El choque aéreo de un avión regional de American Airlines con un helicóptero militar cuando iniciaba la maniobra de aterrizaje en el aeropuerto Ronald Reagan causó la muerte de los 60 pasajeros y tripulantes del avión y los tres ocupantes del helicóptero. La búsqueda de supervivientes en el helado río Potomac resultó infructuosa. La gestión de la tragedia pone a prueba la administración del presidente Donald Trump en su segunda semana en el cargo. Es el peor accidente aéreo en Estados Unidos desde el 2009.
El vuelo 5342 de American llegaba de Wichita, Kansas, con 60 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo cuando chocó con el helicóptero Sikorsky H-60 Black Hawk con tres militares a bordo mientras se acercaba a la pista de aterrizaje el miércoles poco antes de las 9 p.m., hora local.
La colisión se suma a un número creciente de accidentes aéreos mortales durante el último año, tras un largo período en el que prácticamente no se produjeron víctimas fatales en la industria de la aviación civil.
Las imágenes del mortal accidente del miércoles compartidas en las redes sociales mostraban el choque de las dos aeronaves en el cielo y su explosión en forma de bola de fuego antes de caer al río. Gran parte del fuselaje del avión regional se desintegró en el agua, por lo que se requirieron barcos de rescate en el lugar de la tragedia.
Entre los pasajeros del vuelo se encontraban miembros de la comunidad de patinaje artístico, quienes regresaban de los campeonatos nacionales en Wichita. AFP informó, citando a agencias de noticias rusas, que una pareja de campeones rusos de patinaje también estaba a bordo.