El veto al aborto dispararía el tráfico de píldoras contra el embarazo en Estados Unidos

Choque social y político

Organizaciones defensoras de los derechos de reproducción relanzan el comercio de pastillas abortivas

Demonstrators in support of reproductive rights march following a vigil outside Supreme Court Justice Samuel Alito's home in Alexandria, Virginia, U.S., May 9, 2022. REUTERS/Evelyn Hockstein

Manifestantes por el derecho al aborto tras una vigilia frente a la casa del juez del Supremo Samuel Alito, ponente de la sentencia en contra 

EVELYN HOCKSTEIN / Reuters

“Planned Parenthood (Planificación Familiar) ofrece servicio de aborto con medicamentos hasta las 10 semanas de embarazo. Con este método puedes terminar tu embarazo en la privacidad de tu hogar”. “Plan C te da información actualizada sobre el acceso a la píldora abortiva en línea en EE.UU.”. “¿Es seguro hacerme un aborto médico yo misma con medicamentos online? Aid Access apoya a mujeres que de otro modo no pueden acceder a un aborto, y protege sus derechos humanos”...

Estos son algunos de los anuncios con los que tres de las muchas organizaciones y empresas de servicios de interrupción del embarazo ofrecen asesoría, consultas y provisión de píldoras abortivas en persona y sobre todo por correo: un sistema que ya es mayoritario en Estados Unidos y se ha disparado con la aprobación de leyes estatales de veto al aborto.

Veintiséis estados tienen o preparan leyes antiaborto, pero el envío de píldoras no es fácil de perseguir

Ahora, la filtración del borrador de la sentencia por la que el Supremo tumbaría la doctrina que protegía ese derecho desde 1973 ( Roe vs. Wade ) recrudece la guerra ya en curso entre estados a favor y en contra del aborto: del convencional y del practicado con píldoras. Y augura un aumento enorme del tráfico de estos fármacos, ya sea legal, dudoso o ilícito. Hay datos.

Cuando en septiembre Texas aprobó su radical prohibición del aborto a partir de la sexta semana, la demanda de píldoras abortivas registrada por Aid Access se multiplicó allí por más de doce, al pasar de 11 a 137 al día en la primera semana tras la prohibición. Luego las peticiones se estabilizaron en unas 30 al día.

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Como solución para las pacientes que residen en alguno de los 26 estados de EE.UU. donde se han aprobado o escrito leyes contra el aborto, la doctora Rebecca Gomperts, de Aid Access, ofrece píldoras abortivas fabricadas en India a través de su clínica de Australia. El precio es de 110 dólares, y el plazo de entrega, de cinco a 15 días.

Plan C, por su parte, indica media docena de sitios web que envían los mismos medicamentos, la mayoría fabricados asimismo en India aunque también China es un punto de origen destacado.

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Al día siguiente de filtrarse el borrador de la prohibición del Supremo, votada ya por cinco de los seis magistrados que forman la mayoría conservadora entre los nueve jueces de la corte, el sitio web de Plan C pasó de sus cientos de visitas diarias habituales a 56.000 en aquella única jornada. 

Por aquellos días, Elisa Wells, confundadora de esta asociación dedicada a orientar a las mujeres que quieren abortar pero no pueden por alguna restricción, realizó uno de los experimentos que suele hacer para poner a prueba sus métodos “no ilegales sino creativos” contra las leyes antiaborto. Cogió un frasco de medicamentos recetados vacío, lo llenó de frijoles, lo metió en un sobre y lo envió a un amigo por correo. Sin problemas. Las leyes que 26 estados han lanzado ya en previsión de que el Supremo confirme su sentencia “no detendrán el aborto sino a cambiar la forma en que las mujeres acceden a él”, dice Wells.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos ( FDA) autorizó en el 2000 los medicamentos abortivos: mifepristona y misoprostol. En el 2020, bajo impulso de la pandemia, el aborto con estos fármacos se convirtió en el método utilizado en el 54% de renuncias al embarazo, muy a menudo previa consulta virtual. En diciembre pasado, la FDA eliminó el requisito de dispensación de ambos medicamentos en persona, para reducir la carga en la atención médica.

Diecinueve estados han prohibido el llamado “teleaborto con medicamentos”

Diecinueve estados han prohibido el llamado “teleaborto con medicamentos”, que normalmente incluye consulta y receta. Por contra, Connecticut y California prevén proteger a sus médicos y ciudadanos de penalizaciones de dichos estados por ayudar a abortar, por el método que sea, a mujeres procedentes de esos lugares.

Hay en este país una especie de guerra civil sobre los derechos reproductivos. Y el campo de batalla se va desplazando de las clínicas hacia los servicios de correos.

Hay en EE.UU. una especie de guerra civil sobre el aborto, y se va desplazando de las clínicas hacia el servicio de correos

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