El primer ministro francés, Gabriel Attal, ha anunciado este viernes algunas concesiones a los granjeros para intentar apagar la protesta que ha sumido en el caos a las autopistas, muchas de ellas cortadas durante la jornada. Attal ha prometido eliminar la subida prevista en la tasa sobre el gasóleo agrícola, así como aumentar algunas indemnizaciones cuando hay plagas que afectan al ganado y una profunda simplificación de normas administrativas que afectan a las explotaciones, por ejemplo para crear depósitos para el agua.
Tras el discurso de Attal, que duró casi una hora, empezaron a levantarse algunos bloqueos, en Burdeos, Montpellier y Lyon, a pesar de que los anuncios fueron calificados de insuficientes y no está claro cómo va a proseguir la protesta. Hay división entre los granjeros. El sindicato FNSEA decidió continuar las movilizaciones, aunque la sensación es que Attal ha dado el primer paso para desactivar la crisis.
El jefe del Gobierno habló en la pequeña localidad pirenaica de Montastruc-de-Salies, de 300 habitantes, en el departamento de Alto Garona, cerca del Valle de Arán. La puesta en escena fue muy estudiada, junto a una granja de vacas y rodeado de población local. Attal, que dejó sus apuntes sobre una bala de paja, realizó una declaración de amor a agricultores y ganaderos. "Francia sin agricultura no es Francia y no existe país", dijo. El joven premier, de 34 años y el clásico urbanita de París, prometió que el presidente Macron se implicará ante la UE para suprimir la obligación del 4% de tierras dedicadas al barbecho, y que París mantendrá su veto total a ratificar el acuerdo de libre comercio con Mercosur, una negativa que irrita mucho a España.
Attal se desplazó luego, acompañado en el vehículo oficial por el ganadero Jérôme Bayle, uno de los líderes de la protesta, al bloqueo de la autopista A64, que une Toulouse con Biarritz, el lugar donde empezó la ola reivindicativa. Allí habló amistosamente con algunos de los congregados, subidos en tractores, y luego, micro en mano, a los reunidos bajo un puente. Fue otro excelente golpe de imagen. Bayle, un fornido cuarentón con pinta de jugador de rugby, tocado con una gorra y visera girada hacia atrás, hacia una extraña pareja con el primer ministro, de modesta envergadura y trajeado. Bayle dijo que el bloqueo en la A64 se levantará este sábado al mediodía.
El ministro de Economía, Bruno Le Maire, había confirmado por la mañana que habrá más control y sanciones para garantizar que las grandes empresas de distribución respetan la ley Égalim, unos mecanismos concebidos para que sean justos los precios que se pagan a los productores.
La intervención de Attal vino precedida de horas muy tensas. Los granjeros provocaron un caos sin precedentes en las autopistas, con múltiples bloqueos en todo el país, en ejes de comunicación estratégicos que afectan al tráfico europeo de mercancías y en cinco accesos principales a la capital.
La autopista A1, principal vía de circulación entre París y el norte de Europa, fue bloqueada en los dos sentidos por la protesta. Nunca antes había ocurrido. Los agricultores también cortaron la frontera con España por la autopista AP-7 en La Jonquera.
El primer corte de la A1 se efectuó cerca de la localidad de Senlis, a unos 50 kilómetros al norte de París, y un segundo bloqueo al sur de Lille, cerca de la frontera con Bélgica. Centenares de tractores entraron en la vía rápida para cerrar el paso a la circulación en los peajes. La prefectura de departamento del Oise autorizó el corte de un segmento de la estratégica A1, obligando a desviar el tráfico por carreteras secundarias. Los tractores también bloquearon cinco autopistas de la periferia parisina
Dos autopistas del sur de Francia, la A7 y la A9 fueron cortadas en un segmento de casi 400 kilómetros, según anunció la concesionaria Vinci. Se trata de vías esenciales para el tráfico de camiones desde España hacia el interior de Europa.
Tolerancia policial mientras no haya ataques directos a los agentes o a edificios públicos
Las protestas de los granjeros se desarrollan ante la tolerancia de la policía, que ha recibido órdenes de no intervenir salvo que los propios agentes sean atacados o haya asaltos contra edificios públicos. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha justificado esta política y ha negado que se apliquen dos varas de medir respecto a otras crisis de orden público. Darmanin recordó que durante la revuelta de los chalecos amarillos había agresiones directas a los agentes, algo que hasta ahora no ha ocurrido. En Narbona, sin embargo, se ´destruyó en un incendio la sede de la Mutualidad Social Agrícola (MSA), acción que fue condenada por la presidenta de Occitania, Carole Delga.
Corte de la frontera en la autopista AP-7 en La Jonquera
Las protestas de los agricultores franceses han acabado cortando este viernes la autopista AP-7 en la Jonquera (Girona) en ambos sentidos de circulación y para todo tipo de vehículos.
Al inicio de la protesta, se ha permitido atravesar la frontera por la autopista a los turismos, pero antes del mediodía se ha cortado totalmente la frontera en ambos sentidos.
Los Mossos d’Esquadra de tráfico están informado a los conductores y desviando de forma obligatoria el tráfico que circula por la AP-7 en dirección norte por la salida 3, en el kilómetro 21.
Sobre las 13.00 horas en esta salida ya se acumulaban unos cuatro kilómetros de retención. La patronal del transporte recomienda no intentar viajar a Francia este viernes por las protestas que hay en ese país.