Meloni y Salvini escenifican unidad en plena disputa por el reparto de cargos

Italia

Hermanos de Italia pretende revisar el principio de primacía de derecho de la UE

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Una manifestación ayer en Roma por los derechos civiles, ante el temor de que Meloni restrinja la ley del aborto 

Alessandra Tarantino / AP

La prensa italiana había publicado que la presumible futura primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quería evitar de cualquier manera que el líder de la Liga, Matteo Salvini, ocupe un cargo importante en el futuro gobierno por ser demasiado “prorruso”. Su ambigüedad le podría dar problemas con Washington, y la línea de Meloni sigue siendo evitar cualquier paso en falso que induzca a alarmar a la OTAN y a la UE. No en vano uno de sus primeros intercambios en Twitter fue con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, a quien prometió de forma pública que podía contar con su “leal apoyo” para la causa del pueblo ucraniano.

La tensión en la coalición de derechas es evidente, sobre todo por la humillación recibida en las urnas por Salvini, que no llegó al 9% de los votos. Para acallar los rumores de una guerra abierta sobre el reparto de cargos en el próximo Ejecutivo, Meloni y Salvini escenificaron ayer una tregua con una reunión en las oficinas de Hermanos de Italia (HdI) en el Parlamento italiano, tras la cual mandaron el mismo comunicado, en el que subrayaron que el clima entre ellos es de “grande colaboración y unidad de intenciones”. Horas antes, Meloni había tachado de “surrealista” que la prensa “invente” sus declaraciones y publique “reconstrucciones arbitrarias”. “Que se queden tranquilos: la derecha unida ha ganado las elecciones y está lista para gobernar. Basta de mistificaciones”, zanjó, en un mensaje en Twitter.

La líder ultraderechista querría evitar que su jura coincida con el centenario de la marcha sobre Roma de Mussolini

La ultraderechista sigue concentrada en agilizar la formación de un ejecutivo que sea “inatacable” desde cualquier punto de vista, explicaba ayer el Corriere della Sera, con un equipo de ministros que guste en Europa y también en EE.UU. Pero primero tiene que decidir qué hacer con Salvini. Los barones de la Liga, que de momento no lo van a echar del poder, han reclamado que tenga un ministerio de peso en el gobierno. Descartada la cartera de Interior –Meloni prefiere a un técnico– queda por ver cuál es el sitio que le escogen. La rebelión en la vieja guardia de la Liga Norte por los malos resultados quedó ayer mitigada tras saberse que finalmente el histórico fundador del partido, Umberto Bossi, sí ha sido elegido en el Parlamento. Habría sido un error en el recuento.

Más plácidas son las negociaciones con el socio minoritario de la coalición, Forza Italia. También se ha reunido con su número dos, Antonio Tajani, quien debería ser o bien presidente de una de las Cámaras o bien un ministro importante. Mientras, el todavía primer ministro, Mario Draghi, prometió una “transición ordenada, en el ámbito de las correctas relaciones institucionales”. Tanto fuentes cercanas al premier como a Meloni desmintieron un supuesto pacto de tutela entre ellos.

Draghi promete una "transición ordenada", pero niega un pacto de tutela con Meloni

Entre el silencio de Meloni, que se ha limitado a responder a los líderes internacionales que la han felicitado –entre ellos también la británica Liz Truss o el indio Narendra Modi– uno de sus coroneles, su cuñado Francesco Lollobrigida, reveló ayer que HdI tiene la intención de cambiar algunos aspectos de la Constitución italiana para hacerla más presidencialista, pero también para revisar el principio de primacía del derecho de la Unión Europea sobre el nacional. “El principio de soberanía del derecho comunitario sobre el derecho nacional también es objeto de debate en otros países. En Alemania, el Tribunal Constitucional afirmó que, entre los dos sistemas normativos, siempre prevalece el que mejor protege a la población alemana, un concepto que debería ser objeto de reflexión”, explicaba en La Repubblica .

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El puzle del próximo gobierno italiano poco a poco va definiéndose. La intención de la líder de HdI sería que sus ministros y ella, quien salvo sorpresas será la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra, juren el 23 de octubre y no lo alarguen hasta el siguiente fin de semana, cuando tendrá lugar el centenario de la marcha sobre Roma que llevó al poder a Benito Mussolini. La coincidencia podría dar alas a los nostálgicos y ser atroz para la imagen que desea proyectar Hermanos de Italia, un partido fundado por los herederos del posfascismo.

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