A pesar de que no se dio en la calle la protesta masiva que esperaban las fuerzas del orden por la imputación del expresidente Donald Trump por soborno a la actriz de cine porno Stormy Daniels, un gran número de cargos del Partido Republicano, incluido el gobernador de Florida Ron DeSantis, ampliamente visto como su principal rival en las primarias presidenciales, y figuras prominentes de las televisiones conservadoras cerraron filas a favor del político ultra, el primer presidente de Estados Unidos que es acusado penalmente. La bancada conservadora advirtió que la población estadounidense "no tolerará" la que consideran que es una "caza de brujas".
"La población estadounidense no tolerará esta injusticia, y la Cámara de Representantes pedirá cuentas a (el fiscal) Alvin Bragg y su abuso de poder sin precedentes", dijo el presidente de la Cámara Baja, Kevin McCarthy. Para el legislador conservador, el fiscal "ha dañado de forma irreparable el país en un intento por interferir en la elección presidencial".
Este es un flagrante abuso de poder por parte de un fiscal de distrito enfocado en la venganza política
El senador Lindsey Graham, aliado de Trump e involucrado en otro de los casos legales del expresidente -el del intento de revertir los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en el estado de Georgia-, también criticó la imputación. Graham, que tuvo una conversación por teléfono con Trump después de conocerse la noticia, aseguró en una entrevista recogida por The Washington Post que el exmandatario le dijo que "están usando la ley como un arma", algo con lo que el senador se mostró de acuerdo.
Sin embargo, se desmarcó de la idea de convocar protestas por la imputación, algo que el propio exmandatario hizo hace poco más de una semana cuando avanzó que esperaba ser arrestado.
El gobernador DeSantis se apresuró a condenar al fiscal que presentó el caso de Manhattan y, si bien eludió nombrar a Trump, dijo que Florida no facilitaría su extradición. El exmandatario se encontraba en su residencia de Mar-a-Lago, en este estado, cuando el gran jurado notificó la resolución. Después se supo que Trump prevé entregarse el martes. "El empleo del sistema judicial como un arma para promover una agenda política pone patas arriba el Estado de derecho", dijo DeSantis en Twitter.
El también probable candidato a la nominación republicana para las elecciones presidenciales de 2024 y expresidente de Estados Unidos Mike Pence se refirió a la acusación como una "persecución política".
La presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, coincidió en que se trata de una decisión con motivaciones políticas. "Cuando nuestro sistema de justicia se utiliza como herramienta política nos pone a todos en peligro. Este es un flagrante abuso de poder por parte de un fiscal de distrito enfocado en la venganza política en lugar de en mantener a las personas a salvo", dijo en Twitter.
Para el legislador conservador Jim Jordan, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, lo sucedido es simplemente "escandaloso", según publicó en esa misma red social.
La persecución y la nueva acusación al presidente Trump es una violación escandalosa de las normas constitucionales
El presidente de la conferencia política de acción conservadora CPAC, Matt Schlapp, calificó la decisión de la fiscalía de Nueva York de un "abuso de poder". "La persecución y la nueva acusación al presidente Trump es una violación escandalosa de las normas constitucionales y una continuación de una persecución política demente", escribió Schlapp en un comunicado. El senador de Florida Rick Scott calificó la acusación como una "venganza política contra el presidente Trump".
Quien no se ha pronunciado de momento a la noticia es el líder de los conservadores en el Senado, Mitch McConnell, principal figura de la oposición a Trump dentro del Partido Republicano y frecuente objeto de críticas del expresidente.
Indignación apocalíptica en la televisión
Figuras de los medios conservadores saltaron en defensa de Donald Trump con un lenguaje apocalíptico, ya que consideran que está siendo perseguido injustamente a la vez que predicen que su candidatura a la Casa Blanca en 2024 recibiría un impulso por su martirio percibido. "Esto es totalmente inaceptable y una vergüenza para este país", se indignó Jesse Watters, presentador de Fox News. "Esto es repulsivo", añadió Sean Hannity, de la misma cadena, tres días después de entrevistar a Trump en su programa. "Este es un golpe político repugnante como nunca antes hemos visto en este país. Es una locura", denunció por su parte el tertuliano Eric Bolling de la cadena Newsmax.
Este es un golpe político repugnante como nunca antes hemos visto
Los invitados de ambas cadenas parecían competir anoche por quien se mostraba más enfurecido. El senador Lindsey Graham usó una obscenidad inaudible para hablar sobre los cargos. "¡El partido demócrata ahora ha arrastrado al país a la tiranía!", gritó el tertuliano Mark Levin.
Newsmax envió al reportero Mike Carter frente al edificio Trump Plaza, quien lo calificó como “una noche de jueves bastante normal”, excepto por los reporteros que estaban dando vueltas y “algunas personas que están emocionadas por lo que sucedió esta noche”. En los alrededores de Mar-a-Lago, Florida, donde se encontraba Trump anoche, se produjeron algunas concentraciones.
Nancy Pelosi: "Nadie está por encima de la ley"
Del lado demócrata, la que fuera presidenta de la Cámara de Representantes antes de McCarthy, Nancy Pelosi, aseguró en Twitter que espera que "el expresidente respete el sistema de forma pacífica", y recordó que "nadie está por encima de la ley". El presidente del Senado, Chuck Schumer, se mostró más cauto que sus compañeros republicanos y pidió que se evite la interferencia política o la intimidación en el caso. Schumer aseguró que el exmandatario republicano está sujeto "a las mismas leyes que cualquier estadounidense", según un comunicado de su oficina.
Trump fue imputado este jueves por parte de un gran jurado por el pago para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels durante su campaña presidencial de 2016.