El demócrata Tom Suozzi se tomó la revancha al recuperar el escaño del distrito del estado de Nueva York que en el 2021 les quitó el fabulador y corrupto republicano George Santos, al que sus muchos de sus propios compañeros, aliados con los progresistas, forzaron su expulsión de la Cámara Baja el pasado diciembre.
Esta victoria en una convocatoria especial, a la que se le ha atribuido clave nacional, es un balón de oxígeno para los demócratas en un momento de ansiedad por la conversación constante sobre las vulnerabilidades del presidente Joe Biden. También supone un chute de energía de cara a mejorar las perspectivas en las elecciones presidenciales de noviembre, cuestionando las encuestas, y mostrar la ruta para hacerse con distritos bisagras, que perdieron en el 2022, lo que les permitiría recuperar el control de la Cámara de Representantes. La ‘House’ queda ahora con 219 legisladores republicanos y 213 demócratas.
Suozzi, de 61 años, derrotó a la nominada republicana Mazi Pilip por cerca de diez puntos de ventaja en el tercer distrito, que abarca una pequeña porción del concejo neoyorquino de Queens (fuertemente demócrata) y el condado de Nassau, en Long Island, con una tendencia más conservadora.
El demócrata ya había sido representante de esta demarcación en tres ocasiones (entonces la división territorial le era más favorable). En el 2021 dimitió para competir por el cargo de gobernador, donde quedó tercero en las primarias.
Pilip, madres de siete hijos, era una debutante en esta contienda. Mujer judía etíope, sirvió en el ejército de Israel antes de emigrar con su familia a Estados Unidos. Logró la ciudadanía en el 2009. Tuvo el detalle de aceptar la derrota con dignidad y sin especular. “Ya he llamado al otro candidato para felicitarle”, dijo de inmediato en su discurso.
A pesar de las posturas radicalmente opuestas (por ejemplo, Suozzi es pro abortó y Pilip radicalmente anti), los dos han coincidido en una denominador común. Ambos han marcado diferencias con los líderes de sus respectivos partidos, evitando sacar tanto a Biden como Donald Trump en la disputa. Pero no hay duda de que para el expresidente es un golpe más fuerte porque esto supone perder el apoyo del mentiroso Santos, uno de sus más fervorosos voceros.
Trump reaccionó rápido y culpó a Pilip por no haber reclamados su apoyo, asegurando que sus bendecidos salen victoriosos, si bien fue otra de sus falsedades. Las derrotas de sus elegidos han sido habituales, como quedó demostrado en las elecciones del 2018, 2020 y 2022. El expresidente despreció a Pilip en el comunicado en su red social, la acusó de haber sido demócrata (verdad) y apostó por poner a otro candidato en noviembre. Suossi debe revalidar el escaño en nueve meses, al agotarse la legislatura.
Esta carrera electoral es una de las más caras jamás celebrada por un escaño al Congreso al establecerse una pugna nacional, con asuntos centrales para las elecciones generales como la interrupción del embarazo y, sobre todo, la cuestión de la frontera con México, cuando se produce un gran flujo de inmigrantes a la ciudad de Nueva York que se ha proyectado en este territorio.
En la derrota, el ex congresista republicano Vito Fossella criticó que se busque hacer una lectura nacional de un resultado que afecta a un solo distrito. Los demócratas recordaron, sin embargo, la letanía de críticas destructivas que se hubiesen oído contra Biden en caso de que perder Suozzi, y en especial se habría pintado un país apocalíptico por la invasión de los indocumentados.
Pero también es cierto que el centrista Suozzi, que se gastó 13,8 millones de dólares, cinco más que su rival, trató en su campaña de distanciarse de su partido al reclamar unas políticas más duras en el control fronterizo y prometió trabajar para reparar el sistema de inmigración. Estos últimos días arremetió contra los republicanos por someterse a la voluntad personal de Trump y sabotear un pacto entre los dos partidos para llevar a cabo precisamente esa reforma.
“A pesar de todos los ataques y de las mentiras sobre Tom Suozzi, de ser acusado de formar parte del ‘squad’ (apodo del grupo de legisladores demócratas más a la izquierda), de ser el padrino de la crisis de inmigración, de ser el santuario Suozzi (de inmigrantes), a pesar de las trampas de los republicanos, ahora podemos celebrar la victoria”, subrayó en su intervención antes sus seguidores. Prometió que su trabajo consistirá en encontrar un terreno común en un país dividido.
El regreso de Suozzi al Capitolio de Washington supone también una presión para Mike Johnson, el presidente de la Cámara de Representantes. Solo se puede permitir dos votos en los proyectos de ley que planteen, un margen difícil de manejar que puede limitar la agenda legislativa de los republicanos en año electoral.
