La vicepresidenta Kamala Harris se ha enfrentado esta noche a la entrevista más incómoda de su corta campaña electoral, en la principal cadena conservadora del país, Fox News, y ante un agresivo Bret Baier, uno de sus presentadores estrella, que ha intentado ponerla a la defensiva desde la primera pregunta. “La inmigración es uno de los asuntos prioritarios para los votantes. ¿Cuántos inmigrantes ilegales estima que su administración ha liberado en el país en los últimos tres años y medio?”, ha planteado, ante una audiencia mayormente republicana y acostumbrada a las asociaciones entre inmigración y criminalidad.
Harris, que forma parte de un gobierno bajo el que se han cumplido récords de entradas de inmigrantes, ha esquivado una respuesta directa a esta cuestión, pero tampoco ha podido explicarse dadas las interrupciones constantes del presentador, que no han cesado en la media hora que ha durado la entrevista. “¿Puedo terminar, por favor? Estoy tratando de responder al asunto que ha planteado”, ha dicho en el momento más tenso del intercambio.
Kamala Harris, durante su entrevista en Fox News
Kamala Harris, candidata demócrata
“Mi presidencia no será una continuación de la de Joe Biden. Represento a una nueva generación de liderazgo”
La candidata demócrata ha culpado a su rival en los comicios de noviembre, Donald Trump, de la situación en la frontera, alegando que demócratas y republicanos pactaron en el Senado una de las leyes más restrictivas de la historia, pero el proyecto de ley fracasó por la presión del magnate a sus legisladores. “Prefiere incidir en el problema antes que solucionarlo”, ha dicho, acusando al republicano de boicotear el acuerdo migratorio por su interés electoral.
Inmediatamente, el presentador le ha mostrado el video de la madre de una mujer que fue asesinada por un inmigrante, que culpaba directamente a la administración de Joe Biden, y la ha invitado a “pedir disculpas”. Harris ha respondido con empatía hacia ella, pero no ha caído en la encerrona de atribuir su muerte a las políticas migratorias del mandatario.
Como nunca antes había hecho en esta campaña, ha tratado de marcar distancias con el presidente Biden, en un posicionamiento estratégico para que no se la pudiera atacar por las acciones del gobierno del que forma parte. “Permítame ser muy clara: mi presidencia no será una continuación de la de Joe Biden. Como cada nuevo presidente que llega al cargo, aportaré mis experiencias vitales, mis experiencias profesionales e ideas frescas y nuevas. Represento a una nueva generación de liderazgo”, ha señalado, recordando su carrera como fiscal general en California.
Esta respuesta ha sido un claro contraste con el tono continuista que ha exhibido en los tres meses su campaña. En una reciente entrevista con la cadena afín ABC News, cuando le preguntaron si tenía previsto hacer algún cambio respecto a las políticas actuales, respondió: “No me viene nada a la mente... he formado parte de la mayoría de las decisiones que han tenido impacto”.
Kamala Harris, candidata demócrata
“El pueblo estadounidense está listo para pasar página de la división y la retórica surgida de Donald Trump”
Durante toda la entrevista en una cadena mucho más hostil, Fox News, Harris se ha mostrado desafiante y ha logrado calibrar la defensa de su programa y los ataques a su rival, a quien se enfrentará en tan solo 19 días. En vez de enfocarse en sus políticas, como suele hacer, en este feudo conservador ha incidido más en su carácter y su retórica, especialmente en la definición que Trump está haciendo en las últimas semanas de los demócratas, tachándolos del “enemigo interior”.
“El pueblo estadounidense está listo para pasar página de la división y la retórica surgida de Donald Trump”, ha dicho, en un claro llamamiento a los republicanos moderados, entre los que las últimas encuestas muestran que está ganando terreno. Preguntada por a qué se refiere con “pasar página”, ha recordado las recientes declaraciones del magnate, en las que sugirió que se plantearía usar al ejército para perseguir y “encerrar a la gente porque no está de acuerdo con él”.
“Esto es una democracia, y en una democracia, el presidente de EE.UU. debería ser capaz de manejar las críticas sin decir que encerraría a la gente”, ha añadido, aludiendo al lenguaje de “matón” de Trump, que está “diseñado para que los estadounidenses se señalen los unos a los otros”, y a “su enfoque de liderazgo”, que “sugiere que la fuerza de un líder se basa en a quién golpeas en lugar de a quién levantas”.
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A lo largo de toda la entrevista, el periodista ha insistido en los principales puntos de la campaña de Trump, como el discurso contra las personas trans. Le ha recordado a la vicepresidenta que en el pasado defendió la financiación federal de los tratamientos de transición de género para los presos y le ha preguntado si mantiene esa posición. Harris se ha limitado a decir que “aplicaré la ley” y ha recordado que “en realidad, Donald Trump también la aplicó”.
La candidata demócrata ha superado la prueba y ha logrado resistir a los ataques del entrevistador en territorio comanche, transmitiendo un mensaje de moderación frente a la retórica divisiva de Trump. En su distanciamiento con el impopular Biden, ha recordado que, a diferencia de él, “soy alguien que no ha pasado la mayor parte de su carrera en Washington. Invito a aportar ideas a los republicanos que me apoyan”, ha señalado, recordando una de sus propuestas de consenso: incluirá a un republicano en su administración si gana las elecciones el próximo 5 de noviembre.
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