El Gobierno alemán anunció este lunes controles fronterizos temporales en todas las fronteras terrestres del país a partir del 16 de septiembre para hacer frente a la inmigración irregular, que ha ido aumentando, y reforzar la seguridad interior, tras los ataques islamistas con cuchillo en Mannheim en mayo y en Solingen en agosto, que causaron víctimas mortales.
“Estamos fortaleciendo la seguridad interior y continuando con nuestra dura lucha contra la inmigración irregular; seguiremos avanzando en esta línea”, dijo la ministra del Interior, Nancy Faeser, en una comparecencia en Berlín. “Esto sirve como protección contra los peligros del terrorismo islamista y contra los delitos transfronterizos graves”, añadió.
Este mismo lunes el Ministerio del Interior notificó a la Comisión Europea su decisión de instalar controles fronterizos durante seis meses en las lindes con Francia, Luxemburgo, Países Bajos, Bélgica y Dinamarca, esto es, los países de su confín occidental.
Como ya existían tales controles en las fronteras con Polonia, República Checa, Austria y Suiza, el resultado es que todo el perímetro fronterizo alemán por tierra (más de 3.700 kilómetros) será objeto de controles policiales, “que podrán ser tanto fijos como móviles, incluida la posibilidad de devoluciones, de conformidad con el Derecho europeo y nacional”, reza el comunicado ministerial.
El ministro del Interior de Austria, el conservador Gerhard Karner, dijo este lunes al diario alemán Bild que su país no aceptaría a ningún migrante rechazado por Alemania en la frontera. “Ahí no hay margen de maniobra, es la ley; he ordenado al jefe de la policía federal que no permita ninguna devolución”, afirmó Karner.
Alemania estableció controles en su linde con Austria en noviembre del 2022, previo aviso a Bruselas. Pero Austria celebra elecciones generales el próximo 29 de septiembre, los sondeos dan el primer puesto al partido de extrema derecha FPÖ, el debate migratorio arrecia, y la coalición gobernante de conservadores y ecologistas del canciller Karl Nehammer está muy inquieta.
El Gobierno de Austria dice que no permitirá devoluciones de personas desde Alemania; el país va a elecciones el 29 de septiembre y la extrema derecha encabeza los sondeos
Los controles más estrictos en sus fronteras terrestres con Polonia, República Checa y Suiza fueron establecidos el 16 de octubre del 2023, en respuesta a un marcado incremento del número de solicitudes de asilo. La ministra Faeser aseguró este lunes que, desde octubre del año pasado, los controles en las fronteras con estos tres países y con Austria permitieron más de 30.000 devoluciones de personas que pretendían entrar en Alemania de modo ilegal. La ministra aseguró que los controles, en coordinación con los países vecinos, buscarán “tener el menor impacto posible sobre los viajeros y la vida cotidiana en las regiones fronterizas”.
El Gobierno alemán argumenta que, aunque respetando la normativa de derecho al asilo, debe limitar la inmigración irregular también debido a “la carga global que soporta Alemania, en particular las limitadas capacidades de los municipios en términos de alojamiento, educación e integración por la admisión de 1,2 millones de refugiados de guerra de Ucrania y por la migración por asilo de los últimos años”.
Durante los últimos días, el Gobierno de socialdemócratas, verdes y liberales del canciller Olaf Scholz ha mantenido conversaciones con la democristiana CDU, el principal partido de la oposición, sobre cómo frenar la inmigración. El líder democristiano, Friedrich Merz, ha endurecido el tono en el debate migratorio, mientras la ultraderechista AfD cabalga sobre el tema y ha obtenido excelentes resultados en las recientes elecciones regionales en Turingia y Sajonia.
El 22 de septiembre hay elecciones en otro land del este, Brandemburgo, donde también la AfD parte como favorita en los sondeos. Para el socialdemócrata SPD, el partido del canciller Scholz y de la ministra Faeser, esta cita es muy importante, pues gobierna el land en coalición con verdes y democristianos, y aspira a mantenerse en el poder.