El G7 pide una "pausa humanitaria" en Gaza
Desde Tokio
El secretario de Estado Blinken, contra "la reocupación o la reducción territorial" de la franja palestina
"No al desplazamiento forzoso de palestinos fuera de Gaza, ni ahora ni después de la guerra. No al uso de Gaza como plataforma terrorista. No a la reocupación de Gaza después de que termine el conflicto. No al bloqueo y no a la reducción territorial de Gaza". El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se ha pronunciado con inusitada claridad este miércoles en Tokio, en el marco de la primera reunión de ministros de Exteriores del G7 desde que empezó la guerra.
Poco antes, el comunicado del grupo había reclamado una "pausa humanitaria", cuando se han superado los diez mil muertos palestinos en un mes, por la represalia mayormente aérea de Israel a la razia de Hamas. La reclamación no equivale a un alto el fuego y no va mucho más allá de la resignación del primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, a que las armas puedan callar por espacio de "una hora aquí o allí", según dijo el lunes en una entrevista televisiva.
No al desplazamiento de palestinos, no a la reocupación de Gaza y no a su reducción territorial
El G7 en cualquier caso, aspira a que el receso baste para establecer un corredor seguro, que permita la entrada inmediata de ayuda de primera necesidad. !Gaza no puede continuar siendo gobernada por Hamas, porque abriría las puertas a otro 7 de octubre", aseveró Blinken. "Pero también está claro que Israel no puede ocupar Gaza", añadió, aun dejando la puerta abierta a un periodo de transición.
Los cancilleres del G7, además, han condenado las acciones "terroristas" de Hamas y han pedido "la liberación inmediata de los rehenes". No estaba garantizado que los integrantes del Grupo de los Siete (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido) pudieran consensuar una postura, dadas las diferentes sensibilidades. La ministra de Exteriores japonesa y anfitriona, Yoko Kamikawa, ha reconocido "la extraordinaria franqueza" e "intensidad" con que sus homólogos hicieron valer sus puntos de vista durante la cena de ayer y este mismo miércoles.
Inevitablemente, los ministros de Exteriores del G7 han reiterado que una solución de "dos estados", con un "estado palestino viable al lado de Israel" es "la única vía para una paz justa y duradera". Sin embargo, ninguno de ellos ha dado el primer paso, consistente en reconocer a Palestina, como sí han hecho la mayor parte de estados del mundo.
La otra guerra
El G7 persevera en su apoyo multiforme a Ucrania y en las sanciones a Rusia
Japón, país que ocupa la presidencia de turno del G7, ha sido durante el último mes mucho más prudente que el resto de países del grupo, volcados en el apoyo a Israel. El gobierno japonés, inicialmente, incluso se resistió a calificar de terrorista a Hamas. Cabe recordar que otros países asiáticos del tamaño de Indonesia, Pakistán, Bangladesh o Malasia ni siquiera reconocen a Israel, mientras que tienen tratos con Hamas, como también los tienen Turquía o Rusia.
Asimismo, a mediados de octubre, Tokio votó a favor de una pausa humanitaria en el Consejo de Seguridad de la ONU, junto a Francia. Aunque se abstuvo unos días más tarde en la votación a favor de un alto el fuego inmediato, a la que se opuso EE.UU. y que volvió a contar con el apoyo de París.
Más unánime ha sido el apoyo del G7 a Ucrania, en un momento en el que crece la fatiga entre sus poblaciones por los efectos de la guerra en sus bolsillos y tras la decepcionante ofensiva ucraniana.
En el comunicado publicado al término de su encuentro en Tokio, los cancilleres del G7 se reafirmaron en su política de sanciones a Moscú y en el compromiso de que, en sus respectivas jurisdicciones, los activos soberanos de Rusia "permanecerán inmovilizados hasta que pague por los daños causados a Ucrania".
Nada parecido está en consideración para Israel, pese a que en las última semanas su aviación ha vuelto a destruir en Gaza docenas de infraestructuras civiles cofinanciadas con los impuestos de los europeos. No en vano, la mayoría de miembros del G7 sostienen el "derecho de Israel a la legítima defensa, dentro de la legalidad humanitaria". A pesar de que la relatora de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Palestina, Francesca Albanese, insiste en que tal derecho es inexistente cuando se trata de territorios ajenos bajo ocupación militar.
Por otro lado, los ministros de Exteriores del G7 condenaron hoy "enérgicamente" las transferencias de armas de Corea del Norte a Rusia, que suponen una violación de resoluciones de la ONU, e instaron a ambos países al cese inmediato de estos intercambios. Por otra parte, todos ellos, excepto Japón, contribuyen al esfuerzo bélico de Ucrania.
Asimismo, la cumbre llamó a la desnuclearización de la península coreana, en alusión a la posesión de ojivas nucleares por parte de Pyongyang. Mientras pasaba de puntillas, en el país de Hiroshima y Nagasaki, sobre a la bravuconada de la semana pasada de un ministro israelí, que propuso arrasar Gaza con armas nucleares (de las que Israel también se ha dotado).
Los jefes de la diplomacia del G7 -entre ellos EE.UU., Reino Unido y Francia- también han hecho un llamamiento "a que se deje de desestabilizar Oriente Medio", destinado a Irán, cuyo apoyo a las milicias de Hamas y Hizbulah han denunciado.
Cabe señalar, por último, que el G7 ha bajado el tono respecto a China, decantándose por una apuesta "constructiva y estable". No en vano, el presidente estadounidense Joe Biden debería encontrarse dentro de unos días con su homólogo Xi Jinping en San Francisco.