Vladímir Orlov (Moscú, 1968) habla español pero la conversación es solo en inglés. “Solo quiero ser muy preciso” explica. Fundador-director del PIR Center de Moscú, referencia en la cuestión nuclear para las autoridades militares y diplomáticas rusas y valorado –entre otros muchos– por el propio ministro de Exteriores de Rusia Serguéi Lavrov, entona hoy una voz grave. En especial por si Bielorrusia o Polonia pasan a ser parte del botón nuclear. Las culpas, de haberlas, eso sí, estarían repartidas, defiende él.
¿La guerra en Ucrania abre una nueva era nuclear?
No, no abre ninguna puerta nueva al uso de las armas nucleares porque en realidad, aunque es un conflicto muy grave, hay diferentes tipos de armas y no se requiere de nucleares.
¿Incluso si Rusia pierde terreno como pasa ahora?
En la doctrina militar rusa el uso de armas nucleares está sujeto a una clara condición: que la existencia de la Federación Rusa esté en peligro. ¿Cree que la supervivencia de mi país está en peligro? Hay problemas en los nuevos territorios de la Federación, vistos como rusos por Rusia y como ucranianos por Ucrania. Pero ya hay una parte de ellos no liberados. ¿Usar armas nucleares contra los nuevos ciudadanos rusos o civiles ucranianos? Suena por completo estúpido. La operación especial puede y debe resolverse por diferentes medios. Y Ucrania no tiene armas nucleares.
Se habla mucho del posible uso de armas nucleares tácticas.
Es que no solo Rusia posee armas nucleares en Europa y, lamentablemente, esto se olvida en algunos medios. Francia, el Reino Unido y miembros de la OTAN, como Países Bajos, Italia o Turquía, no España, de forma sorprendente tienen armas nucleares en su territorio como parte de la estrategia nuclear de EE.UU. en la Alianza. Esperamos que sean lo suficientemente sabios como para no traerlas este teatro militar; si se aborda como un problema nuclear puede convertirse en un conflicto nuclear.
¿El peligro es bajo pero mayor hoy que hace unas semanas?
El peligro está ahí, sí. La gente comienza a hablar más al respecto e incluso diría que algunos intentan hacer provocaciones contra Rusia porque Rusia está demonizada en Occidente y, como demonio, probablemente lo que debería hacer es usar el arma más horrible. Así es como se quiere la imagen de Rusia.
Si el teatro militar en Ucrania se aborda como problema nuclear, puede convertirse en conflicto nuclear
¿En el conflicto actual solo se usan armas convencionales?
Cuando Rusia respondió a los ataques terroristas en el puente a Crimea, que es una infraestructura civil crítica y estratégica, respondió y continúa respondiendo fuerte pero no se planteó ningún tema nuclear. Rusia tiene armas convencionales, de alta precisión, para responder. Incluidas nuestras armas cibernéticas, que paralizan las infraestructuras y en ese sentido no están tan lejos de ser armas de destrucción masiva.
¿Se han puesto en marcha?
Esto aún no está en escena pero no sería una sorpresa si este elemento cibernético se agregara al conflicto actual. Sobra decir que lo que Rusia hiciera puede ser recíproco.
La desconfianza ahora es más alta que en la guerra fría y en la crisis de Cuba
Se sabe de las presiones a Putin para pulsar el botón nuclear. De Ramzán Kadírov, por ejemplo.
Significa que todavía tenemos algo de democracia en Rusia y las personas pueden tener diferentes puntos de vista. Algunos lo piden. Ahora bien, también hay radicales de línea dura en Occidente que hablan de castigar a Rusia con todos los medios. O desafortunadamente en Ucrania, donde algunos piden volver a tenerlas incluso tal vez tomadas de EE.UU., como las tácticas. Pero como analista en temas nucleares, trabajo con los hechos y el presidente ruso no reacciona a los consejos de esas personas apasionadas. Tiene otros medios.
En el pasado ha defendido que una línea roja sería ver armas nucleares tácticas, por ejemplo, en Polonia o Bielorrusia. Polonia habla de forma abierta de ello y mira a EE.UU. Otros están preocupados por si en Bielorrusia Rusia da el paso.
No es imposible que aparezcan armas nucleares rusas en Bielorrusia. Bielorrusia es un aliado ruso, está muy cerca de Rusia, y, recientemente, declaró que siente la creciente amenaza de Polonia y Lituania. Diré más: cuando se habla de armas nucleares, tal vez no sea necesario proporcionar a Bielorrusia las tácticas y basadas en tierra sino las que pueden cargarse en aviones. Tienen esa capacidad. Su sentido incluso ha sido discutido a nivel experto y militar aunque, por supuesto, hoy esos aviones no las tienen.
