Angela Merkel se parapeta en un muro que no es el de Berlín, muy presente durante la presentación de sus memorias en Barcelona. En realidad, es una gruesa columna del auditorio de la editorial RBA, en la que la excanciller alemana se apoya de pie frente a una mesa alta donde en lugar de canapés aterrizan uno tras otro ejemplares de su libro, que firma con amabilidad sin dejar de mostrar su media sonrisa característica. Sonrisa que se amplía y deja de ser adusta cuando posa para una selfie.
En la fila improvisada junto a una barra de bar, algunos de los 450 invitados esperan su turno, incluido el conseller de Justicia, Ramon Espadaler, contento tras obtener la preciada firma; o el exconseller de Economía, Jaume Giró, que se retrata con Merkel, con la mesa de por medio.
La austeridad de la germana también se nota en la firma sin dedicatoria. Nombre y apellido. Tras veinte minutos, llegan unos canapés de diseño, pero la autora decide que ya es hora de irse atravesando de nuevo la sala, sin perder la amabilidad ante todo el mundo que quiere saludarla y ver de cerca de una de las líderes europeas más influyentes de este siglo.

Javier Godó, conde de Godó, editor de La Vanguardia; Angela Merkel, y Ricardo Rodrigo, presidente de RBA
Antes, Merkel había respondido todas las preguntas de la entrevista pública que sobre el escenario le realizó ayer la corresponsal de La Vanguardia en Berlín, María-Paz López. Todas menos una. La excanciller no quiso meterse en el berenjenal de la coyuntura alemana, de futuro incierto tras la convocatoria de elecciones anticipadas en febrero. ¿Apoyaría una coalición de su partido, el conservador CDU, y Los Verdes? “Es una buena pregunta en democracia, pero no a todas las preguntas va a recibir respuesta”, zanjó sin perder la austera simpatía.
Fiel a su estilo, la líder alemana fue diplomática incluso cuando López le preguntó por Trump o por los ultraderechistas de la AfD, aunque quedó claro lo que piensa de ellos. Solo se permitió una licencia cuando explicó que Putin sabía de sobra que le dan miedo los perros cuando durante un encuentro en la dacha del líder ruso en Sochi, en el 2007, entró su labrador en la sala. “Me cuesta mucho creer que se le hubiera olvidado”, indicó Merkel, recordando que en una cita anterior Putin le había regalado un gran perro de peluche por este motivo. El jefe del Kremlin afirmó hace unos días que no era consciente de ese miedo.
La anécdota de Sochi es una de las muchas que aparecen en Libertad, título de las memorias y, al igual que en el libro, Merkel soltó ayer una antología de frases durante la entrevista, como cuando reconoció su papel durante la crisis económica del 2008: “Yo fui el poli malo, a ojos de muchos, y el rostro de la austeridad”.
Al acto asistió una nutrida representación de la clase política, social y cultural catalana, encabezada por tres expresidents, Jordi Pujol, José Montilla y Artur Mas. El presidente de RBA, Ricardo Rodrigo, ejerció de anfitrión, y también estuvo presente la plana mayor del Grupo Godó y de La Vanguardia –que colaboró en la organización del acto–, encabezada por su editor, Javier Godó, conde de Godó, su consejero delegado, Carlos Godó, y Ana Godó, editora de Libros de Vanguardia. Merkel llegó acompañada de la embajadora de Alemania en España, Maria Margarete Gosse, y del cónsul en Barcelona, Dirk Rotenberg.
El president Salvador Illa no estuvo en el auditorio pero poco antes de su inicio acudió a la torre RBA para saludar a Merkel en la biblioteca de la editorial, donde también tuvo un pequeño encuentro previo con la excanciller el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni.
En la biblioteca, la líder germana firmó dos libros y pidió que fueran enviados a Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, de los que dijo haber “trabajado estupendamente” con ambos.
Por la mañana, Angela Merkel visitó la Sagrada Família.
El libro fue lanzado en Berlín el 26 de noviembre y el 2 de diciembre Merkel viajó a Washington para presentarlo junto a Barack Obama. Después de Barcelona –única presentación en España–, la gira editorial de la excanciller seguirá por otras ciudades europeas.