La primera vuelta de las elecciones presidenciales de Uruguay ha dejado dos claros candidatos a dirigir el país a falta de celebrar la segunda vuelta el próximo 24 de noviembre: Yamandú Orsi, un profesor de historia de izquierda, considerado favorito; y Álvaro Delgado, un veterinario de centroderecha de 55 años.
Orsi obtuvo el 43,9% de los votos, según los resultados publicados este lunes por el tribunal electoral, mientras que Delgado, candidato del gobernante Partido Nacional, obtuvo alrededor del 26,7% de los votos, según estas cifras oficiales.
El expresidente José Mujica, del que es heredero político Orsi y que gobernó de 2010 a 2015, acudió a las urnas en silla de ruedas por sus problemas relacionados con un cáncer de esófago. El exguerrillero de 89 años votó nada más abrir las oficinas: “Podría ser el último voto”, dijo.
Las raíces de clase trabajadora de Orsi, su vestimenta informal y su promesa de renunciar a muchos de los beneficios que disfrutan los jefes de Estado parecen inspirarse en Mujica. “Necesitamos apoyar la democracia, no porque sea perfecta, sino porque los humanos aún no han inventado nada mejor”, dijo Mujica a los periodistas después de emitir su voto desde una silla de ruedas.
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El país tiene un alto ingreso per cápita, así como bajos niveles de pobreza y desigualdad en comparación con el resto de América del Sur. Sin embargo, sufre un aumento de la violencia relacionada con las drogas. “Durante estos 27 días vamos a dar un último empujón, con más entusiasmo que nunca”, dijo Orsi, del partido Frente Amplio, frente a miles de seguidores. “¡Falta poco, triunfaremos!”, lanzó este profesor de historia de 57 años.
Al votar en el departamento de Canelones (sur), que dirigió durante casi diez años, elogió la “salud democrática” de Uruguay y expresó su esperanza de que la izquierda regrese al poder después de haberlo perdido en 2020.