El recuento de los votos en Rumanía de la primera vuelta de las elecciones presidenciales ha confirmado que el prorruso Calin Georgescu se impuso sobre sus rivales, mientras que los votos de la diáspora han colocado a la candidata derechista Elena Lasconi como segunda.
Tras el escrutinio del 99,9% de los votos, el ultranacionalista prorruso quedó primero, con el 22,9%, seguido de la derechista Elena Lasconi, que con el 19,17 % adelantó en 0,02 puntos porcentuales al europeísta Ciolacu (19,15%), informó la Autoridad Electoral Permanente (AEP).
La derechista Elena Lasconi, en segunda posición: adelanta en 0,02 puntos a Ciolacu
La mayor sorpresa del domingo fue la victoria de Georgescu, un candidato que al que los sondeos lo veían por debajo del 5 % y que casi no apareció en las televisiones y los medios tradicionales durante la campaña.
Aparentemente, Georgescu, con manifestaciones antisemitas y posturas adversas a la OTAN, ha logrado conquistar a muchos de sus conciudadanos a través de las redes sociales, principalmente en Tik-Tok, con vídeos que se hicieron virales. “El pueblo rumano gritó esta noche, paz, y lo hizo muy fuerte”, dijo Georgescu la pasada noche, según recoge el portal romaniatv.net.
El ganador de la primera vuelta agregó que encendió “la vela de la esperanza y el coraje de ser rumano. El pueblo rumano ha optado por dejar de arrodillarse, no ser humillado”. La prensa local habla de “una gran sorpresa”, de “un candidato invisible para la prensa” y el portal Libertatea.ro cita a medios rusos que se han congratulado de la victoria de un “partidario de una alianza con Rusia”. Sea como sea, las autoridades no han concluido con el recuento de los votos emitidos en el extranjero.
La participación en las elecciones fue del 52,55 %, ya que más de 9,4 millones de rumanos de los 18 millones con derecho a voto han acudido a las urnas. El 8 de diciembre, los rumanos decidirán quien será el futuro jefe del Estado entre los dos candidatos más votados.
El inesperado avance de Georgescu abre nuevas interrogativas sobre el panorama político, no solo ante la cuestión de quien será el futuro jefe del Estado de Rumanía -algo que se decidirá el 8 de diciembre entre los dos candidatos más votados- sino también de cara a las elecciones legislativas del próximo domingo.
Rumania es también una pieza fundamental para la actual estrategia de la OTAN, organización en la que ingresó en 1999, por su papel en la contención de los intereses rusos en la zona. La organización militar tiene bases en el país, y Rumanía es un activo aliado de Ucrania en la guerra que libra con Rusia.
La presidencia conlleva un mandato de cinco años y tiene importantes poderes para la toma de decisiones en áreas como la seguridad nacional, la política exterior y los nombramientos judiciales