Georgia elige un presidente prorruso en una votación boicoteada por la oposición
Mijeíl Kavelashvili
El exfutbolista profesional Mijeíl Kavelashvili, de 53 años, recibió el apoyo de 224 de los 300 diputados nacionales y municipales del Parlamento
La elección ayer sábado de un antioccidental de línea dura y prorruso como nuevo presidente de la antigua república soviética de Georgia contradice la afirmación que repite el Gobierno de que sigue queriendo que el país sea parte de la Unión Europea.
En medio de una grave crisis política y con la última manifestación de la oposición proeuropea frente al Parlamento, en la capital, Tiflis, un colegio electoral dominado por el partido en el poder, Sueño Georgiano, designó como nuevo presidente del país al exfutbolista profesional Mijeíl Kavelashvili, de 53 años. Único aspirante en una votación boicoteada por la oposición, recibió el apoyo de 224 de los 300 diputados nacionales y municipales que forman el colegio electoral.
Crisis de Gobierno
Manifestaciones diarias en Tiflis desde hace tres semanas
El elegido, que tendrá funciones meramente representativas durante un mandato de seis años, sustituirá a la actual presidenta del país, la europeísta Salomé Zurabishvili, quien está enemistada con la formación gubernamental que, sin embargo, la propuso para el cargo en el 2018.
La actual presidenta apoya las protestas que comenzaron a finales de noviembre y asegura que no dejará su mandato, que oficialmente concluye este 16 de diciembre, pues asegura que el Parlamento no tiene legitimidad. La oposición considera que las elecciones legislativas del pasado octubre fueron fraudulentas y piden su repetición. Kavelashvili deberá tomar posesión el día 29.
La actual crisis estalló el 28 de noviembre, cuando el primer ministro, Irakli Kobajidze, anunció que el Gobierno suspendía toda negociación para el ingreso de Georgia en la UE hasta el 2028. Desde entonces decenas de miles de manifestantes se han reunido diariamente en el centro de Tiflis en una protesta que se ha extendido a otras ciudades del país.
Diputado desde el 2016, en el 2022 Kavelashvili abandonó Sueño Georgiano y fue uno de los cofundadores del movimiento Poder Popular, que en el 2024 se ha transformado en partido político y se caracteriza por su retórica antioccidental
Mijeíl Kavelashvili
Un exfutbolista profesional con opiniones muy contrarias a Occidente
Nacido en 1971, es fundador de La Fuerza del Pueblo, movimiento que promovió la aprobación de leyes contra la influencia extranjera y las minorías sexuales que fueron condenadas por la oposición y Occidente por su semejanza a las draconianas normas promulgadas por Rusia para reprimir a la oposición y a los homosexuales.
La oposición, que se manifiesta diariamente en Tiflis desde que el 28 de noviembre el Gobierno congelara las negociaciones de ingreso en la Unión Europea, se concentró desde primeras horas de la mañana frente a la sede del Parlamento.
La decisión del partido gobernante, Sueño Georgiano, de congelar el proceso de adhesión a la UE hasta 2028, deteniendo bruscamente un antiguo objetivo nacional recogido en la Constitución del país, ha provocado la ira generalizada en Georgia, donde los sondeos de opinión muestran que el ingreso en la UE goza de una abrumadora popularidad.
“Esclavos” y “Rusos” son algunos de los eslóganes que corean los activistas, que consideran un “insulto” que el nuevo jefe de Estado no tenga estudios superiores.
Kavelashvili, tiene opiniones muy contrarias a Occidente, a menudo conspirativas. En sus discursos públicos de este año ha afirmado en repetidas ocasiones que las agencias de inteligencia occidentales pretenden llevar a Georgia a una guerra con Rusia, que gobernó el país durante 200 años, hasta 1991.
Cientos de manifestantes se congregaron ante el Parlamento, bajo una ligera nevada, antes de la votación presidencial. Algunos jugaron al fútbol en la calle y agitaron tarjetas rojas en el edificio del Parlamento, en referencia burlona a la carrera deportiva de Kavelashvili.
Para prevenir incidentes, la policía ha cerrado las calles adyacentes por donde los diputados acceden al Legislativo e instalado camiones con cañones de agua.
Las autoridades modificaron el mecanismo de elección del presidente que, por primera vez, no fue resultado del ejercicio del sufragio universal, sino de una votación colegial de 150 diputados y 150 delegados municipales.
Además de los diputados, 89 de los cuales son de SG; también podían participar 21 diputados del Parlamento de la Autonomía de Adzharia; 20 del Consejo Supremo de Abjasia en el exilio y 109 delegados municipales.
El Gobierno tenía todas las de ganar, ya que domina el Parlamento nacional y las asambleas locales. Para ser elegido, Kavelashvili necesitaba 200 votos.
Sea como sea, Zurabishvili, presidenta desde 2018, reiteró anoche en rueda de prensa que no abandonará la Presidencia, tachó de “parodia anticonstitucional” la votación y llamó a continuar las protestas.
Según la opositora, quien considera fraudulenta la victoria electoral de SG en las elecciones legislativas de octubre pasado, actualmente en el país no hay un Parlamento legítimo y “un Parlamento ilegítimo no puede elegir a un nuevo presidente”.
La decisión del partido gobernante, Sueño Georgiano, de congelar el proceso de adhesión a la UE hasta 2028, deteniendo bruscamente un antiguo objetivo nacional recogido en la Constitución del país, ha provocado la ira generalizada en Georgia, donde los sondeos de opinión muestran que el ingreso en la UE goza de una abrumadora popularidad.