Corea del Norte pone en órbita su primer satélite espía, una semana antes que Corea del Sur
Carrera espacial
Seúl reacciona dando carpetazo al acuerdo que desde hacía 5 años limitaba la vigilancia aérea de la frontera
Corea del Sur da crédito a la puesta en órbita del primer satélite espía norcoreano, esta misma semana. De ahí que haya anunciado la suspensión parcial de un tratado de distensión suscrito hace cinco años bajo su anterior gobierno. Pyongyang, mientras tanto, dice que el nuevo juguete bélico de Kim Jong Un le ha proporcionado ya fotos de la base militar estadounidense en la isla de Guam, en el archipiélago pacífico de las Marianas.
Horas antes, la dictadura de Corea del Norte había suministrado imágenes del lanzamiento del cohete que transportaba el satélite. Se trataba de su tercera tentativa este año, tras dos intentos fallidos.
La puesta en órbite del satélite de Pyongyang forma parte de la nueva carrera espacial entre las dos Coreas. El siguiente movimiento tendrá lugar el 30 de noviembre, fecha prevista para el lanzamiento del primer satélite espía surcoreano, a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, la empresa de Elon Musk. Seúl, que espera desplegar cinco satélites de uso militar en los próximos años, dependía hasta ahora de los datos suministrados por EE.UU. y Japón.
En cualquier caso, que la vetusta dictadura comunista norcoreana se haya adelantado a la ultratecnológica Corea del Sur, aunque sea por una semana, será vendido como una victoria aplastante por Pyongyang. En Seúl se especula si puede tener algo que ver con la renovada relación militar entre Rusia y Corea del Norte, cuyos presidentes se encontraron en el extremo oriente ruso hace apenas dos meses. En caso de ser cierto, se trataría de una vulneración de las sanciones de Naciones Unidas al programa balístico -y nuclear- norcoreano, aprobadas en su día con el visto bueno de Rusia y China.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, ha expresado una queja en esta línea. A última hora del martes, el lanzamiento del cohete norcoreano hizo saltar las sirenas antimisiles en el archipiélago japonés de Okinawa, aunque el llamamiento a acudir a los refugios fue levantado al poco rato.
La agencia oficial norcoreana, por su parte, ha informado de la satisfacción del Brillante Camarada al contemplar imágenes de esta misma mañana "de la base aérea de Anderson, de la base naval de Apra" y otras instalaciones militares estadounidenses encaradas a Asia, a más de 9.000 kilómetros de América. Todas ellas presuntamente suministradas por el Malligyong-1, nombre del satélite.
Este comenzará a operar oficialmente el 1 de diciembre, tras varios días de ajustes. Su lanzamiento ha supuesto la suspensión por parte de Corea del Sur de las claúsulas que limitaban sus actividades de reconocimiento aéreo a lo largo de la frontera militarizada. Entre esta y las primeras posiciones artilleras norcoreanas hay una Zona Desmilitarizada de unos cuatro kilómetros de anchura.
Pyongyang justifica su escalada por las iniciativas "beligerantes" del presidente derechista de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, que han supuesto una ruptura con las medidas de acercamiento de su antecesor centrista, Moon Jae In, bajo el paraguas de los extraños encuentros en la tercera fase entre el mismísimo Donald Trump y Kim Jong Un.
Yoon, en cambio, ha abierto todavía más las puertas de Corea al ejército estadounidense. En las últimas horas, por ejemplo, arribaron al sur de la península el portaaviones USS Carl Vinson y el submarino USS Santa Fe, ambos de propulsión nuclear. Se trata de la tercera visita de un portaaviones estadounidense a Corea del Sur en lo que va de año.
Washington, que desde hace más de siete décadas cuenta con bases militares tanto en Corea del Sur como en Japón, anima un acercamiento militar aún más estrecho entre ambos países, pese a los resquemores por los 35 años de ocupación japonesa, hasta la Segunda Guerra Mundial. Bajo la presidencia de Joe Biden, las maniobras militares conjuntas entre los tres países se han incrementado, mientras su presupuesto militar -que los convierte desde hace tiempo en dos de los mejores clientes de la industria armamentista estadounidense- engorda a buen ritmo.
Contribuye a ello el pulso de Pyongyang, que este año ha realizado ya dos pruebas de su nuevo misil de combustible sólido y alcance supuestamente intercontinental- o por lo menos, capaz de alcanzar Guam- Hwasong-18.
Militarismo o disuasión
El presidente de Corea del Sur firma hoy en Reino Unido nuevos acuerdos de Defensa
La suspensión parcial del tratado específico con Corea del Norte ha sido aprobada con carácter de urgencia este miércole por el consejo de ministros en Seúl, bajo la batuta del primer ministro Han Duck Soo. La advertencia a Pyongyang en este sentido había sido lanzada hace meses. El texto ha sido firmado ya por el presidente Yoon, de visita en el Reino Unido, donde tiene previsto firmar acuerdos de caracter militar y tecnológico con el premier Rishi Sunak.
En cualquier caso, la noticia de tinte militar seguida por más millones de surcoreanos este miércoles acaso sea la incorporación al servicio militar de uno de los cantantes de BTS, un grupo de K-Pop. "Hasta pronto" ha venido a decir este, en un país donde la mili todavía es obligatoria para los varones y dura entre 18 y 21 meses, para proteger a unos coreanos de otros.