Joe Biden se propone recalibrar la relación con Arabia Saudí. La decisión, anunciada por el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, llega después de que Riad y las demás capitales integradas en la Opep+, Moscú incluida, anunciaran un recorte de dos millones diarios de barriles en la producción de petróleo con el fin de forzar una recuperación del precio del crudo.
En una entrevista con la CNN en la noche de este martes, el propio Biden agregó que la decisión del gobierno árabe y la Opep tendrá efectos. "Habrá consecuencias por lo que (Salman y los suyos) han hecho junto a Rusia”, avisó sin dar más detalles de lo que tiene "en mente".
Habrá consecuencias por lo que Riad ha hecho junto a Moscú"
El presidente de Estados Unidos ya había calificado de "decepcionante" la decisión del cartel petrolero cuando los países miembros la adoptaron. No era de extrañar. No ya por su efecto económico sino sobre todo por la posición en que a él le situaba el recorte productivo después de haber viajado a Riad en julio pasado y de reunirse allí con el príncipe Mohammed bin Salman, justo para tratar de persuadirle de que hiciera lo contrario: aumentar la producción para que los precios bajaran y de ese modo aliviaran las tensiones inflacionistas derivadas de la invasión rusa de Ucrania.
En aquella visita, Biden hubo de tragar un sapo de enorme tamaño. Pues él mismo, en consonancia con lo indicado por los servicios de Inteligencia de EE.UU., había señalado al príncipe árabe como responsable del asesinato del periodista insumiso Jamal Khashoggi, perpetrado en el consulado saudí en Estambul el 2 de octubre del 2018. Arabia había pasado, según el líder estadounidense a integrar la lista de los países "parias" del mundo.
Para atemperar el aluvión de críticas que le estaba cayendo en relación con el viaje, Biden se vio empujado a repetir directamente a la cara de Salman, durante la visita, la grave acusación de su implicación en el asesinato. Le dijo en concreto, al menos según aseguró a la prensa después de reunirse con el mandatario en su palacio de Yeda, que le consideraba "culpable de la muerte de Khashoggi".
La actitud de Salman deja en evidencia el viaje que Biden hizo a Arabia para persuadirle de que aumentara la producción de petróleo: lo contrario de lo que ha hecho
Kirby avanzó la "reevaluación" y "revisión" de la relación con Arabia Saudí, además, al poco de que el influyente jefe de la comisión de Asuntos Exteriores del Senado, Bob Menéndez, dijera que Washington debe romper sus vínculos con Riad tras constatarse la "colaboración" de los saudíes con el Gobierno ruso.
"Debo denunciar la decisión reciente del gobierno de Arabia Saudita de contribuir a respaldar la guerra de Putin en Ucrania por medio del cartel de la Opep+", declaró Menéndez en un comunicado. Y añadió que, desde el cargo que ocupa, no dará luz verde a ninguna cooperación de EE.UU. con la gran potencia petrolera "hasta que el reino saudí reconsidere su posición con respecto a la guerra en Ucrania”
Las facultades del Congreso a la hora de dar o no salida a determinadas resoluciones en materia de relaciones bilaterales obligan a Biden a escuchar a la Cámaras. Y así lo confirmó también Kirby en una entrevista con la CNN, este martes: "El presidente está dispuesto a trabajar con el Congreso para pensar cómo debería ser la relación con Riad en el futuro”, dijo el porytavoz.