Supondría una nueva escalada bélica.
Sería básicamente lo mismo que los estadounidenses han estado haciendo durante años en otros países entrenando a sus pilotos y manteniendo armas nucleares en las bases de diferentes partes de Europa. Recordará que una vez cayó una en territorio español de un avión estadounidense.
Sí, en Palomares, durante el franquismo.
Siempre les digo a mis alumnos que esta es una buena historia, porque no pasó nada. De todas maneras si Rusia decide proporcionar armas nucleares a Bielorrusia, seguirán siendo armas nucleares rusas en territorio bielorruso del todo controladas por Rusia.
¿Y cómo rebajar entonces la tensión?
En diciembre del año pasado Rusia le dijo a EE.UU. ‘Por favor, no juguemos con las armas nucleares. Retire sus armas nucleares de Europa. Son unas 150. No es tanto’. Y los estadounidenses dijeron ‘No, no lo haremos’. Por eso, en este sentido, Rusia, por supuesto, puede hacer ese movimiento si militarmente cree que es necesario. Aún no sucedió, pero si yo fuera un militar probablemente consideraría esa opción.
¿Por eso el presidente Biden dijo que estamos peor que en la crisis de los misiles de Cuba de 1962?
No estamos peor, pero tampoco mejor. La situación es diferente porque es un siglo diferente, hay un número diferente de armas nucleares ahora más igualado y, también, de países que las tienen como China y otros jugadores que se tienden a olvidar: Israel, India, Pakistán, y Corea del Norte ahora. Ambos tenemos más armas, lo cual es malo. Ambos tenemos más experiencia en cómo lidiar con ello, y efectivamente hemos aprendido.
Rusia se comporta responsablemente. Biden no tomó en serio las preocupaciones rusas, las descartó y abrió una desafortunada reacción en cadena
¿Entonces por qué compararlo?
Uno de los problemas que se dan ahora es la gran desconfianza que hay entre Rusia y EE.UU. Incluso en los canales de apoyo a su comunicación traseros hay desconfianza. En 1962 ambas partes podían usar a personas que informalmente discutían y jugaban un papel importante para rebajar la tensión, evitar percepciones erróneas y errores de cálculo. ¿En estos días quién comenzaría a reunirse informalmente con un ruso en Washington? Estaría, de inmediato, acusado de traición a los intereses de EE.UU.
¿La desconfianza es ahora más alta que en la guerra fría?
Sí, la desconfianza ahora es más alta que en la guerra fría y que en 1962. Y mira, Rusia se comporta aquí responsablemente. Para algunos de sus lectores puede sonar controvertido, pero lo digo en serio. Rusia no lleva sus armas nucleares a Nicaragua ni Venezuela y en realidad le sería más fácil hacerlo hoy que hace sesenta años a Cuba, simplemente porque tenemos mejor capacidad para ello. Pero no lo hacemos y no lo haremos porque somos responsables. Nadie debe provocar ir a peor. No juguemos a juegos que llevarían el mundo a la catástrofe.
¿Cuál es la principal lección que se debe sacar de la crisis cubana?
Que ambos, Rusia y EE.UU., deben tomar en serio las preocupaciones de seguridad del otro. Cuando Putin y Biden se reunieron en Ginebra en junio del 2021 tuvieron la oportunidad de tratarlas y abordarlas. Desde mi punto de vista Biden, que creo es muy inteligente, no tomó en serio las rusas, las descartó, y eso abrió una desafortunada reacción en cadena. No es que ambos países deban amarse, pero sí establecer más confianza.
¿Cómo lograr confianza en medio de una guerra?
La URSS y EE.UU. son fundadores depositarios junto con el Reino Unido del Tratado de No Proliferación Nuclear. Nació solo seis años después de la crisis de los misiles en Cuba porque estadounidenses y soviéticos se dieron cuenta de que necesitaban aumentar la confianza. Y ese tratado fue la base. Tienes la base legal, pero necesitamos ver que ambos se sientan juntos y hablan sobre la estabilidad estratégica tomando en serio las preocupaciones de los demás.
¿Se pueden sentar y hablar cuando la guerra se intensifica?
Pase lo que pase, siéntense y hablen porque el tema nuclear no permite ser emotivo, solo requiere que se dialogue en cualquier circunstancia, también en las dramáticas.