir los BRICS con el G20 (aunque hay países que formen parte de ambos). Este último está compuesto por 19 países y la Unión Europea, representando alrededor del 85% del PIB mundial y dos tercios de la población global y está enfocado en garantizar un crecimiento económico sostenible y en la prevención de las crisis financieras. Si quisiéramos resumir, los BRICS tienen como objetivo último afianzar un circuito económico alternativo al tradicional. En la práctica, esto significa atacar al símbolo hegemónico del poder económico occidental: el dólar. Por ello, promueven transacciones económicas con divisas locales y también aspiran a reducir la influencia que tienen algunas organizaciones multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, que a su juicio defienden las tesis más liberales en economía del llamado “consenso de Washington”.
¿Qué son los PIGS (y aquí sí que la 'S' es la de España)?
En inglés, la palabra es un tanto despectiva, porque significa “cerdos”. En este acrónimo la 'P' es la de Portugal, la 'I' la de Italia, la 'G' la de Grecia y la 'S' es la de Spain (España). Tal vez ahí reside el malentendido trumpista. Este término peyorativo surgió en la década de 1990 y ganó notoriedad durante la crisis financiera de 2008-2009 y la subsiguiente crisis de deuda europea. No queda claro quién cuñó la expresión, que estuvo de moda especialmente en la city y en los medios anglosajones. El Financial Times todavía lo empleaba en sus titulares en el 2008. Ahora casi no se utiliza y ciertos bancos (como Barclays) tienen incluso prohibido usarlo.
Este grupo de países, considerados los malos alumnos de la ortodoxia europea, compartían en aquel entonces altos niveles de deuda pública, déficits presupuestarios significativos, crecimiento económico débil, altas tasas de desempleo. Algunos de ellos tuvieron que pedir el temido rescate a Europa para salvar su sistema bancario, afectado por la burbuja inmobilidaria y la crisis de la subprime. La paradoja es que en la actualidad estas economías lo están haciendo mejor que las naciones europeas más grandes y con más trayectoria (Francia y Alemania, esta última en recesión desde hace dos años), con tasas de crecimiento superior.
¿España sufrirá aranceles del 100% por parte de EE.UU.?
En conclusión, por mucho que lo diga Donald Trump, España no tiene nada que ver con los BRICS. Es más, incluso de podría decir que la economía española forma parte del sistema occidental y liberal que los BRICS aspiran no a combatir, sino por lo menos a contrarrestar. España podría sufrir a raíz de los aranceles que el mandatario ha amenazado con aplicar a la UE, pero que no llegarían al 20%. El sector agroalimentario es el que tiene más puntos de verse perjudicado. Pero habrá que ver. En todo caso no será por una letra del alfabeto.