El número de muertos, tras el tiroteo perpetrado por miembros del Estado Islámico (EI) en el auditorio Crocus City Hall, situado en Krasnogorsk, una ciudad cerca de Moscú, ha causado al menos 133 fallecidos y más de un centenar de heridos, aseguraron fuentes oficiales.
Según la agencia estatal Tass, el Comité de Investigaciones (CI) de la Federación Rusa estableció que se temía que el número de víctimas mortales aumentara. Y así ha sido. Se ha producido una actualización de las cifras de fallecidos en lo que va de día, que ya alcanza las 133 personas.
Además del atentado de 2011 en el que Moscú sufrió un acto terrorista, cuando un ataque bomba provocó 37 muertos y 172 heridos en el aeropuerto internacional de Domodédovo, el país ha estado marcado por el impacto de tres grandes ataques: en 1999, 2002 y 2010.
Bombas en edificios de viviendas (1999)
Días después de que Vladímir Putin fuera nombrado primer ministro, una ola de explosiones en bloques residenciales mató a más de 300 personas en Moscú, Buinaksk y Volgodonsk. El Gobierno ruso culpó a terroristas chechenos, pero hay teorías que apuntan a atentados de falsa bandera para justificar la segunda guerra de Chechenia e impulsar la victoria electoral de Putin.
Toma del teatro Dubrovka (2002)
Al menos 173 personas fallecieron, incluidos unos 40 asaltantes, después de que las fuerzas de seguridad rusas irrumpieran (foto) en un teatro moscovita tomado por terroristas chechenos en plena función. De los más de 850 rehenes, un total de 133 murieron al inhalar un misterioso gas usado para facilitar la operación de los grupos especiales, en un atentado con muchas incógnitas.
Metro de Moscú (2010)
Dos mujeres suicidas yihadistas del Cáucaso mataron a 40 personas haciendo explotar bombas en dos estaciones cercanas al Kremlin y al Servicio Federal de Seguridad.