El sabotaje de los gasoductos submarinos Nord Stream a finales de septiembre del 2022, que según fuentes de la inteligencia estadounidense citadas por el New York Times fue obra de un “grupo proucraniano”, se habría realizado con un yate que zarpó del puerto de Rostock, según publicaron medios alemanes. La Fiscalía General Federal de Alemania confirmó este miércoles en un comunicado que, en efecto, “del 18 al 20 de enero del 2023 hizo revisar una embarcación” por la sospecha de que “pudo ser utilizada para transportar artefactos explosivos” para sabotear los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2.
El yate fue alquilado por una empresa con sede en Polonia “aparentemente perteneciente a dos ucranianos”, aseguran el semanario Die Zeit y las televisiones públicas ARD y SWR. Un grupo de seis personas, integrado por cinco hombres (el capitán, dos buceadores y dos asistentes de buceo) y una mujer (doctora), habría salido en el yate el 2 de septiembre del 2022 del puerto de Rostock, en la costa báltica alemana, para colocar los explosivos.
Los medios alemanes que publican esta información la atribuyen a entrevistas “con fuentes en varios países” que están llevando a cabo investigaciones judiciales sobre el suceso, que son Alemania, Dinamarca y Suecia. Los investigadores pudieron comprobar que el yate había navegado cerca de la isla danesa de Christiansø, de sólo 98 habitantes, cercana a la zona de las fugas que sufrió el Nord Stream.
Las explosiones que provocaron las cuatro fugas de gas se produjeron el 26 de septiembre, cuando ambos gasoductos, aunque llenos de metano, no estaban operativos. El Nord Stream 1 había dejado de bombear ese mismo mes al cortar Putin el gas hacia Alemania, mientras que el Nord Stream 2 nunca llegó a funcionar por falta de autorización alemana poco antes del inicio de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero del 2022.
“No está clara la nacionalidad de los perpetradores”, pues usaron pasaportes falsos para alquilar, añaden los medios alemanes. Según Die Zeit , había trazas de explosivo “en la mesa de la cabina” del yate, que tras el alquiler fue devuelto a la empresa propietaria “sin limpiar”. En su nota, la Fiscalía Federal precisa que “no es posible por el momento realizar aseveraciones sólidas” sobre la identidad y motivos de los autores, o la posible implicación de un Estado.
Con todo, insiste el semanario alemán, “incluso si las pistas conducen a Ucrania, los investigadores aún no han podido determinar quién encargó” la operación. Según The New York Times, los servicios de inteligencia de Washington indican que los saboteadores son “adversarios del presidente ruso Vladímir Putin”, pero que no hay evidencias de implicación de Zelenski ni del Gobierno ucraniano.
Kyiv negó toda vinculación. “Ucrania no está implicada en absoluto en los incidentes en los gasoductos; no tiene el más mínimo sentido”, dijo en un comunicado Mykhailo Podolyak, asesor político del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en respuesta al reportaje de The New York Times aparecido el martes. El sabotaje “no proviene de una acción nuestra”, afirmó el ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Reznikov.
Los aliados occidentales mostraron cautela. Tanto el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, como el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, se expresaron de modo similar. “Mientras las investigaciones sobre las explosiones de Nord Stream sigan en curso, no podemos sacar conclusiones”, alertó Borrell. Hay investigaciones judiciales en Suecia, Dinamarca y Alemania. Stoltenberg dijo que “lo correcto es esperar hasta que finalicen”.
El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, llamó a no extraer conclusiones precipitadas. “Bien podría haber sido una operación de falsa bandera organizada para culpar a Ucrania, una opción que también se menciona en las informaciones publicadas por los medios; la probabilidad de una u otra cosa es igualmente alta”, declaró Pistorius a la radio pública alemana Deutschlandfunk.
La mirada rusa
Moscú ve un intento de “desviar la atención”
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, rechazó las informaciones de prensa sobre la autoría del sabotaje de los Nord Stream por parte de un “grupo proucraniano”, que publicó The New York Times. En el reportaje sobre el yate de los probables saboteadores que zarpó de Rostock, los medios alemanes indicaron que no se puede determinar nacionalidad ni motivación. Según Peskov, “obviamente, los autores del ataque quieren desviar la atención; está coordinado en los medios”, declaró a la agencia estatal de noticias RIA Novosti. Rusia ha dicho en varias ocasiones que considera a Estados Unidos como gran beneficiario del cese de actividad de los gasoductos. En el momento del sabotaje, las tuberías no bombeaban gas.