El Tribunal Supremo prohíbe el "movimiento LGTB" en Rusia
Derechos de las minorías
A petición del Gobierno ruso, los jueces lo declaran "extremista", con lo que de hecho queda prohibido cualquier tipo de activismo o reivindicación en favor de los derechos de esta comunidad
El Tribunal Supremo de Rusia celebró este jueves una sesión "secreta" y a puerta cerrada en la que, sin mediar defensa alguna, declaró "extremista" al "movimiento social internacional LGTB". Activistas y organizaciones de derechos humanos temen que la medida pueda suponer la futura prohibición de las asociaciones rusas, pérdidas de libertades y persecución de los homosexuales en Rusia.
La Corte se pronunció así a una demanda administrativa que interpuso el Ministerio de Justicia el pasado 17 de noviembre. Para presentar el caso, por la parte acusatoria se presentó un representante del departamento demandante. No hubo nadie en la mesa de la defensa, pues "nadie se ha presentado", dijo antes el Supremo a la agencia estatal Ría Nóvosti. En Rusia no existe ninguna organización con ese nombre.
Una única sesión a puerta cerrada y sin defensor
El servicio de prensa del ministerio dijo con anterioridad que las actividades del movimiento LGTB que opera en Rusia, de acuerdo con la ley federal "sobre la lucha contra las actividades extremistas", aparecieron "varios signos y manifestaciones de orientación extremista, incluida la incitación a la discordia social y religiosa". No citó, sin embargo, ningún ejemplo que apoyase esta argumentación.
A los jueces les llevó una sola sesión de cinco horas tomar su decisión. El proceso se declaró "secreto" y por eso se celebró a puerta cerrada. Los periodistas solo pudieron acceder para escuchar el veredicto.
El temor a que se desate una represión contra la comunidad LGTB en Rusia se basa en anteriores ejemplos. Más de cien grupos han sido prohibidos en Rusia por ser considerados "extremistas". Entre ellos se encuentran desde movimientos religiosos como los Testigos de Jehová hasta organizaciones vinculadas al encarcelado opositor político Alexéi Navalni. Tras la prohibición, se produjeron detenciones de quienes querían mantener su actividad.
Efectos "inmediatos"
Con la declaración de "extremista", de hecho queda prohibido cualquier tipo de activismo o reivindicación en favor de los derechos de los homosexuales y, por supuesto, la existencia de asociaciones vinculadas a la comunidad LGTB.
El Supremo aseguró que su decisión tiene efecto "inmediato". Quedan prohibidos ya la propaganda, la publicidad, generar interés y animar a integrar las filas del movimiento LGTB.
La organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) aseguró que el veredicto del Tribunal Supremo de Rusia es "vergonzosa y absurda".
En un comunicado, Marie Struthers, directora de AI para Europa Oriental y Asia Central, dice que "se corre el riesgo de llegar a una prohibición total de las organizaciones LGTBI, lo que conduciría a violaciones de gran alcance de los derechos a la libertad de asociación, expresión y reunión pacífica, así como del derecho a la no discriminación".
Moscú se ve como baluarte de los valores tradicionales frente a Occidente
Según Struthers, "esto afectará a numerosas personas y las consecuencias podrían ser catastróficas". "No hay duda de que esto conducirá a la persecución de activistas LGTBI, dejando en nada décadas de su valiente y dedicado trabajo, al tiempo que amenaza con instigar y legitimar un nivel completamente nuevo de violencia contra las personas LGTBI en toda Rusia", añadió.
AI pidió a Moscú que revierta esta decisión e hizo un llamamiento a la comunidad internacional a "solidarizarse con la comunidad homosexual en Rusia" para defender los principios de la igualdad, libertad y justicia para todos.
Las autoridades de Rusia se ha presentado en los últimas décadas como baluarte de los valores tradicionales y el presidente ruso, Vladímir Putin, critica con cierta regularidad a Occidente por su tolerancia hacia las personas LGTB.
El año pasado Rusia prohibió la propaganda "de las relaciones no tradicionales (léase LGTB), de la pedofilia y del cambio de sexo" entre toda la población. Esta medida restrictiva endurecía una ley anterior, de 2013, en la que se prohibió este tipo de propaganda dirigida únicamente a los menores de 18 años.