Una bomba montada en una patinete eléctrico ha acabado este martes con la vida de Ígor Kiríllov, teniente general al cargo de la defensa biológica rusa. El atentado, confirmado por Comité de Instrucción de Rusia (CIR), sucedió en Moscú. La bomba fue activada cuando Kiríllov salía de su domicilio con su ayudante, que también murió en el atentado. Ucrania reivindicó horas después que el ataque fue obra de sus agentes, según informó una fuente anónima del Servicio de Seguridad ucraniano (SBU) a la agencia pública de noticias Ukrinform.
Jefe de las Fuerzas de protección radiológica, química y biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, de 54 años, Kiríllov fue asesinado frente a un edificio de apartamentos en la avenida de Riazán (o Riazanski Prospekt), donde comienza la carretera a unos siete kilómetros al sureste del Kremlin, a las seis de la mañana de Moscú (dos horas menos en Barcelona).
“Ígor Kiríllov, jefe de las Fuerzas de protección radiológica, química y biológica de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, y su asistente fueron asesinados”, informó tras los hechos el CIR.
Las fotografías publicadas en los canales rusos de Telegram mostraban una entrada destrozada a un edificio lleno de escombros y dos cuerpos tirados en la nieve manchada de sangre.
La portavoz del CIR, Svetlana Petrenko, explicó que el dispositivo explosivo estaba pegado con cinta aislante al manillar de un patinete eléctrico aparcado cerca de la entrada del edificio de apartamentos. Según varias fuentes policiales, la bomba tenía una potencia equivalente a entre cien y 200 gramos de trilita
La bomba se activó mediante una señal de radio o una llamada desde un teléfono móvil. Eso indica a los investigadores que el autor del crimen estaba cerca, observando a las víctimas y, en general, habrá dejado muchas huellas. Para intentar localizarlo ayudará el estudio de las conexiones móviles en esa zona (pocas a esa hora de la mañana), así como los vídeos de cámaras de vigilancia que, aparentemente, capturaron cómo el ejecutor llegó a la entrada y colocó el artefacto.
Sospechas sobre los servicios especiales de Ucrania
Las Fuerzas de defensa radioactiva, química y biológica, conocidas como RKhBZ, son fuerzas especiales que operan bajo condiciones de contaminación radioactiva, química o biológica. El teniente general Kiríllov llevaba al frente de este cuerpo desde mayo de 2017.
Esta noticia llega un día después de que los fiscales ucranianos acusaran al general de utilizar armas químicas prohibidas en Ucrania, según el Kyiv Post. El Reino Unido impuso sanciones a Kiríllov en octubre de este año por la transferencia y uso de armas químicas en Ucrania.
Según la web del diario Kommersant, los investigadores creen que detrás del asesinato están los servicios especiales de Ucrania, o bien el GUR (inteligencia militar) o bien el SBU (Servicios de Seguridad de Ucrania).
Kiríllov no era ni mucho menos el comandante militar más importante de los que participan en la campaña militar rusa contra Ucrania. Ese diario supone que fue elegido como objetivo debido a la resonancia que provocaría el atentado, ya que el general ofrecía regularmente comparecencias de prensa en las que entre otros temas aludía a “laboratorios biológicos estadounidenses” en Ucrania.
Las sospechas del Comité de Instrucción ruso las confirmaron horas después desde Kyiv fuentes anónimas de los servicios ucranianos que hablaron con medios y agencias de información. Una de esas fuentes dijo a la agencia pública de noticias Ukrinform que el atentado era una operación especial del SBU.