El odio motivó la matanza en el club LGBTQ de Colorado Springs

Epidemia armada en EE.UU.

Críticas porque no se requisó las armas al acusado, Anderson Lee Aldrich, cuando en el 2021 se le detuvo por la amenaza de detonar una bomba casera

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Velas en el memorial montado junto al Club Q de Colorado Springs después de la matanza de cinco personas la noche del sábado 

Damian Dovarganes / AP

Anderson Lee Aldrich, de 22 años, que la noche del sábado entró armado hasta los dientes al Club Q de Colorado Springs (Colorado), acudió con el claro objetivo de matar a miembros el colectivo LGBTQ. El odio marcó su acción en la que mató a cinco personas e hirió al menos a 25. Trece continuaban hospitalizadas este lunes.

Según la documentación judicial, un tribunal de Colorado imputó a Aldrich cinco asesinatos y otros tantos cargos por crímenes de odio, recalcó el portavoz municipal Max D’Onofrio. Su ataque buscaba causar el máximo daño, que solo quedó paliado por la acción de unos heroicos clientes que se jugaron la vida, y estuvo motivado por sus prejuicios hacia esta comunidad. D’Onofrio señaló que el acusado sigue bajo custodia en un hospital y que los cargos podrían variar, para agravarse, cuando comparezca ante el juez.

En Estados Unidos se registraron más de 7.700 crímenes de odio en 2020

Hasta el pasado sábado, el Club Q llevaba 20 años como refugio y lugar seguro de diversión para homosexuales. El detenido irrumpió con un rifle AR-15 semiautomático, con varios cargadores adicionales, y una pistola. El fiscal solicitó al juez que se mantengan el sumario en secreto “para no poner en peligro la investigación en curso”, cuestión que el magistrado concedió. Una de las tarea principales se centra en la labor del presunto autor en las redes sociales.

En Estados Unidos, informó la CNN, se registraron más de 7.700 crímenes de odio en 2020, la cifra más elevada desde el 2008, en una tendencia que todavía ha ido al alza. El 62% de estos casos se deben a cuestiones de raza o de etnicidad, mientras que la orientación sexual, como esta tragedia, representan el 20%.

Agentes del FBI en la entrada del Club Q de Colorado Springs

Agentes del FBI en la entrada del Club Q de Colorado Springs

REUTERS/Kevin Mohatt

Esa investigación también deberá de dar una explicación a la razón por la que Aldrich no hizo sonar todas las alarmas y no se le incautaron las armas en el 2021 cuando fue arrestado. Le detuvieron después de que su madre informara a la policía de que su hijo había amenazado con hacer explotar en su hogar una bomba casera. Por precaución se llegó a desalojar una decena de viviendas del entorno.

Aunque finalmente no se halló explosivo alguno, los defensores de que se imponga un mayor control de armas denunciaron que no se aplicó la llamada ley de “bandera roja”, lo que habría permitido quitarle las armas que la madre aseguró que él tenía. Tampoco existen documentos públicos en los que la fiscalía buscara imputar cargos al sospechoso.

Los investigadores consideran que no hay nadie más implicado

Ni el detenido ni la familia habían prestado cooperación en la investigación del tiroteo en el local de Colorado Spring hasta este lunes. En su página de Facebook, el Club Q dio las gracias “por la rápida reacción de clientes heroicos que sometieron al pistolero y pusieron fin al ataque de odio”.

Aldrich abrió fuego nada más entrar, pero en menos de un minuto fue aplacado por un cliente que le quitó el arma y le golpeó con la misma. Al menos otros cooperó en esa labor de reducirlo. Cuando llegó la policía, ese primer cliente seguía sobre el agresor, impidiéndole moverse. Los investigadores consideran que no hay nadie más implicado, ni que el pistolero contará con cómplices para su fechoría.

Dos mujeres depositando un ramo de flores en memoria de los fallecidos a

Personas depositando ramos de flores en memoria de los fallecidos en Colorado Springs

Getty Images via AFP

Este caso evoca a la matanza del club Pulse de Orlando en junio del 2015, donde murieron 49 personas. Desde entonces, en el Club Q tomaron sus precauciones de seguridad. El Pulse también había estado considerado un lugar seguro cuando irrumpió un supuesto islamista radicalizado. Uno de los dueños del Club Q recordó que ellos montaron unan vigilia por la tragedia de Orlando, en honor de sus víctimas, sin sospechar que años después la vigilia sería por ellos mismos.

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