Este jueves comenzaban en Doha, la capital de Qatar, las negociaciones destinadas a conseguir un alto en fuego permanente en Gaza que vaya acompañado de un intercambio de rehenes. En las conversaciones participan Qatar, que actúa como anfitrión, Egipto, Estados Unidos e Israel, que ha enviado al encuentro al jefe de la inteligencia israelí, David Barnea, entre otros miembros del equipo negociador.
Tras el fin de la primera jornada y tras no llegar a ningún entendimiento, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar, Majed Al-Ansari, anunció que las conversaciones para el alto el fuego en Gaza continuarán este viernes.
A la reunión no asiste Hamas, que ya advirtió en su momento que no participaría en las negociaciones. El grupo palestino dirigido ahora por el “duro” Yahia Sinwar, que encabeza la organización despúes de la muerte en atentado del moderado Ismail Haniyé en Teherán el pasado mes de julio, no aceptará ningún acuerdo que no parta del plan que en su día fue presentado por Joe Biden.
El plan de Biden fue presentado en su día por el presidente de los Estados Unidos como un documento consensuado con el primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu. Sin embargo, horas después de presentarlo, Netanyahu se distanció del plan y lo rechazó públicamente en el contexto de un Ejecutivo israelí condicionado por la extrema derecha religiosa.
Trump y Netanyahu habrían hablado el miércoles por teléfono sobre las negociaciones
La voluntad de Netanyahu para aceptar un alto el fuego despierta el escepticismo de algunas de las partes. Esta mañana, el portal Axios informó que Netanyahu ha hablado por teléfono con Donald Trump para tratar del alto el fuego. Una fuente del candidato republicano señala que supone que Trump le habrá pedido que pacte. Sin embargo, no lo da por seguro. La oficina del primer ministro israelí, por su parte, niega que esa conversación haya existido.
Mientras, los sistemas de alerta israelíes se mantienen a la espera de una hipotética respuesta militar de Irán al atentado contra Haniyeh, que se produjo en el corazón de Teherán, pese a que formalmente Israel no lo ha reivindicado. Irán ya ha señalado que puede reconsiderar su decisión de responder a Israel si se alcanza finalmente un alto el fuego